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Polillas de la ropa: cómo deshacerse de ellas y proteger los tejidos

Las temidas polillas que hacen agujeros en tu jersey favorito no son mariposas nocturnas, sino las larvas de unos pequeños insectos que se nutren con la queratina presente en lana, seda, cuero… esta es la guía definitiva para conocer al enemigo y así poder vencerlo.

23 julio 2025
bicho

Qué son y cómo viven las temibles polillas

Las polillas de la ropa, como Tineola bisselliella y Tinea pellionella, son insectos pertenecientes a la familia Tineidae, conocidos por su capacidad para dañar tejidos naturales. En realidad son las larvas de las polillas, que se nutren de queratina, una proteína presente en fibras de origen animal, las que representan una amenaza significativa para nuestras prendas.

Las temperaturas cálidas y ambientes cerrados favorecen también su proliferación. Pero ha llegado el momento de dejar de compartir nuestro armario con ellas. Hoy vamos a darles un ultimátum: ¡salir del armario ya! Y para lograr cero agujeros vamos a “invitarlas” a hacer las maletas y que no vuelvan jamás.

¿Qué aspecto tienen las polillas de la ropa?

Las polillas de la ropa no llegan a los 2 cm de largo en su etapa adulta, de color beige, con pequeños pelos rojizos en la cabeza y alas estrechas. A menudo se las confunde con las polillas del grano que infestan alimentos almacenados en cocinas y despensas. En la etapa larvaria las polillas de la ropa son orugas de color blanco cremoso que pueden tener más de 1 cm de largo.

El tiempo de desarrollo antes de transformarse en polilla varía considerablemente (de un mes a dos años), dependiendo de la temperatura, la disponibilidad de alimento y otros factores. Las larvas de la polilla de la ropa tejen tubos de seda o parches de telaraña al desplazarse sobre la superficie de los materiales infestados.

¿Dónde se esconden? 

 ¡Las polillas de la ropa eligen lugares oscuros y tranquilos para desarrollarse. Se instalan en armarios cerrados, altillos, trasteros y sótanos, cajones poco ventilados o el interior de muebles pesados. También se esconden bajo alfombras, detrás de cortinas gruesas o entre mantas y ropa almacenada por temporadas. Evitan la luz y el movimiento, por lo que raramente atacan prendas de uso frecuente.

¿Qué comen las polillas de la ropa?

Las polillas adultas ponen entre 40 y 50 huevos diminutos sobre tejidos. En cuestión de días, eclosionan y dan lugar a las larvas que son las que "se comen la ropa"

  • Se alimentan de fibras de origen animal como lana, cachemir, seda, fieltro, cuero, plumas o piel, generando esos característicos agujeros en la ropa. La queratina presente en estos materiales es su principal fuente de alimento.
  • Los tejidos vegetales o sintéticos, como algodón o poliéster, no suelen ser afectados.
  • La ropa usada y sin lavar (con restos de sudor, grasa corporal, cabellos o manchas de comida) es especialmente atractiva, ya que les proporciona además agua y nutrientes esenciales como vitamina B: prendas guardadas sin limpiar o textiles olvidados durante meses son un blanco perfecto. También pueden atacar cojines antiguos, tapizados, peluches, ropa de cama natural o incluso objetos decorativos con base textil.

polilla

No son las únicas amenazas

Además de las polillas, están también los escarabajos de las alfombras, redondos y moteados y que, a diferencia de las polillas, se sienten atraídos por la luz, y sus larvas dejan carcasas de muda como señal visible de infestación. No se alimentan solo de fibras animales, sino también de restos de piel, caspa o plumas. Aunque prefieren seda, lana o piel, pueden afectar textiles vegetales sucios. Otros insectos como los pececillos de plata (silverfish), también atacan tejidos y, aunque prefieren almidón y celulosa, ocasionalmente también van a tejidos sintéticos o naturales manchados con sudor o comida, dejando pequeños agujeros irregulares y manchas amarillentas.

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5 trucos para mantener las polillas a raya

Una vez más, "más vale prevenir que curar", porque una vez dentro del armario, las larvas pueden devorar tus prendas favoritas sin aviso. Con algunos hábitos sencillos para sellarles el paso y eliminar los focos de atracción, podrás mantener tu ropa impecable. Sigue estos 5 sencillos pasos para impedir que las polillas entren en tu armario y tu ropa permanecerá intacta.

Lava antes de guardar

Guarda la ropa absolutamente limpia: nada de restos de sudor, polvo o manchas de comida. Lávalas a máquina o llévalas a la tintorería en seco según la etiqueta. Esto elimina huevos, larvas y el olor que atrae a las polillas.

Recurre a un almacenamiento hermético adecuado

Usa fundas de algodón o cajas de tela (evita el plástico no transpirable) y, si optas por repelentes sólidos (bolas, cristales o escamas), aplícalos siempre dentro de bolsas de plástico de cierre hermético siguiendo al pie de la letra las dosis recomendadas. Así garantizarás concentraciones eficaces sin exponer la ropa, el armario ni a los niños y mascotas a vapores tóxicos.

Evita soluciones ineficaces o peligrosas

Los arcones o cajones de cedro por sí solos rara vez alcanzan concentraciones suficientes de aceite volátil para repeler polillas. Y productos como naftalina o paradiclorobenceno sólo resultan seguros cuando se utilizan en espacios completamente sellados y en las dosis indicadas.

Complementa con repelentes naturales

Coloca sachets de cedro, lavanda, menta o citronela en perchas y cajones. Además de aromatizar el armario, estos aceites esenciales incomodan a las polillas. Renuévalos cada dos o tres meses y comprueba que no manchen las telas.

Revisa periódicamente armario y cajones

Cada cambio de estación vacía tu armario, aspíralo y limpia el interior con agua jabonosa. Aprovecha también para inspeccionar las prendas en busca de pequeñas perforaciones o restos de seda (señal de larvas). Como extra, puedes colocar una trampa de feromonas fuera del armario para detectar a los machos y actuar antes de que la plaga se establezca.

polilla limpiar

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Remedios caseros y profesionales para eliminar las polillas

Si has notado pequeños agujeros en tus prendas favoritas o motitas en el fondo del armario, es probable que estés ante una infestación de polillas. Las larvas de estos insectos pueden arruinar tejidos delicados como lana, cachemir o seda en cuestión de semanas. La buena noticia es que, con una estrategia bien enfocada, puedes erradicarlas por completo.

Aquí te dejamos una guía clara y eficaz para acabar con ellas de forma segura.Tras erradicarlas, mantener una buena rutina de limpieza y almacenaje será la clave para que no vuelvan.

Cómo eliminar las polillas de la ropa

1. Localiza y aísla los focos

Inspecciona bien armarios, cajones, alfombras y ropa. Si encuentras prendas claramente infestadas (con agujeros, larvas o sedas), sepáralas de inmediato. Mételas en bolsas selladas y decide si vas a tratarlas o desecharlas.

2. Lava o congela las prendas afectadas

Lava en caliente (más de 50 °C) todo lo que soporte esa temperatura. En el caso de tejidos delicados, opta por la limpieza en seco o mételos en el congelador durante 24-48 horas: el frío extremo también mata huevos y larvas.

3. Aspira a fondo y limpia con agua jabonosa

Vacía completamente los armarios y pasa la aspiradora por zócalos, rincones, debajo de alfombras y muebles. Aspira también los sistemas de calefacción. Luego limpia el interior de armarios y cajones con agua y jabón neutro. Desecha de inmediato la bolsa de la aspiradora.

4. Recurre a soluciones caseras con aceites naturales

Utiliza bolas de cedro o discos con aceite natural: aceites esenciales de lavanda, cedro, menta, citronela, eucalipto o vetiver, para colocar en cajones y armarios les resulta muy molesto. Es importante renovarlos cada 3-4 semanas para mantener su efecto. Y también puede ser útil el uso de bolsitas con flores secas de lavanda, romero, clavo, tomillo o laurel, cáscaras de limón secas… No solo repelen polillas, sino que también perfuman tu ropa.

5. Aplica tratamientos complementarios

Si hay alfombras o moquetas afectadas, puedes aplicar insecticidas en aerosol específicos para textiles (verifica que el producto indique control de polillas). Presta especial atención a los bordes y esquinas. Nunca uses insecticidas sobre ropa o sábanas directamente.

6. Instala trampas de feromonas

Estas trampas atraen a los machos, interrumpiendo el ciclo de reproducción. Son inofensivas, no tóxicas y permiten monitorizar si la infestación persiste o reaparece.

7. Recurre a un profesional como último recurso

Si tras varias semanas de tratamiento siguen apareciendo polillas, contacta con una empresa especializada en control de plagas. Ellos evaluarán el alcance y aplicarán métodos más agresivos y específicos. A veces se realiza un control natural recurriendo a las inofensivas avispas trichogramma: que se alimentan exclusivamente de huevos de polilla. Se colocan en difusores dentro del armario y desaparecen una vez finalizado su ciclo.

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Preguntas frecuentes sobre polillas

¿Cómo llegan las polillas de la ropa al armario?

Pueden entrar volando por ventanas abiertas, rendijas o conductos de ventilación, pero lo más común es que lleguen “de polizón” en prendas ya infestadas, muebles de segunda mano, alfombras o textiles almacenados. Una vez dentro, si encuentran ropa sucia, fibras naturales y oscuridad, se reproducen rápidamente.

¿Pican a las personas?

No, ni pican ni muerden. Ni los adultos ni las larvas atacan a humanos o mascotas. El daño que provocan es exclusivamente sobre materiales textiles de origen animal.

¿Sirve de algo usar la lavadora?

Las larvas y huevos de polilla pueden eliminarse lavando la ropa a temperaturas altas (60 °C o más), por lo que la lavadora puede ser efectiva siempre que el tejido lo permita. El uso de secadora también ayuda, ya que el calor prolongado es letal para estos insectos. Para prendas delicadas o que no admiten altas temperaturas, se recomienda la limpieza en seco o la congelación durante 24-48 horas.

¿Sigue usándose naftalina contra las polillas?

No, las bolas de naftalina, que antes se usaban habitualmente para repeler polillas, están compuestas por sustancias altamente tóxicas como naftaleno y paradiclorobenceno, ambas clasificadas como cancerígenas y peligrosas para la salud humana y animal. Su uso está prohibido en toda la Unión Europea desde 2008, aunque en otros países aún pueden encontrarse debido a la falta de regulación estricta. Además de su toxicidad, su olor fuerte y su forma atractiva para niños o mascotas las convierten en un riesgo serio en el hogar. 

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