Informe

Menopausia, ¿cuál es el tratamiento más eficaz?

02 octubre 2024
Menopausia tratamientos

02 octubre 2024

Los sofocos y la sequedad vaginal son los dos síntomas más característicos y frecuentes durante la menopausia, aunque no son los únicos. ¿Por qué se producen? ¿en qué consisten? ¿cuál es el mejor tratamiento para la menopausia? o ¿Cómo tratar los sofocos de la menopausia? Te contamos lo que dice la evidencia científica al respecto.

La menopausia o climaterio es un proceso natural que sucede en la vida de las mujeres cuando sus periodos menstruales desaparecen de forma definitiva. Sucede de manera natural en torno a los 45-55 años, una vez que se agota la reserva de folículos ováricos y, como consecuencia, se produce una disminución en los niveles de estrógenos y de progesterona

Síntomas de la menopausia

Son diversas las manifestaciones que se relacionan con la menopausia, desde alteraciones en el estado de ánimo, irritabilidad y ansiedad a problemas de memoria o de sueño, dolores musculares o articulares, etc.

Pero realmente, solo dos grupos de síntomas se han podido relacionar de forma directa con la variación en los niveles de estrógenos y progesterona asociada a la menopausia: los síntomas vasomotores, que es como los médicos llaman a los sofocos, y los síntomas vaginales, causados por el adelgazamiento o la pérdida de elasticidad de las paredes de la vagina.

Sofocos y sequedad vaginal

Los sofocos o síntomas vasomotores consisten en una repentina sensación de calor en la cara, cuello y pecho, que puede ir acompañada de sudoración, palpitaciones y ansiedad. Tienen una duración media de unos 2-4 minutos, aunque en algunos casos pueden llegar a durar hasta 10 minutos. Los sofocos pueden aparecer tanto de día como de noche, pero la aparición de sofocos durante la noche resulta aún más problemática, ya que a la incomodidad que producen hay que sumar que afectan a la calidad del descanso.

La sequedad vaginal se produce debido a la atrofia que sufre el tejido vaginal ante la ausencia de estrógenos. Algunas mujeres, a consecuencia de ello, sienten dolor durante el coito.

El papel del cortisol

Si bien la disminución de estrógeno y progesterona es causa directa de los síntomas vasomotores y la sequedad vaginal, se sabe también que el estrógeno juega a su vez un papel importante en la modulación de la secreción de otra hormona, el cortisol.

El cortisol es una hormona que se conoce popularmente como la hormona del estrés, ya que en condiciones normales aumenta en situaciones de estrés, ya sea físico o psíquico, con objeto de ayudar al organismo a superar dicha situación.Sin embargo, se ha visto que en torno a la fase final de la premenopausia, al disminuir los niveles de estrógeno, aumentan los niveles de cortisol, que vuelven a sus niveles normales una vez instaurada la posmenopausia. 

Se cree que el aumento de los niveles cortisol podría ser, al menos en parte, responsable de esos otros síntomas de la menopausia: depresión, ansiedad, irritabilidad, cambios en el estado de ánimo, fatiga, problemas de memoria y de sueño... Además niveles crónicos elevados de cortisol contribuyen al aumento de peso, aumento de los niveles de azúcar en sangre, aumento de la presión arterial y aumento del riesgo de osteoporosis.

Lamentablemente, por el momento no hay medidas farmacológicas dirigidas a disminuir los niveles de cortisol durante la menopausia y lo único que se puede hacer es contrarrestar los efectos perniciosos del cortisol incorporando, en el día a día, habitos saludables, como explicamos después.

¿Cómo tratar la menopausia?

Para aquellas mujeres que manifiestan síntomas intolerables, hasta el punto que su calidad de vida se ve afectada, existen diversas opciones farmacológicas, siendo la terapia hormonal sustitutiva o de remplazo la más eficaz.

La Terapia Hormonal Sustitutiva (THS) consiste, tal y como indica su nombre, en remplazar de forma externa mediante comprimidos, parches, geles, las hormonas que de manera natural desaparecen durante la menopausia. Existen diferentes presentaciones y principios activos, y dependiendo de la historia clínica, de los síntomas predominantes y de las preferencias de cada mujer el médico prescribirá unos u otros.

La THS, como todo medicamento, puede producir efectos adversos. Los efectos a corto plazo son molestos, pero en líneas generales son de carácter leve y desaparecen a las pocas semanas de tratamiento: sensibilidad en las mamas, retención de líquidos, dolor de cabeza, cambios en el estado de ánimo, náuseas, dolor de espalda, acné, hirsutismo, calambres en las piernas etc. Si estos síntomas persisten en el tiempo el médico puede optar por cambiar de formulación (por ejemplo, de comprimidos a parches), reducir la dosis o cambiar directamente de principios activos. 

Riesgos del tratamiento

No obstante, el problema más serio de la THS son los efectos adversos a más largo plazo. Existe evidencia científica sólida y consistente de que la THS a largo plazo aumenta el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer (cáncer de mama, de endometrio, eventos coronarios, ictus y eventos tromboembólicos). En qué medida ese aumento del riesgo es o no importante depende de cuatro factores: del tipo de THS, de la edad de la mujer al inicio del tratamiento, del tiempo que vaya a durar ese tratamiento y de la propia historia clínica y riesgo individual de cada mujer a sufrir una de estas enfermedades.

Es por todo ello que la THS debe reservarse para aquellos casos en los cuales la intensidad de los síntomas sean tales que afecten a la calidad de vida y limitando la duración del tratamiento al menor tiempo posible, a ser posible como máximo un año.

Es importante que las mujeres discutan con el médico el riesgo individual a sufrir alguno de estos efectos adversos más serios a la hora de valorar si comenzar el tratamiento con alguno de los medicamentos de THR que existen.

Menopausia: tratamientos alternativos

Para aquellas mujeres que no pueden o no quieren usar THR hay otros medicamentos que se pueden usar de forma alternativa para el tratamiento de los síntomas vasomotores (paroxetina, citalopram, desvenlafaxina, clonidina, gabapentina) aunque en líneas generales se consideran que son menos eficaces que la THR. 

Otras alternativas son:

  • La Cimicifuga racemosa, que es una planta medicinal que se puede adquirir como complemento alimenticio o como medicamento sin receta.
  • El uso de los fitoestrógenos, que son compuestos presentes en las plantas parecidos al estradiol humano y, por tanto, con débil efecto estrogénico y que se encuentran comercializados como complementos alimenticios en forma de isoflavonas de soja.

La evidencia científica sobre estos remedios naturales no es consistente y no está claro que sean eficaces en el manejo de los síntomas vasomotores de la menopausia. Además es importante tener en cuenta que ser de origen natural no es sinónimo de inocuo. Por ejemplo, la Cimicifuga racemosa se ha asociado con toxicidad hepática, un efecto adverso de frecuencia desconocida pero grave. O, las isoflavonas de soja, de las que no se sabe que efecto a largo plazo puedieran tener sobre el desarrollo de algunos tipo cáncer estrógeno dependiente.   

perimenopausia y la menopausia

 

Consejos para afrontar la menopausia

La menopausia es un proceso natural y debe afrontarse como tal, pero es cierto que los síntomas que genera pueden ocasionar malestar y afectar al bienestar de la mujer.

Cómo afrontar la menopausia

Es importante tener en cuenta que además de los síntomas fisiológicos ya descritos, hay síntomas psicoemocionales que también pueden resultar incapacitantes: ansiedad y depresión, inestabilidad emocional, dificultades de atención, concentración y memoria...  Es una etapa de profundos cambios vitales, que puede empujar a algunas mujeres a hacer una revisión de la trayectoria de vida y cuestionarse muchas cosas. 

¡Cuidado! En el mercado están proliferando productos dirigidos a hacer de la menopausia “una etapa feliz”, “un momento de crecimiento”, “una oportunidad” … No te dejes engañar: aunque vendan la idea de que el bienestar (o malestar) durante la menopausia depende de ti, la realidad no es tan simple. Ponte en guardia contra los que explotan el negocio de la felicidad.