Restaurar la naturaleza

Un nuevo reglamento europeo
La Unión Europea acaba de aprobar una nueva regulación sobre la restauración de la naturaleza que España tendrá que adoptar en dos años mediante un Plan Nacional de Restauración. A los consumidores nos va a afectar de forma directa o indirecta en muchos aspectos de nuestra vida cotidiana.
¿Por qué hay que restaurar la naturaleza?
Las abejas y otros insectos tienen un papel fundamental en la polinización de las plantas. Pero los plaguicidas, la deforestación, los monocultivos, la agricultura intensiva y la urbanización han hecho disminuir en un 30 % las poblaciones de abejas en Europa.
Menos abejas significa menos polinización, menos plantas, menos frutas y más importaciones de alimentos, lo que se traduce en una menor soberanía alimentaria.
Las abejas son solo un ejemplo. Los suelos degradados producen menos alimentos y ponen en riesgo nuestra capacidad de alimentar a la población en el futuro. Los bosques talados absorben menos CO2 y afectan negativamente a los hábitats de muchos animales y plantas, reduciendo la biodiversidad. La urbanización mal gestionada, como la construcción de viviendas en rieras, aumenta el riesgo de inundaciones. Las playas contaminadas ponen en peligro la salud pública…
¿Cómo están los habitats europeos?
Más del 80 % de los hábitats europeos se encuentran en mal estado y solo el 23 % de las especies vigiladas están saludables, así lo indica un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente. La pérdida de biodiversidad es tan grave que no basta con conservar lo que queda. Es urgente restaurar los ecosistemas para mejorar su salud y proteger la nuestra. La naturaleza no solo nos ofrece belleza, aire, agua y alimentos, sino que también nos ayuda a vivir de manera saludable y a estar mejor protegidos frente a los desastres naturales.
Según la Comisión Europea, cada euro invertido en restauración aporta entre 4 y 38 euros de beneficios.
¿Cómo te afectará el Reglamento de Restauración de la Naturaleza?
Esta regulación permite a cada país tener en cuenta sus diferentes necesidades sociales, económicas y culturales. El Reglamento establece un marco para que los Estados miembros implementen medidas para proteger a los polinizadores y restaurar al menos el 30 % de los ecosistemas degradados de la UE para 2030, y el 90 % para 2050.
- Más zonas verdes en las ciudades. Con esto mejorará la calidad del aire, se reducirá el efecto isla de calor y contribuirá a mejorar la salud mental y el bienestar ciudadano.
- Menos contaminación lumínica. Se reducirá la luz artificial en las ciudades para proteger la biodiversidad. Y con un poco de suerte, ¡podremos volver a ver las estrellas en el cielo!
- Mejor seguridad alimentaria a largo plazo. Restaurar los ecosistemas agrícolas garantizará la producción de alimentos y la soberanía alimentaria en el futuro. Sin embargo, algunas asociaciones agrícolas temen que esta ley reduzca la superficie cultivable y aumente los costes a causa de las inversiones en prácticas más sostenibles. Serán necesarias políticas justas para evitar que los agricultores europeos compitan en desventaja con países extracomunitarios y para que los consumidores no paguemos precios excesivos por los alimentos.
- Más alimentos sostenibles. Habrá más alimentos procedentes de agricultura y ganadería regenerativas, producción extensiva, agroecológicos y de pasto.
- Recuperación de los polinizadores. Se fomentará la recuperación de los polinizadores, esenciales para la multiplicación de las plantas.
- Apoyo empresarial. La Ley de Restauración de la Naturaleza ha recibido un fuerte respaldo de grandes empresas como IKEA, Unilever o Nestlé y ONG ecologistas. Más de 100 empresas firmaron una declaración el 14 en junio de 2023 en la que pedían urgentemente una ley europea ambiciosa y vinculante, destacando que todos somos inversores en la naturaleza.
- Protección frente a desastres naturales: Las zonas restauradas pueden actuar como barreras naturales contra inundaciones y tormentas, además de prevenir la desertificación en áreas vulnerables de España.
- Reforestación. Se plantarán 3.000 millones de árboles en la UE para 2030, priorizando especies autóctonas. Esto mejorará la biodiversidad y controlará la erosión de los suelos. Los bosques actúan como sumideros de carbono, ayudan a mitigar el cambio climático, regulan el clima y contribuyen a purificar el aire y el agua.
- Restauración de ríos. 25.000 km de ríos volverán a ser de flujo libre, lo que mejorará los ecosistemas acuáticos y la biodiversidad, además de proporcionar espacios para el ocio y el deporte.
- Prevención de incendios. Un mejor manejo de los bosques y la restauración de ecosistemas puede reducir la propagación explosiva de incendios forestales.
- Menos riesgo de enfermedades zoonóticas. Mejorar los ecosistemas ayudará a prevenir enfermedades que se transmiten de animales a humanos.
- Moderación del cambio climático. Restaurar ecosistemas y aumentar la captura de carbono en suelos y bosques reducirá los gases de efecto invernadero.
- Turismo rural. Más áreas naturales recuperadas promoverán el turismo rural y el ecoturismo.
- Sensibilización ciudadana. Mejor información para los ciudadanos sobre la importancia de la conservación de la naturaleza.
¿Qué puedes hacer tú para cuidar la naturaleza?
Estos 5 consejos fáciles de seguir en tu día a día pueden ayudar a preservar la naturaleza que nos rodea:
- Compra alimentos de temporada.
- Reduce el desperdicio alimentario planificando las comidas y utilizando las sobras.
- Prefiere, si te lo puedes permitir, productos ecológicos y alimentos de producción extensiva y agroecológica.
- Cuida el entorno natural: no ensucies las playas, senderos o ríos.
- Adopta un estilo de vida de “menos es más”, compra solo lo que necesites y elige productos duraderos para no explotar innecesariamente los recursos naturales.
OCU pide máxima participación
Desde OCU pedimos que se incluya la máxima participación pública en el proceso de adopción de esta nueva regulación europea, incluyendo a agricultores, ganaderos y asociaciones de consumidores.
Restaurar la naturaleza significa más que proteger o no dañar. Es ir un paso más allá y renaturalizar entornos degradados con un alcance amplio: no solo protege áreas específicas, sino que abarca todos los entornos naturales, como bosques, ríos, lagos, humedales y hábitats marinos.