Propósitos de año nuevo: esta vez, sí
Estamos estrenando un nuevo año. Y como es habitual, también estrenamos una lista más o menos larga de buenos propósitos que, en muchos casos, no sobreviven al 1 de febrero: dejar de fumar, hacer más ejercicio, retomar proyectos olvidados... a menudo esos propósitos de año nuevo implican un cambio de hábitos y estilo de vida. ¿Cómo conseguir que sean un éxito? Toma nota de estos 5 consejos.
Año nuevo, ¿vida nueva?
El comienzo del año es un momento que solemos afrontar cargados de proyectos y buenos propósitos llenos de buena voluntad, de grandes intenciones y fuerzas renovadas alentados también por la presión social y mediática: cuidarte más, perder unos kilos, hacer más ejercicio, dejar de fumar, volver a estudiar... Lamentablemente, en pocas semanas muchos de nuestros nuevos proyectos caen en el olvido. ¿Por qué pasa esto?
- De entrada porque muchos de esos propósitos
inercia, la costumbre o la presión externa... - o bien porque no basta con proponerse algo concreto, sino que normalmente el propósito mismo exige un cambio de hábitos de vida, algo a lo que no siempre estamos dispuestos.
Un motivo u otro, o la suma de los dos, se convierten en el el caldo de cultivo perfecto para que, por lo que sea (falta de tiempo, de dinero, no encontrar el momento adecuado...), esos propósitos de Año Nuevo se quedan en nada.
5 tips para triunfar con tus propósitos en 2025
Para evitar perder nuestro dinero y nuestro probablemente escaso tiempo, es necesario transformar estos própositos en un cambio real de hábitos de vida:
1. Busca tu motivación
Olvídate de la tan manida "fuerza de voluntad", porque no es cuestion de voluntad, sino de motivación, de encontrar algo nos mueva. Igual que un coche necesita gasolina, nosotros necesitamos motivos, objetivos o deseos para hacer una cosa u otra, dejar de hacerla o mantenerla en el tiempo.
Encuentra tus propios motivos y objetivos: escúchate a ti mismo e intenta plantearte qué quieres conseguir, por qué y, sobre todo, para qué, será el horizonte que te mantenga constante en tus metas.
2. Traza un plan
Antes de seguir adelante con el propósito que sea, en la medida de lo posible, anticipa las facilidades y dificultades que crees que vas a encontrar, el esfuerzo que te va a suponer, hasta qué punto estás dispuesto a asumirlo, si encaja en tu vida o si de hecho quieres hacer cambios en tu rutina, etc.
3. Valora opciones
No te lances sin más a apuntarte al gimnasio, a clase de yoga, al club de lectura o a ese curso que tiene tan buena pinta... Busca alternativas y compara y valora opciones, hasta dar con la que más te ilusione.
4. Márcate metas asumibles (y celebra los avances)
Si tu propósito es muy drástico o ambicioso, ve por partes, marcándote pequeñas metas, más asumibles: no te desvías del objetivo y a la vez te estás poniendo las cosas más fáciles; por ejemplo, si quieres estar en forma, puedes empezar por bajarte una parada antes del autobús, subir las escaleras de casa, salir a caminar los fines de semana, salir a correr un rato cada día…
Presta atención también a cada logro que hayas alcanzado: identificar tus progresos y verlos en ti mismo te reforzará en tu esfuerzo, en el plan que te hayas marcado y los objetivos (o propósitos) que te hayas propuesto.
5. Más fácil en compañía
Afrontar solo un cambio de hábitos es más difícil: no dudes en pedir ayuda o consejo (al médico, a un nutricionista), o a buscar en tu entorno a alguien que comparta la misma ilusión que te mueve: hacerlo juntos puede ayudarte a alcanzar tus objetivos.