El final de los halógenos

Primero desaparecieron las bombillas incandescentes, después los focos halógenos y ahora le toca el turno a las bombillas halógenas. Les diremos adiós definitivamente a partir del 1 de septiembre de 2018 para dar la bienvenida a la iluminación Led lo que producirá un considerable ahorro energético. Y no nos costará mucho más.
Halógenos, bye, bye
La retirada definitiva de las bombillas halógenas era solo cuestión de tiempo. Su poca eficiencia hacía que nuestro consumo energético estuviera disparado.
Una nueva normativa (Reglamento UE 2015/1428 de la Comisión) obliga a eliminarlas definitivamente, lo que en la práctica supone sustituirlas por la iluminación led: más barata, con una vida útil mayor y que además traerá a un considerable ahorro energético.
Bombillas led, campeonas de la eficiencia
Desde el 1 de septiembre, probablemente encontremos más bombillas led en las estanterías de los comercios. Y aunque hasta ahora eran considerablemente más caras, el aumento de oferta augura una bajada de precios.
Las bombillas led dan la misma cantidad de electricidad pero consumiendo una décima parte. Son hasta 10 veces más eficientes que la antigua bombilla incandescente.
Ahora sabemos que un led proporcionará alrededor de 80 lúmenes / vatio o lo que es lo mismo un tercio más de luz que una bombilla fluorescente compacta normal regular.
- Bombillas halógenas: Entre 12 y 14 lúmenes por vatio de electricidad.
- Bombillas incandescentes: Entre los 11 lúmenes / vatio.
- Bombillas led: En constante evolución, de los 60 lúmenes/vatios de hace 6 años a los 105 lúmenes / vatios de hoy día.
Un poco de historia
El adiós de las bombillas halógenas estaba previsto para septiembre de 2016 al igual que los focos halógenos, pero en ese momento la tecnología led aún no estaba suficientemente madura y tampoco económicamente accesible para sustituir al 100% todas las prestaciones que tienen las halógenas, pero ahora ya sí.
Por eso la organización de consumidores europea BEUC a la que pertenece OCU, y la industria de iluminación, presionamos en su momento para que hubiera una prórroga de dos años. Ese plazo es el que acaba este 1 de septiembre.
Halógenos, bye, bye
Pros: Han mejorado mucho en los últimos años: son las más duraderas con mucha diferencia y las que menos electricidad consumen. Por eso son también las de precio más caro, aunque terminen saliendo más baratas. Tienen la ventaja añadida de que apenas tardan en dar toda su intensidad lumínica.
Contras: Las pegas pasan porque estas bombillas son las más nocivas para el medio ambiente por la cantidad de materiales distintos que se utilizan en su fabricación y porque no reproducen del todo bien el color.
Recuerda que si lo que sustituyes es un foco en lugar de una bombilla, necesitas un LED de 12v (tipo MR16).
Pros: Estas bombillas son las que mejor luz dan, con un color algo más cálido que el resto y buena luminosidad. Además, apenas tardan en ofrecer toda su intensidad lumínica. Ofrecen buena regulación en la intensidad lumínica.
Contras: Duran menos que el resto, unas 2.000 horas, y que consumen bastante electricidad. Por eso, aunque su precio es bajo, terminan saliendo caras, y se ha decidido su desaparición.
Pros: Se trata de una tecnología madura. Consumen poco y son muy eficientes, aunque no tanto como las LED, y en el mercado existe mucha variedad de marcas, por lo que son muy fáciles de encontrar.
Contras: Tardan en lucir a su máxima potencia y no reproducen bien el color, además de que se deterioran más rápidamente, sobre todo si se encienden y se apagan a menudo. A baja temperatura pierden intensidad luminosa.