Carne de pollo
La carne de pollo es muy magra, tiene muy poca grasa infiltrada y la mayoría está debajo de la piel, así que, si la eliminamos, retiramos también la mayoría de la grasa.
La carne de pollo es muy fácil de comer y digerir, ya que tiene muy poco colágeno.
Además, es rica en agua.
Desde el punto de vista de los micronutrientes, la carne de pollo tiene la misma cantidad de vitaminas y minerales que otras carnes, pero menos hierro. Al ser menos grasa que otras carnes, su contenido en colesterol es menor. Si se consume con piel, el aporte en colesterol será similar a otras carnes.
Es muy frágil desde el punto de vista microbiológico: al tener más agua es más fácil que crezcan los microorganismos, patógenos o alterantes. No se suele comer nunca es la carne cruda, ya que no resulta buena por su escaso sabor y su fragilidad microbiológica.
El pollo es una carne muy versátil. Es posible preparar el pollo con diferentes adobos, salsas, o técnicas culinarias: frito, cocido, en ensalada, asado...

Piezas
El pollo se vende cada vez más despiezado, en alas, alas unidas, muslos, contramuslos, muslo más contramuslo, pechuga, cuarto trasero y cuartos traseros unidos, medios y cuartos. Estos son algunos de los usos que se le puede dar al pollo en la cocina:
Para filetes lo más utilizado es la pechuga, aunque también se suelen sacar filetes del contramuslo, y son más jugosos y ricos en grasa (aunque se hacen sin la piel), pero menos bonitos y limpios a la vista. Los filetes se pueden preparar a la plancha, empanados o, para compensar el escaso sabor, en adobos o con especias.
Para asar, si no se cocina el pollo entero lo más habitual es preparar los contramuslos o los cuartos traseros. También en ocasiones se hacen alas a la salsa barbacoa, por ejemplo.
Para freir, lo más utilizado son las alitas, aunque también se puede cocinar el pollo entero cortado en trozo pequeños o los contramuslos cortados a la mitad, e incluso los muslos, pero al ser más gruesos es difícil que se hagan bien por dentro.
Para los guisos se usa habitualmente usar pollo entero. Se pueden guisar los muslos, los contramuslos o los cuartos traseros. Para los guisos es más adecuado un pollo de corral, criado al aire libre, ya que tienen más grasa y, por lo tanto, más sabor, y resultan más sabrosos.
Para los caldos se suelen utilizar gallina más que pollo.