Cómo mantener buena higiene en la cocina
Durante estos días de confinamiento, cada vez son más los que optan por pasar tiempo en la cocina. Aprovechamos para innovar, preparar alimentos más sanos, compartir actividades o simplemente para entretenernos. No perdamos de vista que la higiene en la cocina es muy importante para mantener las bacterias a raya.

Según la última encuesta realizada por Kantar, durante el confinamiento al que nos obliga el estado del alarma por el coronavirus, los españoles estamos dedicando más tiempo a cocinar: 3 de cada 10 españoles afirma dedicar más tiempo a cocinar que antes del confinamiento, y que las ocasiones que requieren un tiempo de preparación superior a los 30 minutos aumentan en un 6 %. Llenamos la despensa, y el confinamiento es una oportunidad para meternos entre fogones. ¿Es tu caso?
Cocinillas, no descuides la higiene
Está claro que lo que más nos preocupa en estos días es el virus que nos hace estar en casa, pero no hay que bajar la guardia y no debemos olvidar que hay que seguir unas prácticas adecuadas de higiene en la cocina y en el manejo de los productos para evitar enfermedades de transmisión alimentaria.
10 consejos de higiene en la cocina
El objetivo es impedir que las bacterias peligrosas lleguen a nuestros alimentos y evitar que se multipliquen. Mantener la higiene (tanto personal como de la cocina) y una correcta manipulación de alimentos es la forma más eficaz de reducir riesgos.
1. Extrema tu higiene personal. Lávate cuidadosamente las manos, con frecuencia y durante tiempo suficientes, y por supuesto, si vas al baño, si tocas animales, plantas, tierra, etc. Es obligatorio lavarlas bien siempre antes de manipular alimentos.
2. Antes de empezar a cocinar, quítate joyas, reloj, anillos… pueden contener suciedad y microorganismos que contaminen los alimentos que estás manipulando.
3. Evita la presencia de animales cuando estás cocinando y que entren en contacto con los alimentos que vas a comer.
4. Mantén una higiene escrupulosa de las superficies y útiles en contacto con alimentos.
5. Cocina suficientemente los alimentos. Para acabar con las bacterias se necesita calentar el alimento a 65 ºC durante 2 minutos. ¡Ojo con productos que no se han descongelado del todo o que son muy gruesos! Pueden quedar zonas crudas que no han alcanzado esa temperatura durante la cocción.
6. Después de cocinar, refrigera la comida cuanto antes, no la dejes a temperatura ambiente, porque es a esa temperatura a la cual las bacterias se multiplican más rápido. Por la misma razón, las sobras de comida deberán ir a la nevera… o a la basura.
7. Deja los alimentos tapados y bien protegidos: así los protegerás frente a insectos, polvo y otros contaminantes potenciales.
8. Evita la contaminación cruzada: tablas, platos o cubiertos que hayas usado con alimentos crudos, no los utilices otra vez con los cocinados sin haberlos lavado antes. Usa cubiertos limpios al servir las salsas, ensaladas o guisos.
9. Recalienta solo la porción que se vaya a consumir.
10. En la compra, deja para el final los alimentos refrigerados o congelados y ponlos en frío nada más llegar a casa.
A mayor higiene, menos intoxicaciones
Mantener la cocina en buen estado de limpieza, en especial las superficies y utensilios que contactan con los alimentos, es fundamental para evitar intoxicaciones alimentarias. No olvides que, si bien las bacterias mueren por calor, algunas toxinas que producen son resistentes al tratamiento térmico. Por tanto, reducirás el riesgo evitando que las materias primas con las que vas a preparar tu plato se contaminen.