El 29 de marzo de 2021 adquiero una Mambo 10090 y, tres semanas después, la jarra de acero inoxidable empieza a oxidarse. El 16 de abril establezco contacto telefónico con la empresa y, tal y como me piden, envío tres fotografías en las que se aprecia la aparición del óxido. El 3 de mayo de 2021, y tras haber recibido un correo electrónico en el que se me indica que se ha cerrado el caso, pero no se me indica cuál ha sido la resolución, vuelvo a ponerme en contacto telefónico con la empresa y su agente me explica que lo han cerrado por determinar que se ha tratado de una mala limpieza de la jarra, algo totalmente falso, en primer lugar, porque una mala limpieza no es motivo de oxidación, y en segundo lugar, porque mi trato a la jarra ha sido totalmente correcto, ya que se trata de una jarra que incluso es apta para lavavajillas y, a pesar de ello, solo la hemos lavado a mano y con estropajo suave, secándola siempre después con paño de algodón y dejándola desmontada para su ventilación hasta unas horas después. Hoy, 5 de mayo de 2021, me envían un correo electrónico en el que se me informa de que la garantía no cubre daños estéticos, pero el óxido en un recipiente destinado a cocinar no es un daño estético, sino un defecto de fabricación que invalida la jarra para su uso.Por eso, solicito la entrega de una jarra de acero inoxidable nueva que no esté defectuosa.