Dieta Flash

Descripción

La dieta Flash nos promete perder peso (7-10 kg/mes) sin pasar hambre y sin provocar el efecto rebote (yo-yo). La gran pérdida de peso (cerca del 80 %) se realiza en la fase inicial o plan de ataque, que dura unos 15 días y durante los cuales se reduce de forma radical la ingesta de hidratos de carbono, que son sustituidos por preparados proteicos. Durante esta fase hay formación de cuerpos cetónicos y es necesario recurrir a complementos de vitaminas y minerales. Después hay una fase de reeducación alimentaria para adquirir buenos hábitos y así aprender a comer una vez perdido el peso.

Comentarios

La OCU desaconseja cualquier dieta que sea desequilibrada, aunque con ella se consigan pérdidas de peso rápidas. Existen razones para todo ello: cuando las dietas son muy bajas en calorías, el metabolismo basal del organismo disminuye y se adelgaza menos. Por otro lado, el organismo se prepara para, cuando reciba más calorías, acumularlas en forma de grasa y así prevenir futuras carencias (efecto "yo-yo"). Además, no se puede pasar por alto el riesgo de sufrir carencias nutricionales importantes. Y de forma general, no conviene adelgazar más de medio kilo o, como mucho, un kilo por semana. Lo que se pierde enseguida se recupera fácilmente.
Ninguna estrategia para adelgazar ha mostrado efectividad inmediata y mantenida en todos los grupos de población.

Evaluación

Se trata de una dieta hiperproteica, por la tanto desequilibrada y que conlleva ciertos riesgos para la salud. En esta dieta, al menos en la fase inicial, no hay verduras ni hidratos de carbono complejos (patata, pan, pasta, arroz u otros cereales); la alimentación se conforma principalmente de preparados proteicos que venden (donde está el negocio). El objetivo es movilizar nuestras reservas energéticas (al principio glucógeno y luego grasas) para así adelgazar. La pérdida de peso, por lo tanto es rápida. Pero existen una serie de inconvenientes:
- la sobrecarga del funcionamiento del hígado y de los riñones;
- la producción de cuerpos cetónicos que, a partir de ciertos niveles, pueden ser tóxicos para las células nerviosas;
- los calambres y la fatiga debido a la falte de azúcar;
- el estreñimiento causado por la falta de fibra y la carencia de vitaminas y minerales.
La pérdida de peso se consigue por las calorías que no se ingieren. Nada tiene que ver la mayor o menor presencia de las proteínas, hidratos de carbono o grasas que forman la dieta. La EFSA considera que no existen pruebas científicas para asociar el consumo de proteínas con ventajeas en el control de peso corporal.