Hoy he recibido un paquete en mi domicilio mientras me encontraba trabajando. La mensajera, tras confirmar la dirección, indicó de manera tajante que o me dejaba el paquete en la entrada y yo debía bajar a recogerlo, o procedería a devolverlo.
En este momento tengo el tobillo lesionado por un periodo de dos semanas, y además, en esta zona reside gente mayor. En ningún momento durante el proceso de compra se mencionó que el servicio de entrega no era apto para personas con movilidad reducida.
Para empeorar la situación, no he podido contactar con nadie del servicio de atención al cliente. El número de teléfono proporcionado resulta ser una fachada que únicamente informa sobre el estado del envío, sin ofrecer una solución a los problemas de entrega.