Sandía: propiedades y beneficios
Con o sin pepitas, con pulpa rosa, roja o amarilla, más grandes o más pequeñas, incluso cuadradas... Hay sandías para todos los gustos. Su alto contenido en agua y bajo en azúcares y calorías hacen de esta fruta un alimento refrescante y ligero, típico del verano. Te ayudamos a elegirlas, a consumirlas con seguridad y a prepararlas también en zumo o gazpacho.
Rica fruta de verano
La sandía junto con el melón son las frutas estrella de esta época del año, un fresco y dulce refrigerio que viene bien en cualquier momento del día. Cada español toma de media unos 8 kg de sandía al año, concentrados principalmente durante los tres meses de verano.
¿Quieres saber qué más puedes encontrar en las fruterías y que sea de temporada? La respuesta la tienes en nuestro Calendario de frutas y verduras:
Frutas y verduras: cuándo es su temporada
Familia del melón y el calabacín
Si tienes curiosidad botánica, debes saber que la sandía, o Citrillus lanatus, es una fruta redondeada u ovalada, de la familia de las cucurbitáceas, a la que también pertenecen las calabazas, los calabacines, los pepinos o el melón. Son en su mayoría plantas anuales trepadoras, con sus tallos y hojas cubiertos por pelillos. Se cultivan durante los meses cálidos y suelen dar frutos de gran tamaño. En el caso de la sandía, las destinadas al consumo humano suelen pesar entre 5 y 7 kilos. Son frutos dulces y que contienen una gran cantidad de agua en su interior.
¿De dónde vienen las sandías?
En España tenemos gran la suerte de que la mayoría de las sandías estivales son de producción nacional, normalmente de la zona sur de la península. Y ya sabes que elegir productos vegetales de cercanía siempre es más sostenible.
Pero de un tiempo a esta parte, en las tiendas se ven también muchas sandías procedentes de Marruecos, cuyo volumen se ha incrementado hasta 10 veces en la última década y que compite con la sandía nacional en época estival.
En invierno también es posible encontrar sandías, pero estas van a ser de importación, principalmente de países situados en el hemisferio sur, como Sudáfrica o Brasil.
Las sandías más comunes
Algunas variedades y tipos de sandías ya se han convertido en habituales, pero otras son todavía una rareza en los comercios españoles.
Negras o rayadas
Básicamente en el mercado podemos encontrar dos tipos de sandias fácilmente reconocibles por los consumidores:

- La sandía negra (arriba a la izquierda), que en realidad es de un todo verde muy oscuro. Su forma es redondeada y tiene pepitas muy abundantes y duras. En este grupo encontramos algunas variedades, como la Sugar baby (con pulpa de color rosa y no excesivamente dulce), la Crimson sweet (pulpa roja y muy dulce), Resistent (pulpa roja y muy dulce) o Fashion (pulpa rosada y no excesivamente dulce).
- La sandía rayada (arriba a la derecha), también llamada sandía sin pepitas. Una de las variedades más habituales es la Reina de corazones, de corteza rayada con un verde claro intenso alternando rayas oscuras, una pulpa roja y un sabor muy dulce.
Sin pepitas (o con muy pocas)
Las sandías "sin pepitas" son el resultado del cruce de diferentes variedades. Las primeras sandias sin semillas se produjeron a mediados del siglo XX. En la actualidad este tipo de sandías sin pepitas son muy apreciadas por los consumidores.
En realidad son frutos con semilla, pero no viables, ya que no les permiten reproducirse. Y, como esas semillas son poco abundantes, de pequeño tamaño, blancas y tiernas, se dice que son sandías "sin semillas".
También hay sandías amarillas
En los últimos años podemos encontrar en el mercado sandías con pulpa amarilla, las también llamadas “sandías-melón”. Son toda una innovación en el mundo de la fruta. Son productos fundamentalmente de origen nacional y se empezaron a producir en la zona de Salamanca.
Su color no es ni más ni menos que producto de la presencia de un tipo de carotenoides que proporcionan ese color, similar a los que proporcionan el color rojo intenso o rosa, en función de las variedades. Aparte del color, sus características son similares a las tradicionales sandías, aunque de tamaño ligeramente menor.
Incluso sandías cuadradas
En ocasiones nos podemos encontrar con fotos de sandías que tienen determinadas formas, como de corazón o cuadradas. No dejan de ser un fruto atípico que algunos productores consiguen. Pero no tiene mayor truco: se mete el fruto que está saliendo dentro de un molde transparente con una determinada forma y ya está. Así, cuando el fruto crece, adquiere la forma de dicho contenedor.

En España este tipo de productos no son habituales. Además, su precio puede ser astronómico, como ocurre en algunas tiendas de Japón que se dedican a vender este tipo de productos, como si fueran artículos de lujo.
Propiedades y beneficios para la salud
¿Qué nos aporta una sandía? La respuesta está en su composición y sus propiedades nutricionales:
- La sandía tiene un alto contenido en agua, cerca del 92%. Esto la hace ideal para hidratarse en los meses de fuerte calor y contribuye a que posea, además, un bajo contenido en azúcar y poca fibra, si la comparamos con otros tipos de fruta.
- Su contenido calórico es bajo: unas 20 kcal por 100 g de porción comestible.
- Pese a ser dulce, su contenido de azúcar es de los más bajos, apenas un 5% de la parte comestible.
- Como otras frutas presenta una buena cantidad de minerales, como el potasio, y vitaminas, como la vitamina C y la provitamina A representada por los carotenoides que son los pigmentos que dan el color a la pulpa de la sandía, y que son dos buenos antioxidantes.

Los beneficios de incluir sandias en la dieta son claros:
- Permite hidratarnos comiendo, lo que es especialmente interesante en los meses de calor.
- Su bajo poder calórico, debido a su elevado contenido en agua, y su baja cantidad de azúcar hace que podamos comer una porción grande (alrededor de 200 g de parte comestible). Esto la hace ideal para las personas que deban vigilar el consumo de azúcar o de peso.
- Puede ser el sustituto ideal (y sano) de los postres azucarados (lácteos, helados, bollería, etc.) en las comidas principales o en las meriendas.
Consejos para comprar las sandías
Elegir una buena sandía no es un proceso sencillo, si bien con unos pequeños consejos podremos hacernos con una buena pieza:
- Cómpralas mejor cuando sea su temporada (desde mayo hasta principios de septiembre) y preferiblemente producto nacional que es más sostenible.
- Habitualmente se venden en contenedores de gran tamaño repletos de sandías. Es preferible escoger aquellas que están en la parte superior y comprobar siempre que la corteza está firme y dura, sin zonas blandas que puedan ser sintomáticas de que han sufrido un golpe.
- Escoge siempre productos sin defectos aparentes, grietas o golpes.
En las sandias siempre hay una zona de color más claro, que es donde se apoya la sandia en el suelo, eso no es un defecto. - La zona del pedúnculo no debe estar muy seca y debe oler a fresco.
¿Merece la pena comprar sandías por mitades?
Si sois pocos en casa, la mejor opción puede ser comprar una sandía ya partida y llevarte un trozo envuelto en un film de plástico. En muchas tiendas y supermercados ya se ven mitades de sandías, aunque a un precio por kilo superior al de la pieza entera.
La ventaja de comprar sandías por mitades es que ayuda a evitar el desperdicio alimentario. Pero, atención, la AESAN advertía de los riesgos de comprar este tipo de frutas ya partidas, porque en muchas ocasiones se encuentran a temperatura ambiente. Se debe evitar escoger piezas muy maduras, evitar exponerlas al calor, y refrigerarlas lo antes posible. Si esto no es posible evita comprar mitades.
¿Y envasadas?
A lo mejor lo has visto alguna vez: una ración de sandía ya la troceada, sin cáscara, en un envase cerrado. Para alguna ocasión puede ser una opción. Pero es una forma cara de comer sandía. Lo comprobarás al mirar el precio por kilo.

¿Cómo conservar las sandías?
En casa se puede guardar la pieza entera de sandía durante días a temperatura ambiente, procurando evitar zonas de intenso calor o sol directo.
En cuanto abras la sandía, conviene refrigerarla lo antes posible. Acuérdate de meterla en la nevera tapada con un film, para evitar que atrape olores no deseados. Dentro del frigorífico, puedes dejarla en la parte menos fría.
También en zumo o en gazpacho
La sandía no solo se puede consumir como fruta fresca, también puede servir como base para elaborar ricos zumos o apetitosos gazpachos, lo que puede ser útil cuando tengamos una pieza muy grande o esté un poco madura.

- RECETA DE ZUMO DE SANDÍA
Es una buena forma de aprovechar esa sandía que nos ha salido demasiado madura o que, por el contrario, está falta de dulzor.
Para elaborar el zumo primero debemos retirar la cáscara y las semillas. Conviene mezclar una parte de limón por cada cinco partes de sandía.
Si la sandía estaba madura no es necesario añadir azúcar; en caso contrario, se puede añadir azúcar o un edulcorante.
Este zumo es preferible servirlo frío.
- RECETA DE GAZPACHO DE SANDÍA
Una estupenda alternativa al tradicional gazpacho de tomate es sustituir la mitad del tomate por sandía.
Los ingredientes para unas 6 personas son:
500 g de tomate maduro
500 g de sandía madura (quitando las pepitas)
1 pimiento verde pequeño
Medio pepino
100 gramos de pan duro
1 diente de ajo
1 vaso de agua
Vinagre y aceite de oliva virgen extra.
Tritúralo todo con la batidora y también sírvelo frío.