Hay un juguete para cada edad

Hay juguetes adecuados para cada edad y lo ideal es que sean útiles para el aprendizaje del niño, que no sirvan no únicamente para entretenerle. Los juguetes evolucionan con los niños. Desvelamos cuáles son los juguetes más propios de cada edad y por qué.
Juguetes para aprender
Se venden juguetes durante todo el año, pero la Navidad es, sin duda, el momento en que se realizan más compras de juguetes, por razones evidentes: la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos aumenta la demanda de manera sobresaliente y quien más quien menos tiene a alguien a quien regalarle un juguete.
Pero, ojo, existen multitud de clases de juguetes y cada uno de ellos es adecuado para una edad. Se debe tener especial precaución en el caso de los niños más pequeños, que son los más expuestos a sufrir incidentes con los juguetes.
Por eso, OCU ha elaborado una serie de consejos muy útiles, porque un juguete debe cumplir su misión de entretener al niño, pero lo ideal es que sea fácil de utilizar y si ayuda al niño a su desarrollo intelectual, mucho mejor.
Cuando son bebés, lo mejor es optar por juguetes que estimulen al máximo la coordinación, la afectividad y el equilibrio, entre otras habilidades, siempre dentro de su rango de edad.
Aún así, el desarrollo de cada niño es diferente y cada uno tiene su tiempo. Por ello, se deben evitar las comparaciones entre niños y a la hora de comprar debemos pensar únicamente en el pequeño al que va a ir destinado el juguete.
Pero siempre debemos también aumentar las posibilidades de juego de los más pequeños, y no obsequiarle siempre con juguetes de las mismas características, puesto que así ampliaremos sus miras. Por ejemplo, si el niño juega habitualmente con un único tipo de juguete, como los de tipo electrónico, ofrécele otras posibilidades, como los juegos de tablero o los que deben realizarse al aire libre.
Consejos
- Respeta la edad que marca cada juguete en su envoltorio, desechando los que tengan piezas pequeñas o que puedan desmontarse para menores de 3 años y ser tragadas por el niño.
- Comprueba la resistencia de las costuras y otras partes de las muñecas y los muñecos de peluche, evitando que puedan desprenderse o perjudicar de alguna manera al niño. Tampoco compres muñecos que suelten pelo. Comprueba en el envase los materiales con los que ha sido fabricado el juguete.
- Si es posible, antes de comprar es mejor ofrecerle el juguete al niño para ver si le gusta y lo acepta de buen grado.
- Dáselo ya fuera del envase, pero tócalo antes para buscar posibles rebordes agudos o afilados.
- Hay quienes optan porque los niños no tengan un apego excesivo a los juguetes y para ello la mejor manera es intercambiarlos. Los juguetes para intercambiar deben estar en perfectas condiciones. A los niños, al menos a los más pequeños, les da igual si los juguetes son nuevos o usados.
Se venden juguetes durante todo el año, pero la Navidad es, sin duda, el momento en que se realizan más compras de juguetes, por razones evidentes: la llegada de Papá Noel y los Reyes Magos aumenta la demanda de manera sobresaliente y quien más quien menos tiene a alguien a quien regalarle un juguete.
Pero, ojo, existen multitud de clases de juguetes y cada uno de ellos es adecuado para una edad. Se debe tener especial precaución en el caso de los niños más pequeños, que son los más expuestos a sufrir incidentes con los juguetes.
Por eso, OCU ha elaborado una serie de consejos muy útiles, porque un juguete debe cumplir su misión de entretener al niño, pero lo ideal es que sea fácil de utilizar y si ayuda al niño a su desarrollo intelectual, mucho mejor.
Cuando son bebés, lo mejor es optar por juguetes que estimulen al máximo la coordinación, la afectividad y el equilibrio, entre otras habilidades, siempre dentro de su rango de edad.
Aún así, el desarrollo de cada niño es diferente y cada uno tiene su tiempo. Por ello, se deben evitar las comparaciones entre niños y a la hora de comprar debemos pensar únicamente en el pequeño al que va a ir destinado el juguete.
Pero siempre debemos también aumentar las posibilidades de juego de los más pequeños, y no obsequiarle siempre con juguetes de las mismas características, puesto que así ampliaremos sus miras. Por ejemplo, si el niño juega habitualmente con un único tipo de juguete, como los de tipo electrónico, ofrécele otras posibilidades, como los juegos de tablero o los que deben realizarse al aire libre.
Consejos
- Respeta la edad que marca cada juguete en su envoltorio, desechando los que tengan piezas pequeñas o que puedan desmontarse para menores de 3 años y ser tragadas por el niño.
- Comprueba la resistencia de las costuras y otras partes de las muñecas y los muñecos de peluche, evitando que puedan desprenderse o perjudicar de alguna manera al niño. Tampoco compres muñecos que suelten pelo. Comprueba en el envase los materiales con los que ha sido fabricado el juguete.
- Si es posible, antes de comprar es mejor ofrecerle el juguete al niño para ver si le gusta y lo acepta de buen grado.
- Dáselo ya fuera del envase, pero tócalo antes para buscar posibles rebordes agudos o afilados.
- Hay quienes optan porque los niños no tengan un apego excesivo a los juguetes y para ello la mejor manera es intercambiarlos. Los juguetes para intercambiar deben estar en perfectas condiciones. A los niños, al menos a los más pequeños, les da igual si los juguetes son nuevos o usados.
Hasta los dos años
A estas edades los niños necesitan ser vigilados mientras juegan y que un adulto juegue con ellos para facilitar el aprendizaje. Así nos aseguraremos de que mantengan una buena postura y fomenten su actividad psicomotriz. Jugar con adultos y otros niños favorece la interactuación entre ellos y el aprendizaje de los gestos.
Cuando son tan pequeños, se deben estimular las actividades manuales y corporales, por lo que los juguetes deben estimular la coordinación.
Son adecuados también los juguetes de encajar y montar piezas, siempre que éstas sean de un tamaño considerable para que no se las coman; los juegos para realizar actividades básicas, las pelotas y los libros con figuras, preferiblemente de tapas duras; los coches grandes de empujar, cochecitos de bebés, o los clásicos cubos y palas de playa, que pueden utilizarse en el parque o en cualquier otro lugar al aire libre.
De 2 a 3 años
A esta edad los niños ya no requieren de toda la atención de los padres y empieza a ser importante dejarles jugar libremente para ver cómo se desenvuelven solos.
Pronto empezarán a aprender a leer, así que es hora de ampliar su vocabulario, y los libros ayudan a descubrir el nombre de las cosas y a saciar su curiosidad. Importante también que a estas edades los niños empiecen ya a ayudar a los padres a recoger los juguetes.
Los libros con muchas ilustraciones son ideales, así como los rompecabezas simples, las pelotas, los instrumentos musicales de juguete, como batería, guitarra, piano, tambor, trompeta o flauta; los cochecitos y las muñecas.
De 3 a 4 años
A estas edades los niños ya dibujan con un poco de soltura, saben hacer círculos y muñecos simples y colorearlos correctamente. Es hora de iniciar a los niños en el dibujo, en la pintura y en el aprendizaje de los números, siempre con juegos que estimulen su percepción visual, su memoria y la lógica.
Al margen de la pintura, los juguetes que fomentan sus capacidades motoras son ideales, ya que así aprenderán a valorar el espacio, el control y su propia fuerza. Juegos interesantes a estas edades son el dominó, los libros y cuadernos para colorear, los rompecabezas, los juegos de piezas encajables, los muñecos a los que se les puede vestir y desvestir e incluso la primera bicicleta o los primeros patines, siempre vigilando sus primeros pasos con ellos.
De 4 a 5 años
Esta es la edad de “date cuenta” y los juguetes deben favorecer que los niños desempeñen el papel de un adulto en un mundo imaginario. También es el momento en que empiezan a surgir los primeros miedos infantiles.
Es interesante incentivar la independencia del niño al jugar sin descuidar su seguridad para aplacar sus miedos, por ejemplo a la oscuridad, a las brujas o a algunos animales.
A estas edades los juguetes ideales son los muñecos, los peluches, las marionetas, las tiendas de miniatura con dinero de mentira, los juguetes teledirigidos, los trenes eléctricos e incluso los juguetes voladores.
De 5 a 7 años
Las actividades en grupo, con otros niños o con adultos, empiezan a imponerse en la pauta de juego de los niños de estas edades, lo cual les ayuda a socializar y a asimilar reglas de convivencia. Con estos años llega también la competitividad y la necesidad de resolver situaciones inesperadas.
Los juguetes adecuados son las pelotas (de goma), las cuerdas, el bingo, los juegos de magia, las casas de muñecas, los libros, rompecabezas algo más complejos, los puzles y los juegos de memoria.
De 7 a 9 años
A partir de los siete años, la convivencia social de los niños se complica. Es hora de investigar con juegos de tablero, cartas y juguetes electrónicos, que requieren de la toma de decisiones para conducirlos a buen puerto, de decisiones estratégicas y de lógica.
Los juegos con niveles progresivos de dificultad permiten estimular la creatividad de los niños y una progresión de su raciocinio. Con estas edades les van bien también las colecciones de cromos, los patines o los monopatines.
A partir de los 9 años, los niños pueden llevar a cabo actividades con reglas más complejas. Los niños comienzan a mostrar sus habilidades específicas, que variarán considerablemente de un niño a otro en función de su aprendizaje.
Se debe incentivar que piensen y resuelvan problemas por sí mismos, desde los 9 años y ya hasta el final de la adolescencia, y fomentar sus habilidades.
Después de los 9 años los niños suelen decantarse por las representaciones de obras de teatro, la pintura, la escultura y otras formas de representación artística, así como por los instrumentos musicales, libros y discos, que posiblemente marcarán después su adolescencia.
Los juguetes más habituales después de los 9 años son los juegos de mesa, los de experimentos científicos, las acuarelas, la plastilina, los juegos para toda la familia, que fomentan la interacción; o las miniaturas coleccionables.
Cada vez son más los padres que optan por desterrar los tópicos en lo que a los juguetes se refiere. Ni los niños no tienen por qué jugar sólo con coches, ni las niñas únicamente con muñecas.
Los juegos y juguetes que eran válidos hace décadas para unos y otros, ahora pueden estar desfasados. Es el caso de jugar con armas de juguete, algo de lo que muchos padres recelan por su componente violento, innecesario en todos los casos en el aprendizaje de un niño.
En OCU tampoco queremos distinguir entre juguetes específicos para niño y niña, preferimos los juguetes para todos, que puedan usar niñas y niños y no les condicione la diversión.
Apostamos también por prescindir de los juguetes bélicos, como pistolas y armas en general, o muñecos, videojuegos o incluso juegos de mesa que rezuman violencia. Otra cosa muy distinta son los juguetes o juegos que les permiten competir entre ellos respetando al contrario.
Hay multitud de juguetes educativos adecuados para cada edad que no implican tener que jugar también con la violencia.
Los mejores juguetes para los niños serán siempre los más seguros. Los fabricantes han de cumplir una serie de normas de seguridad, y los padres deben encargarse de comprar únicamente productos infantiles que las cumplan. Para ello los juguetes llevan la marca CE. Pero cuidado con los juguetes procedentes de China que imitan este sello de calidad europeo.
En nuestros estudios de seguridad encontramos juguetes que no cumplen las normas, como algunas cocinitas y planchas, que pueden hacerles quemaduras a los niños, u otros pequeños electrodomésticos anunciados como juguetes. Por ello, la atención de los padres es fundamental, pero son las autoridades quienes deben vigilar que los productos que incumplen la normativa no se pongan a la venta. Los padres, por su part tienen la obligación de supervisar los juguetes y descartar los que puedan parecer inseguros.
Los juguetes no deben tener aristas cortantes ni elementos que puedan dañar a los niños, ni fabricarse con sustancias que puedan ser tóxicas, así como evitar las piezas pequeñas al menos en los menores de 3 años. Hay un juguete para cada edad y corresponde a los padres no errar al elegirlos. Muchas veces las marcas de juguetes 'juegan' con la ilusión de los más pequeños. Por ello es vital la labor selectiva de los padres.