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Adolescentes hiperconectados: crecer en internet entre oportunidades y riesgos

¿Cómo usan Internet los niños y jóvenes de entre 12 y 17 años? ¿Qué riesgos afrontan? ¿Qué medidas se valoran para navegar sin problemas?  Para saberlo de primera mano en OCU hemos hecho una encuesta, porque escuchar sus respuestas es el primer paso para abordar la protección de los menores en línea. Y algo que nos queda claro es que están a favor de mejorar la seguridad online

Información técnica:
17 septiembre 2025
adolescentes

En el año 2025 es impensable dar la espalda a internet. Es en la Red donde los niños y jóvenes buscan información, conectan con amigos, exploran aficiones y forjan su identidad. Pero también donde están expuestos a la ciberdelincuencia, la desinformación, la explotación de datos y la adicción. Los riesgos para los niños en la era digital no son nuevos y están bien documentados: el problema es bien visible; la solución, no tanto.

Conocer de primera mano las experiencias de los chavales, sus preocupaciones y necesidades es una manera más efectiva de abordar las soluciones. Para escucharlos, OCU, junto a otros países de Euroconsumers, ha realizado una encuesta a niños y jóvenes de entre 12 y 17 años.

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1. Retrato de los adolescentes españoles

La encuesta confirma que los adolescentes españoles crecen hiperconectados. Casi todos usan el móvil para acceder a Internet, pasan de media tres horas al día en línea y se inician en redes sociales incluso antes de la edad mínima permitida. Aunque muestran hábitos responsables (cuidan lo que comparten y ajustan su privacidad), también reconocen riesgos: sufren ansiedad si no reciben mensajes o notificaciones, compran influidos por influencers y se sienten expuestos a amenazas digitales. Las familias ponen normas y los jóvenes valoran que existan medidas de protección, pero piden más autonomía y control sobre lo que ven en sus pantallas.

Datos destacados del estudio:

  • 94% accede a Internet desde el móvil.
  • 89% juega a videojuegos, sobre todo los chicos (95%).
  • 69% empezó en YouTube antes de los 13 años.
  • 80% sigue a influencers en redes sociales.
  • 68% ha comprado un producto recomendado por influencers.
  • 45% se ha encontrado con alguna amenaza online.
  • 31% ha sido contactado por algún desconocido.
  • 86% tiene normas establecidas por sus padres.
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2. Se conectan desde el móvil

Es evidente que la adolescencia, la tecnología e Internet van de la mano. El 94% se conecta desde el móvil y combina este uso con el de otros dispositivos como ordenadores (64%), tabletas (41%) o consolas (29%). De media, pasan casi tres horas al día online, aunque uno de cada tres admite superar las cuatro horas diarias. El porcentaje es más alto a partir de los 15 años y en los hogares con dificultades económicas, donde tienen menos oportunidades de realizar actividades extraescolares.

Lo que más les gusta de los dispositivos digitales e Internet es relacionarse con sus amigos y explorar y aprender cosas nuevas.

Gráfico sobre qué es lo que más les gusta a los adolescentes de los dispositivos digitales e internet

La mayoría de los menores considera que pasan demasiado tiempo conectados a Internet. De hecho, el 51% afirma que está intentando limitarlo porque creen que les quita tiempo para dedicarse a otras actividades o a hacer los deberes del colegio. Por desgracia, un 15% reconoce abiertamente que es incapaz de gestionar el tiempo que pasa online.

Gráfico sobre el control del tiempo que pasan los adolescentes conectados en internet

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3. Redes sociales: cada vez antes y cada vez más

El uso de redes sociales es universal. Todos los adolescentes utilizan alguna plataforma y la mayoría está presente en al menos cuatro: WhatsApp, YouTube, Instagram y TikTok son las favoritas. Lo preocupante es la edad de inicio: la mayoría comenzó en YouTube o WhatsApp antes de cumplir 13 años, y casi la mitad lo hizo con Instagram o TikTok a edades más tempranas de lo permitido.

No es de extrañar que las redes ocupen tanto espacio en su vida emocional: un 72% se conecta siempre que puede y un tercio siente ansiedad si no recibe mensajes o notificaciones.

Gráfico sobre porcentajes de adolescentes que empezaron a usar redes sociales antes de los 13 años

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4. Influencers: impacto en el consumo

Un fenómeno que destaca es el papel de los influencers. Ocho de cada diez siguen a creadores de contenido, especialmente en ámbitos como videojuegos, deporte, moda o belleza. Y su influencia es real: siete de cada diez han comprado algo recomendado por un influencer, lo que plantea preguntas sobre la publicidad encubierta y la capacidad de los menores para reconocerla.

Gráfico sobre adolescentes que compran algo por recomendación de un influencer 

La cultura de los influencers tiene una fuerte dimensión comercial. Nueve de cada diez adolescentes encuestados (91%) indican haber comprado al menos una vez un producto o servicio promocionado por influencers, y tres de cada diez (35%) incluso muchas veces.

Estas cifras sugieren que los influencers no solo definen tendencias e intereses, sino que también ejercen presión social y de mercado sobre el público joven. Pero ¿son capaces los adolescentes de detectar cuándo un influencer promociona un producto o servicio porque les pagan por ello? El 48% afirma detectarlo siempre o con frecuencia, un porcentaje similar (49%) solo es capaz de detectarlo algunas veces, mientras que el 3% rara vez o nunca lo detecta.

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5. Algoritmos y publicidad: ¿ayuda o manipulación?

Los adolescentes son conscientes de que las plataformas “aprenden” de ellos. Más de la mitad están satisfechos con las recomendaciones que reciben, pero muchos creen que los algoritmos les hacen pasar más tiempo del deseado en redes y un 65% querría poder decidir más sobre lo que ve.

Con la publicidad ocurre lo mismo: algunos la consideran útil, pero casi la mitad confiesa que acaba comprando cosas que no necesita por culpa de los anuncios personalizados.

Gráfico sobre adolescentes y uso de algoritmos en redes sociales

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6. Seguridad online: avances y lagunas

El 58% afirma haberse enfrentado ya a alguna amenaza online. La más habitual, un extraño que contactó con ellos (31%). Pero también la recepción o exposición a mensajes agresivos contra otras personas con motivo de su edad, género, nacionalidad, religión, raza u orientación sexual (19%); la recepción de contenidos violentos o sexualmente explícitos (10%); el acoso y hostigamiento repetidos (10%) y las amenazas con publicar imágenes suyas personales y sensibles (5%). Tampoco son raras las compras activadas sin ser consciente de ello (15%) y los hackeos de sus cuentas (9%).

La mayoría asegura tomar precauciones: son cuidadosos con lo que publican (90%), revisan las solicitudes de amistad y ajustan sus configuraciones de privacidad. Sin embargo, uno de cada cuatro ha mentido sobre su edad al registrarse en una red social. Además, un 22% reconoce no saber cómo reaccionar si fuera víctima de un ciberataque.

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7. El papel de las familias y la regulación

El control parental sigue siendo importante: el 86% de los adolescentes tiene normas fijadas por sus padres, sobre todo los más pequeños. Supervisar perfiles, limitar el tiempo de pantalla o pedir permiso para instalar aplicaciones son las prácticas más comunes. Aun así, un 10% admite haber buscado trucos para saltarse esas restricciones.

En cuanto a la regulación, los adolescentes apoyan las medidas que les dan más autonomía y protección: valoran, por ejemplo, los canales de ayuda específicos (el 65% los considera muy útiles), el difuminado de contenidos inapropiados (62%) y pop-ups de aviso antes de compartir (57%). Prefieren sistemas de verificación de edad gestionados por las propias plataformas (38%) o vinculados al dispositivo (38%).

En cambio, muestran menos entusiasmo hacia las prohibiciones más estrictas, como limitar el uso del móvil.

Objetivo: navegar con garantías y seguridad

Los datos de esta encuesta, no solo en España sino entre los adolescentes europeos, nos da pistas muy válidas para contribuir a mejorar la seguridad online de los usuarios más jóvenes. Los propios menores plantean propuestas:

  • Que haya canales para reportar contenidos dañinos y recibir ayuda.
  • Que se limite el acceso a los menores de una edad a redes sociales o a determinados contenidos.
  • Que plataformas y apps dejen de monitorizar sus actividades online.

Crecer en un mundo conectado, Internet ofrece a los más jóvenes muchas ventajas y oportunidades, pero también hay riesgos reales de los que los menores son conscientes. Desde OCU trabajamos, en todos los foros a nuestro alcance, para reducir esos problemas y aumentar la seguridad de los usuarios, especialmente de los más vulnerables.

 

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