Informe

Helicobacter pylori y úlcera péptica

17 enero 2018

La úlcera gastroduodenal o péptica consiste en una erosión de la mucosa que recubre el estómago o el duodeno. Si bien la acidez gástrica favorece la formación de la úlcera, la causa principal es la bacteria Helicobacter pylori. También, el uso de los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) puede fomentar su aparición.

La principal causa de la úlcera péptica es la infección bacteriana causada por Helicobacter pylori. Se trata de una bacteria que está especialmente adaptada para vivir y desarrollarse en los medios ácidos como, por ejemplo, el estómago y el duodeno. Allí se adhiere a la mucosa, dañándola y reduciendo su capacidad de resistencia al contenido ácido del estómago. 

Habitualmente, el Helicobacter pylori se adquiere durante la infancia. De hecho, se considera la infección bacteriana crónica más frecuente en el género humano, ya que se estima que alrededor de la mitad de la población mundial la tiene. Ahora bien, esto no quiere decir que todas las personas sufran por ello síntomas.

Si bien es cierto que no se conoce del todo cómo se contrae, se sospecha que puede ser a través de la comida o el agua.

úlcera péptica

Úlcera péptica provocada por antiinflamatorios

En el caso de úlcera péptica provocada por el consumo de antiinflamatorios no esteroides (AINE), el médico interrumpirá el tratamiento con antiinflamatorios y comenzará el procedimiento de curación de la úlcera con un inhibidor de la bomba de protones (IBP) durante 4 u 8 semanas. Este periodo de tiempo será menor o mayor dependiendo del tipo de úlcera.

Los pacientes que no puedan interrumpir su tratamiento con antiinflamatorios deberán seguir tomando un IBP tanto tiempo como dure el tratamiento con ese AINE concreto.

Síntomas de la úlcera péptica

El síntoma más característico es dolor en el epigastrio, es decir, la zona central y superior del abdomen. Suele describirse como una sensación de ardor o de hambre, el cual suele empeorar 2-3 horas después de haber comido y por las noches cuando el estómago está vacío. En la mayoría de las ocasiones, se alivia al ingerir alimentos o tomar un antiácido.

Otros posibles síntomas de la úlcera son:

  • Sensación de saciarse rápidamente en las comidas.
  • Sensación de hinchazón y ganas de eructar.
  • Acidez de estómago o reflujo.
  • Náuseas y vómitos.

Sin embargo, no todas las personas con úlcera tienen síntomas evidentes. Esto ocurre con mayor frecuencia en las personas mayores.

Úlcera y riesgo de hemorragia

Hay úlceras que no presentan síntomas y que se manifiestan únicamente cuando hay una complicación grave como es el caso de una hemorragia del tracto gastrointestinal. Cuando ésta se produce, la persona vomita sangre o sus heces la contienen, o ambas cosas a la vez. Esta complicación es la causa más común de muerte por úlcera péptica y puede llegar a requerir intervención quirúrgica.

Si los AINE ya de por sí aumentan el riesgo de sufrir una úlcera péptica, existen otros factores adicionales que también favorecen que la situación se complique, dando lugar a una úlcera hemorrágica. Algunos de ellos son:

  • Tener 60 años o más.
  • Haber tenido una úlcera péptica en el pasado.
  • Tomar AINE, junto con ácido acetilsalicílico, con medicación anticoagulante o con corticoesteroides.
  • Tener Helicobacter pylori en la mucosa gastrointestinal.

Aunque la hemorragia del tracto gastrointestinal es la más habitual de las complicaciones, pueden aparecer otras como, por ejemplo, son la perforación o la obstrucción gástrica. Afortunadamente, éstas son menos frecuentes.

Diagnóstico de úlcera por Helicobacter pylori

Ante la sospecha de úlcera péptica, el médico llevará a cabo una serie de pruebas para detectar la presencia de Helicobacter pylori y después de realizar el tratamiento.

Estas pruebas pueden ser:

  • Análisis de sangre: detecta la presencia de anticuerpos antes de comenzar el tratamiento. No sirve para confirmar su eliminación, ya que los anticuerpos frente a esta bacteria siguen estando presentes durante meses y la prueba daría positivo.
  • Test del aliento: se realiza para averiguar la presencia de esta bacteria antes de iniciar el tratamiento, así como para confirmar después que ha desaparecido. Eso sí, y una vez finalizado el tratamiento, hay que esperar al menos cuatro semanas para poder volver a realizarse la prueba.
  • Prueba de detección de antígenos de Helicobacter en heces: se emplea para detectar la infección y para confirmar su desaparición. Es especialmente útil en los pacientes de más corta edad, donde la prueba del aliento es más complicada de llevar a cabo.
  • Endoscopia: además de visualizar el tubo digestivo, esta prueba permite recoger muestras de tejido que serán sometidas a posteriores análisis de laboratorio.

Tratamiento para el Helicobacter pylori

El tratamiento para eliminar el Helicobacter pylori consiste en combinar varios medicamentos:  

  • Inhibidores de la bomba de protones (IBP): son medicamentos que inhiben la secreción ácida del estómago. No combaten la bacteria, pero ayudan a aliviar el dolor y a favorecer la cicatrización de la úlcera. Algunos de estos fármacos son el omeprazol, el esomeprazol, el lansoprazol, el pantoprazol o el rabeprazol
  • Antibióticos: este tratamiento está dirigido a erradicar la bacteria. Algunos de los medicamentos más comunes para tratar el Helicobacter pylori son la amoxicilina y la claritromicina.

El tratamiento suele durar entre una y dos semanas. Es importante hacerlo bien para evitar que la bacteria se vuelva resistente a los antibióticos.

Esta terapia suele funcionar en un 80% de los casos. En el resto, el fracaso se debe a las resistencias de la bacteria a los antibióticos. En esos casos, el paciente tendrá que repetir el tratamiento, pero con antibióticos diferentes.

Si este segundo tratamiento tampoco funciona, es probable que el médico opte por recoger una muestra de mucosa mediante endoscopia con la intención de estudiar en el laboratorio qué antibióticos son los que mejor funcionan en ese paciente concreto.

¿Verdadero o falso?

Actualmente, existen diversas creencias relacionadas con la aparición de la úlcera péptica o con el propio Helicobacter que no están sustentadas por ningún tipo de evidencia. Sin embargo, hay otras que sí son ciertas. He aquí algunas de ellas:

  1. Los fumadores tienen mayor riesgo de desarrollar una úlcera péptica. VERDADERO. El tabaquismo es un factor de riesgo para el desarrollo de úlcera péptica, especialmente en los pacientes infectados con Helicobacter pylori.
  2. Beber alcohol en grandes cantidades es una de las causas de la úlcera péptica. FALSO. No hay evidencia de que el alcohol en sí mismo provoque úlceras pépticas. Ahora bien, sí que es cierto que el alcohol daña la mucosa gástrica y estimula la secreción de ácido.
  3. Beber café es una de las causas de la úlcera péptica. FALSO. A pesar de que el café es un fuerte estimulante de la secreción ácida del estómago y puede producir reflujo gastroesofágico, su consumo no provoca la aparición de úlcera péptica.
  4. La comida picante favorece la aparición de úlcera péptica. FALSO. No hay ningún alimento que provoque esta herida. Sin embargo, sí puede ser irritante.
  5. Alimentos como la leche ayudan en la cicatrización de las úlceras. FALSO. No hay alimentos que favorezcan la curación de esta herida.
  6. El estrés es causa de úlcera péptica. FALSO. No hay evidencia, pero puede empeorar los síntomas.