Agricultura y ganadería regenerativas
Para una producción de alimentos más sostenible
¿Has oído hablar de la producción agroecológica? ¿Y de la agricultura o ganaderías regenerativas? Son estrategias pensadas para una producción más sostenible y respetuosa con el entorno, que se fomentan a todos los niveles desde Europa. Respondemos a algunas preguntas básicas sobre ello.

¿Qué es la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa tiene como objetivo evitar las consecuencias negativas de la actividad agraria, buscando beneficiar al suelo, revitalizarlo y mantener su productividad y fertilidad para el futuro. Además, se busca “rescatar” otros terrenos que están en desuso, suelos de cultivo que no se están labrando, o zonas cercanas.
Las técnicas de agricultura y ganadería regenerativa no se limitan a la producción de alimentos, sino que además
- Mejoran la calidad del suelo y el entorno,
- priorizan la sostenibilidad ambiental,
- contribuyen a mejorar la biodiversidad,
- fomentan una economía circular.
¿En qué consiste la agricultura regenerativa?
Estas técnicas pretenden usar menos abonos, fertilizantes y pesticidas químicos y tener un menor impacto en la biodiversidad y fijar más carbón al suelo hacer una agricultura y ganaderías más circulares. Se eliminan tratamientos mecánicos, químicos y físicos para unos cultivos más respetuosos. Así:
- Se recurre al uso mínimo de herbicidas y pesticidas.
- Se usan cultivos de cobertura durante todo el año, para no dejar el suelo descubierto y evitar así su erosión.
- Recurren a la rotación de cultivos, una buena opción porque los riesgos de plagas son más frecuentes en los monocultivos
- Se usan técnicas agroforestales y agropastoriles: se utiliza siembra directa y el suelo se laborea poco o nada.
- Se incorpora la ganadería a la producción agrícola: la agricultura regenerativa proporciona forraje y material de pastoreo.
- En contrapartida, se usan los pastos de forma directa y se aprovechan los restos de cosechas. También se usan los excrementos de los animales de granja para abono de terrenos de cultivo. Se recurre a compost preparado con las partes no utilizables de los cultivos, restos…
Entre los beneficios de este tipo de agricultura están:
- la captación de carbono hasta llegar incluso a neutralizar las emisiones a la atmósfera,
- la reducción de la contaminación del agua y del suelo,
- la mejora de la biodiversidad.
Con todo eso se disminuye el impacto de la agricultura y la ganadería en los gases de efecto invernadero y otros impactos medioambientales.
¿Qué es la ganadería regenerativa?
La ganadería regenerativa, por su parte, se basa en la ganadería extensiva o de pastoreo. También se van rotando los pastos, recuperando la trashumancia, llevando a los animales a las zonas más favorables en cada. momento.
Con estas prácticas:
- se aprovechan recursos,
- se favorecea la eliminación de malas hierbas del campo y de los montes, que disminuye el riesgo de incendios,
- los suelos están mejor abonados, de forma orgánica,
- hay un mejor control de plagas, pues los animales consumen algunos insectos o moluscos perjudiciales para los cultivos.
En resumen: la agricultura y ganadería regenerativas no son nada nuevo, pero sí una forma de hacer agricultura que recupera lo mejor de la explotación primaria tradicional buscando volver a conectar la agricultura y ganadería entre sí y con los sistemas agroecológicos donde se producen (montes, bosques , campos …).
¿Es menos rentable esta forma de producir alimentos?
Muchos productores y sus organizaciones piensan que estas prácticas conservadoras pueden reducir significativamente las cosechas, provocando un incremento de precios o una merma de rentabilidad. Sin embargo no tiene por qué ser así:
Un reciente estudio publicado en Natures sustanibility (que valora, a largo plazo, la aplicación de prácticas agroecológicas) concluye que:
- La clave está en una adecuada planificación: estas técnicas, bien planificadas, no disminuyen los rendimientos de los cultivos.
- También es vital la formación de las partes implicadas, los productores, los ganaderos, las empresas locales… para promover la economía circular.
Los consumidores deberíamos poder acceder a la información sobre cómo se producen los alimentos, para conocer el impacto medioambiental, social y económico que tiene su producción: solo así podremos comprar de una forma responsable. Hasta entonces, las únicas alternativas para quien quiera apostar por la sostenibilidad son optar por el cultivo ecológico o también por la venta directa a productores.