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Menores en locales de juegos y apuestas

OCU comprobó en 2018 que los menores de edad podían acceder a algunos locales de juego y apuestas. Ahora, un estudio europeo señala que los jóvenes apuestan dinero en esos establecimientos. Nada de esto debería estar ocurriendo. OCU solicita más medidas para protegerlos y evitar que el juego se convierta en un problema.

02 agosto 2021
Local de juego y apuestas

Locales accesibles para los menores

La proliferación de los locales de juego y apuestas que se ha producido en estos últimos años ha generado alarma social y OCU está implicándose en la búsqueda de soluciones. En 2019 pusimos en marcha una campaña para frenar el auge de la publicidad de estas actividades y, gracias a las miles de personas que nos apoyaron, conseguimos ese objetivo: en 2020, el Gobierno cambió la legislación que regulaba esa publicidad.

Ahora ponemos el foco en el juego presencial, porque la distancia y el acceso a estos locales de juego y apuestas influye, y mucho, sobre estas prácticas, que además pueden suponer un riesgo para los más jóvenes. La deficiente regulación sobre la apertura de los locales de juego y apuestas, o la distancia que deben mantener sobre colegios y parques infantiles es un problema evidente, pero no el único: el acceso de los menores de edad a esos locales también nos preocupa. Por eso OCU ha puesto en marcha otra campaña de recogida de firmas:

Pongamos distancia: apostar no es jugar

Nuevo estudio de la UE sobre menores y juego 

Como OCU comprobó a través de un estudio propio, los menores de edad pueden entrar y apostar en este tipo de locales. Ahora, el informe ESPAD 2019 , que ha realizado el Centro Europeo para la Monitorización de las drogas y adicciones (EMCDDA) de la UE, aporta nuevos datos sobre este tema. ESPAD son las iniciales en inglés de Encuesta Escolar Europea sobre Alcohol y Otras Drogas.

Otra prueba de que los menores efectivamente juegan y apuestan

En esta encuesta han preguntado a chavales entre 15 y 16 años si habían jugado en el último año. El 17% de los encuestados había jugado dinero de forma presencial y a esto es a lo que han destinado distintas cantidades:

  • El 52% a distintos tipos de loterías.
  • El 41% a juegos de cartas o dados.
  • El 41% para realizar apuestas deportivas o de carreras de caballos, galgos, etc.
  • El 17% en máquinas tragaperras.

El EMCDDA, además, ofrece una estimación de la población juvenil que tendría un problema con el juego: 

  • El 10% muestra un comportamiento de juego excesivo, casi el doble entre los chicos que entre las chicas (12% vs. 5,8%).
  • El 3,2% tendría un problema de juego, el 4% entre los chicos de 15 y 16 años, y el 1,9% entre las chicas.

¿Una alternativa de ocio más?

Las actividades de ocio y tiempo libre están relacionadas con lo que se considera normal, tolerable o aceptable en cada momento, según el contexto o la situación social. Como indican en ese estudio de la UE, nuestros jóvenes están creciendo en un entorno en el que estas actividades se están normalizando, ven cada día como adultos y otros chicos y chicas de edades parecidas juegan o apuestan.

En gran medida, esto viene facilitado por la disponibilidad del juego en el entorno de los más jóvenes: influye tanto la cantidad de estos establecimientos como su accesibilidad, es decir, la posibilidad de entrar en ellos para jugar o apostar. Y aunque estas prácticas no impliquen desarrollar un problema con el juego, sí lo hace más probable: 

  • Un estudio de la Dirección General de la Ordenación del Juego (DGOJ) del año 2015 ya indicaba que casi la mitad de los adultos que mostraban este tipo de problema se había iniciado al juego siendo menores de edad (45%). 
  • Otras investigaciones más recientes indican que la edad media de las personas en tratamiento por un problema de juego está descendiendo hasta los 23 años. En muchos casos, esto supone haberse iniciado en el juego siendo menores, como demuestra la última Encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España (ESTUDES), en la que encontraron que casi el 23% de los jóvenes españoles entre 14 y 18 años jugaba dinero de forma presencial

Si crees que algún menor está empezanto a tener problemas con el juego y necesitas orientación para poder ayudarle, puedes contactar con el teléfono gratuito 900 101 851 de nuestra Línea OCU Salud, un servicio exclusivo para suscriptores de la revista OCU-Salud.

Descubre la Línea OCU Salud

Objetivo de OCU: incrementar los controles de acceso al juego 

La ley dice que los menores de edad no pueden jugar a la mayoría de estos juegos y tampoco pueden acceder a los locales de juegos y apuestas. Pero esto no se está cumpliendo. OCU considera que es urgente tomar medidas para impedir el acceso a estos establecimientos de quienes no han cumplido los 18 años.

Hace falta incrementar la protección a los menores frente a los riesgos del juego porque sus efectos ya se están viendo: los problemas en relación con el juego, y todo lo que ello conlleva, están presentes entre los más jóvenes. También es necesario educar y concienciar sobre los peligros de las apuestas y el juego, y sobre alternativas de ocio saludables; aumentar al menos a 500 metros la distancia entre estos locales y las zonas vulnerables o limitar su proliferación... Por eso, te pedimos que te unas a nuestra campaña, porque apostar no es jugar:

Apoya nuestra petición "Pongamos distancia: apostar no es jugar"