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Informe
Cómo ahorrar energía
01 marzo 2020

Repasamos algunas medidas sencillas y eficaces para recortar la factura y beneficiar al medio ambiente sin renunciar a la comodidad. Apunta estos trucos que te ayudarán a reducir el consumo de electricidad y gas que están al alcance de cualquiera: la clave es usar de forma más eficiente la calefacción, tus electrodomésticos, la iluminación...
El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía y el 5 de marzo, el Día Mundial de la Eficiencia Energética.
Dos buenas ocasiones para recordar que el ahorro energético es posible, simplemente adaptando algunos hábitos y optando por las alternativas de energía más eficientes. Algunos consejos ya son muy conocidos: apagar la luz al salir de una habitación, aprovechar la luz natural, optar por el bajo consumo... sin embargo otras cuestan más esfuerzo, o incluso requieren una inversión inicial.
Súmate a #QuieroPagarMenosLuz y empieza a ahorrar
Usa los electrodomésticos de manera eficiente
- Si tienes que cambiar algún electrodoméstico, busca aquellos con etiquetas energéticas A+, A++o A+++. Aunque su precio sea algo superior, a la larga salen más baratos porque recortan la factura de la luz.
- Carga al máximo la lavadora y el lavavajillas: ahorrarás más energía que con programas de media carga. Y recuerde que rara vez hace falta agua muy caliente: lavando la ropa a 40ºC en vez de a 60ºC puedes ahorrar hasta un 55% de energía.
- Seca la ropa al aire cuando sea posible. Si la metes en la secadora, procura que esté bien escurrida y sácala algo húmeda: así ahorrarás energía al planchar.
- En la cocina, la placa de inducción consume menos energía que las vitrocerámicas y el gas. Al cocinar también puedes ahorrar usando cacharros del diámetro adecuado y con tapa, aprovechando el calor residual de las cocinas eléctricas, recurriendo a la olla a presión…
Atento al frigorífico: es el electrodoméstico que más consume.
- Si tu aparato tiene más de 12 años, es probable que esté al final de su vida útil y sea momento de cambiarlo. Si es así, no compres un frigo más grande de lo necesario.
- En cualquier caso, colócalo en un lugar fresco y regula su temperatura interior entre 3ºC y 7ºC (la del congelador entre -20º y -18ºC).
- Asegúrate de mantener la parte trasera ventilada y sin polvo.
- Elimina regularmente la escarcha y descongela: bastan 3 milímetros para aumentar hasta un 30% el consumo de energía.
- Evita en lo posible meter comida caliente en el congelador, ese sobreesfuerzo se traduce en más consumo energético.
- Un frigorífico eficiente y en buen estado puede suponer un ahorro del 40%, más de 250 euros al año.
Cuidado con el stand by
No dejes tus aparatos electrónicos en modo de espera o "stand by" y acuérdate de desenchufar los cargadores después de usarlos, ya que siguen consumiendo energía.
Este falso apagado se come hasta un 10% de la factura eléctrica del conjunto de los hogares europeos. y también en tu casa: ese simple gesto te ahorrará un 10% del gasto, unos 60 euros al año.
Calcula tú mismo cuánto te están costando los aparatos en stand by
Luz, mejor natural
- Aprovecha al máximo la luz natural y la luminosidad ambiental que proporcionan los colores claros. Usa para cada actividad (leer, ver la tele, ambiente...) la luz adecuada y limpia con regularidad lámparas y bombillas. Puedes recortar un 25% tu factura
- Apaga las luces que no estés usando: así puedes ahorrar hasta un 25% de tu factura.
- Las bombillas de bajo consumo cuestan más dinero pero compensan: duran mucho más y en comparación con otro tipo de bombillas ayudan a ahorrar buena parte de la energía destinada a iluminación: cambiar las fluorescentes por un LED sipone un ahorro del 50%. Si lo que cambias son bombillas incandescentes, sustituirlas por el LED supone un ahorro energético del 90% de la energía dedicada a la iluminación.
La casa, a la temperatura justa
Una temperatura de la casa adecuada se sitúa en torno a los 20 ºC en invierno y los 25 ºC en verano.
- Bajando la calefacción a 16º C durante la noche puedes consumir un 13% menos. Si haces lo mismo cuando la casa está vacía, el ahorro puede alcanzar el 24%. Si tienes termostato programable, diseña varios programas en función de la hora del día o de si vas a estar en casa.
- No olvides los métodos tradicionales: en invierno mantén las persianas enrolladas y las cortinas descorridas hasta que el sol se ponga; en verano usa toldos, persianas y cortinas para protegerte del calor.
- Un buen aislamiento ayuda a conservar el calor o el frío artificiales: revisa la carpintería de puertas y ventanas, así como los cajetines de las persianas. Cubre las rendijas por las que pueda haber escapes. Si puedes permitírtelo, plantéate una pequeña obra para aislar mejor las paredes e instalar ventanas con doble cristal.
Piensa en alternativas renovables
Si tienes espacio en tu casa, empieza a pensar de otra manera:
- Los paneles fotovoltaicos han ajustado su precio, y se convierten en una interesante alternativa, que te puede permitir producir al menos el 50% de la energía que necesitas, instalar uno de estos sistemas se traducirá en un ahorro medio del 60% de la energía, unos 338 euros al cabo del año. ¿Te interesa?
- Recurrir a un sistema solar térmico para calentar el agua es una inversión que amortizarás en poco tiempo. Una vez amortizado, conseguirás un ahorro medio del 30% al calentar el agua.
El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía y el 5 de marzo, el Día Mundial de la Eficiencia Energética.
Dos buenas ocasiones para recordar que el ahorro energético es posible, simplemente adaptando algunos hábitos y optando por las alternativas de energía más eficientes. Algunos consejos ya son muy conocidos: apagar la luz al salir de una habitación, aprovechar la luz natural, optar por el bajo consumo... sin embargo otras cuestan más esfuerzo, o incluso requieren una inversión inicial.
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Usa los electrodomésticos de manera eficiente
- Si tienes que cambiar algún electrodoméstico, busca aquellos con etiquetas energéticas A+, A++o A+++. Aunque su precio sea algo superior, a la larga salen más baratos porque recortan la factura de la luz.
- Carga al máximo la lavadora y el lavavajillas: ahorrarás más energía que con programas de media carga. Y recuerde que rara vez hace falta agua muy caliente: lavando la ropa a 40ºC en vez de a 60ºC puedes ahorrar hasta un 55% de energía.
- Seca la ropa al aire cuando sea posible. Si la metes en la secadora, procura que esté bien escurrida y sácala algo húmeda: así ahorrarás energía al planchar.
- En la cocina, la placa de inducción consume menos energía que las vitrocerámicas y el gas. Al cocinar también puedes ahorrar usando cacharros del diámetro adecuado y con tapa, aprovechando el calor residual de las cocinas eléctricas, recurriendo a la olla a presión…
Atento al frigorífico: es el electrodoméstico que más consume.
- Si tu aparato tiene más de 12 años, es probable que esté al final de su vida útil y sea momento de cambiarlo. Si es así, no compres un frigo más grande de lo necesario.
- En cualquier caso, colócalo en un lugar fresco y regula su temperatura interior entre 3ºC y 7ºC (la del congelador entre -20º y -18ºC).
- Asegúrate de mantener la parte trasera ventilada y sin polvo.
- Elimina regularmente la escarcha y descongela: bastan 3 milímetros para aumentar hasta un 30% el consumo de energía.
- Evita en lo posible meter comida caliente en el congelador, ese sobreesfuerzo se traduce en más consumo energético.
- Un frigorífico eficiente y en buen estado puede suponer un ahorro del 40%, más de 250 euros al año.
Cuidado con el stand by
No dejes tus aparatos electrónicos en modo de espera o "stand by" y acuérdate de desenchufar los cargadores después de usarlos, ya que siguen consumiendo energía.
Este falso apagado se come hasta un 10% de la factura eléctrica del conjunto de los hogares europeos. y también en tu casa: ese simple gesto te ahorrará un 10% del gasto, unos 60 euros al año.
Calcula tú mismo cuánto te están costando los aparatos en stand by
Luz, mejor natural
- Aprovecha al máximo la luz natural y la luminosidad ambiental que proporcionan los colores claros. Usa para cada actividad (leer, ver la tele, ambiente...) la luz adecuada y limpia con regularidad lámparas y bombillas. Puedes recortar un 25% tu factura
- Apaga las luces que no estés usando: así puedes ahorrar hasta un 25% de tu factura.
- Las bombillas de bajo consumo cuestan más dinero pero compensan: duran mucho más y en comparación con otro tipo de bombillas ayudan a ahorrar buena parte de la energía destinada a iluminación: cambiar las fluorescentes por un LED sipone un ahorro del 50%. Si lo que cambias son bombillas incandescentes, sustituirlas por el LED supone un ahorro energético del 90% de la energía dedicada a la iluminación.
La casa, a la temperatura justa
Una temperatura de la casa adecuada se sitúa en torno a los 20 ºC en invierno y los 25 ºC en verano.
- Bajando la calefacción a 16º C durante la noche puedes consumir un 13% menos. Si haces lo mismo cuando la casa está vacía, el ahorro puede alcanzar el 24%. Si tienes termostato programable, diseña varios programas en función de la hora del día o de si vas a estar en casa.
- No olvides los métodos tradicionales: en invierno mantén las persianas enrolladas y las cortinas descorridas hasta que el sol se ponga; en verano usa toldos, persianas y cortinas para protegerte del calor.
- Un buen aislamiento ayuda a conservar el calor o el frío artificiales: revisa la carpintería de puertas y ventanas, así como los cajetines de las persianas. Cubre las rendijas por las que pueda haber escapes. Si puedes permitírtelo, plantéate una pequeña obra para aislar mejor las paredes e instalar ventanas con doble cristal.
Piensa en alternativas renovables
Si tienes espacio en tu casa, empieza a pensar de otra manera:
- Los paneles fotovoltaicos han ajustado su precio, y se convierten en una interesante alternativa, que te puede permitir producir al menos el 50% de la energía que necesitas, instalar uno de estos sistemas se traducirá en un ahorro medio del 60% de la energía, unos 338 euros al cabo del año. ¿Te interesa?
- Recurrir a un sistema solar térmico para calentar el agua es una inversión que amortizarás en poco tiempo. Una vez amortizado, conseguirás un ahorro medio del 30% al calentar el agua.