Consejos

¿Sabes cómo cuidar tu salud sexual?

El 14 de febrero es conocido por ser San Valentín, pero en OCU no solo hablaremos de amor, sino también de sexo, porque también es el Día Europeo de la Salud Sexual. Un momento de lo más apropiado para hacer balance, y tomar nota de algunas ideas que te quiza te ayuden a mejorar la tuya.

14 febrero 2025
salud sexual 14 febrero

Tanto si tienes pareja como si no, es importante gozar de una buena salud sexual y dedicarle un espacio a reflexionar sobre qué haces para mantenerla.

Estamos en un momento en el que la incidencia de infecciones de transmisión sexual (ITS) se encuentra al alza. Las razones del repunte complejas, pero sin duda la relajación de las medidas preventivas que se generalizaron con el miedo al VIH, hoy muy disminuido gracias a los avances terapéuticos, así como nuevos hábitos a la hora de mantener relaciones sexuales, han contribuido al repunte. En concreto, el consumo de alcohol y otras drogas aumenta la desinhibición y facilita que las personas realicen prácticas de riesgo que quizá no mantendrían en otras condiciones.

En cualquier caso, mantener una buena salud sexual no se limita a mantener a raya las ITS. Salud no equivale, simplemente, a ausencia de enfermedad. La esfera emocional desempeña un papel fundamental. 

10 sugerencias para mejorar tu salud sexual

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud sexual como “un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad, no es solamente la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud”.

Esta es la teoría, para llevarla a la práctica te animamos a revisar los siguientes aspectos para gozar de una buena salud sexual:

1. No descuides las medidas de prevención contra infecciones de transmisión sexual (ITS). El uso de preservativo es indiscutiblemente eficaz para evitar la transmisión del VIH. En el caso de otras infecciones en las que la transmisión ocurre por contacto directo entre la piel y las mucosas (como el virus del papiloma humano, el herpes genital o el molusco contagioso) la protección que ofrece es solo parcial, pero aun así es recomendable su uso. 

2. El virus del papiloma humano (VPH) es la ITS más extendida. Se estima que tres de cada cuatro personas pueden haber sido infectadas. Y aunque la gran mayoría no presente nunca síntoma alguno, puede dar lugar a los condilomas o verrugas genitales y a lesiones precancerosas, sobre todo de cáncer de cuello del útero. La vacuna contra el VPH en adolescentes es una forma de combatir la infección, aunque a día de hoy sigue siendo necesario, en el caso de las mujeres, realizar controles ginecológicos periódicos.

3. La fidelidad no garantiza seguridad absoluta. En el caso de las parejas, si de ITS hablamos, solo existen garantías en el caso de que para ambos la otra persona sea su primera pareja sexual y que desde el primer encuentro se hayan mantenido absolutamente fieles la una a la otra. En el caso del VIH, por ejemplo, es posible que tu pareja adquiriese la infección años atrás y que durante todo este tiempo haya estado sin síntomas. Si tienes dudas, ¡lo mejor es hacerse la prueba! Si eres mujer, además, ten en cuenta que hay ITS, como la gonorrea o la clamidia, que pueden pasar desapercibidas o manifestarse con síntomas poco específicos, pero que a la larga pueden desembocar en enfermedad inflamatoria pélvica e incluso infertilidad. 

4. No medicalices tu vida sexual sin necesidad. Tener una mala experiencia puede ocurrirle a cualquiera, e incluso atravesar una época en la que, por distintos motivos, el apetito o el rendimiento sexual disminuye. En estos casos, es habitual preocuparse en exceso y recurrir a medicación, evitando abordar el tema con la pareja (si se tiene) o evitando el sexo en sí, y perder los beneficios de practicar sexo. Estas preocupaciones a veces están detrás de la idea tan extendida de que en el sexo hay que estar a la altura (especialmente entre los hombres) que sólo generan presión, falsas expectativas y a menudo, insatisfacción sexual.

5. El alcohol y el tabaco influyen sobre el rendimiento sexual. Además del desgaste físico que ocasionan los cigarrillos, los fumadores son más propensos a padecer disfunción eréctil. Y aunque el alcohol pueda desinhibir, dificulta la erección y aumenta las probabilidades de realizar prácticas de riesgo.

6. Sigue unos hábitos de vida saludable. Incluye una dieta equilibrada y practica ejercicio físico de forma regular, y cuida tu bienestar emocional. 

7. ¿Qué método anticonceptivo te resulta más cómodo? Si quieres evitar un embarazo no deseado, utiliza el método con el que te sientas más cómodo, ya sea un método natural (siendo consciente de sus limitaciones), hormonal, de barrera o un DIU. No te fíes de la marcha atrás. Aunque posiblemente sea la forma más utilizada en el mundo para tratar de evitar embarazos no deseados, no funciona. Su elevado índice de fallos hace que no lo debas tener en cuenta como método anticonceptivo.

8. La comunicación con tu pareja es fundamental. Tanto si la monotonía o el aburrimiento te impide disfrutar de tener relaciones sexuales satisfactorias, como si es un tema de estabilidad emocional, habla lo más abiertamente posible del tema con él o con ella. Os permitirá conoceros mejor, explorar juntos otras maneras de disfrutar y hacer crecer vuestra sexualidad. Te animamos a identificar con claridad aquellos aspectos o prácticas que te resulten satisfactorias y a sugerir cambios o introducir nuevas prácticas que te apetezca probar.

9. La sexualidad no solo se reduce a la penetración. Besos, caricias, juegos preliminares… son también sexo. No es necesario que la relación sea estrictamente física siempre si los dos sois felices expresando vuestra sexualidad de otra forma. No acomodes tu vida sexual a lo que “la sociedad espera”. Cualquier tipo de relación o práctica acordada con tu pareja es algo que solo os incumbe a vosotros.

10. El sexo no tiene fecha de caducidad. No es solo cosa de jóvenes. Da igual los años que tengas, es posible disfrutar de las posibilidades que en cada momento ofrece la sexualidad, siempre y cuando que sea acordado y consentido mutuamente.

La salud sexual no es cosa de un día, pero hoy es un buen día para pensar en ello.

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