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Organiza tu presupuesto y estira tu dinero

Si tu economía doméstica no marcha, es hora de poner manos a la obra para organizarla y que te alcance para todo. Pero eso pasa por hacer un buen retrato de tu presupuesto familiar. Te ayudamos a entender la mecánica de esta operación y a hacerla. ¡Es nuestra especialidad!

19 marzo 2025
Organiza tu presupuesto familiar y estira tu dinero

No todo el mundo es hábil administrando el dinero familiar. Sin embargo, no es difícil aprender y merece mucho la pena. Además, el mayor esfuerzo lo tendrás que hacer al principio, cuando elabores tu primer presupuesto, pero una vez aclarado el punto de partida, todo será más fácil. En cuanto al punto de llegada, la idea es poder hacer varias cosas:

  • Garantizar unos mínimos: pagar tus gastos ineludibles y disponer de un colchoncillo para imprevistos, todo ello sin agobios.
  • Aspirar a algo más: poder darte algún capricho e ir ahorrando con vistas al futuro.

No olvides el escenario

Aquí vamos a hablar de como sanear tu presupuesto, pero lo primero es ponerle el marco a ese presupuesto, o sea, conocer el patrimonio que te respalda. Se trata de apuntar el valor de tus activos y tus pasivos y hacer balance periodicamente, para ver cómo fluctúa.

  • Los activos son todos los bienes que generan ingresos o que poseen un valor en sí mismos: la casa que estás comprando, un inmueble alquilado que dé rentas o un inmueble vacío que puedas vender y convertir en dinero; ahorro que tengas en depósitos a plazo o fondos de inversión, planes de pensiones propios o promovidos por tu empresa...
  • En el lado de los pasivos están todas las responsabilidades que reducen el valor de tus activos, como un préstamo hipotecario o personal pendiente.

Con eso ya sabrás por dónde andas y podrás imaginar mejor qué pasaría si, por ejemplo, fallaran tus ingresos. ¿Te respaldan 10.000 euros, 100.000, un millón? ¿Estás en números rojos por valor de 200.000 euros...? Si los pasivos pesan mucho, tu gestión del presupuesto debe enfocarse más a hacerlos menguar y tendrás que dar preferencia a ciertos gastos, como un seguro de vida que proteja a tu familia si tú faltas.

Recopila datos del año entero

La táctica de OCU para ayudarte a estirar tu dinero parte de un buen conocimiento de tus ingresos y gastos para el conjunto del año.

  • Los ingresos solemos conocerlos de sobra, pues lo normal es que estemos muy pendientes de ellos y que provengan de pocas fuentes: el salario o la pensión, quizás alguna renta del alquiler, quizás alguna renta financiera... Aquí lo importante es que sumes los ingresos del año entero, incluidos aquellos que se cobran con periodicidad más larga que la mensual, como es el caso de las pagas extras de verano y Navidad.
  • Los gastos son más escurridizos, porque son muchos y de muchas clases: compras cotidianas, créditos, impuestos, suscripciones, donativos... Unos llegan regularmente (como la cuota de la comunidad) y otros ocasionalmente (como las derramas). Unos tienen periodicidad mensual (como el alquiler o la hipoteca) y otros, bimestral (como pasa a menudo con la factura de la luz), semestral (caso del IBI o del IRPF si se pagan fraccionados) o anual (la prima de los seguros, por ejemplo, suele cargarse entera una vez al año). Hay gastos de importe fijo (como la cotización de un empleado del hogar) y otros que son como una montaña rusa (el coste del gas se desploma en verano y se dispara en los meses fríos, a menos que tengas una tarifa plana). Por todo ello también es importante contabilizar los gastos del año entero y no quedarse con la foto de un mes, que puede ser engañosa.

Cuando sepas lo que suman tus ingresos y tus gastos, podrás ver tu disponibilidad anual de dinero. Y si divides esa suma entre doce, tendrás la media mensual, que es útil para ver las desviaciones que se producen en la práctica e identificar los meses “caros” y “baratos”.

Tú mismo puedes hacerte esta composición de lugar con un cuaderno o una hoja de Excel, pero para simplificarte la tarea y que no se te escape nada, hemos creado una calculadora cuyos campos puedes rellenar a partir de tus extractos bancarios, de tu declaración de la renta y de una lista en la que anotes durante uno o dos meses los pagos que acostumbres hacer en metálico.

La calculadora te permitirá ver tus gastos agrupados en tres categorías: los prescindibles, los necesarios de difícil rebaja y los necesarios que sí se pueden rebajar. Y además, a la luz de los resultados, te ayudará a detectar oportunidades de ahorro.

ORGANIZA Y MEJORA TU ECONOMÍA DOMÉSTICA

Gastos prescindibles

En este capítulo están todos aquellos gastos que más fácilmente se pueden suprimir si te debes apretar el cinturón o hacer sitio a otros gastos más importantes: tabaco, restaurantes, cines, conciertos, escapadas, suscripciones a televisiones de pago, donativos... Y si no los suprimes, sí puedes, al menos, comprobar cuánto te cuestan al año y tratar de recortarlos, lo que no debería ser muy difícil en el caso del ocio, dado que abundan las opciones baratas o gratuitas.

Gastos necesarios rígidos. Ahorro limitado

Son lo contrario de los gastos anteriores, o sea, no queda más remedio que hacerlos y, además, las oportunidades de reducirlos son pocas. Entre ellos están:

  • Si vives de alquiler, la renta.
  • Si eres propietario, la cuota de la comunidad y las derramas a las que debas contribuir, así como el IBI o la tasa de basuras que quizás puedan recortarse un poco con tácticas como el pago fraccionado o la alegación de alguna condición que dé pie a descuentos: discapacidad, dependencia, familia numerosa... Infórmate en el ayuntamiento y si lo que te falta es el reconocimiento oficial de la condición en cuestión, haz el esfuerzo de obtenerlo porque podrías optar a otros muchos ahorros y ayudas.
  • El coche, si partimos de la base de que lo necesitas, es casi impermeable a las rebajas en algunos aspectos, como el mantenimiento, el impuesto de circulación, la itv... Sin embargo, sí hay oportunidades de ahorro en lo que respecta al carburante y al seguro del automóvil, por no hablar de la financiación: según un estudio de OCU, usar un buen préstamo bancario puede ahorrar hasta 4.000 euros respecto a usar el del concesionario, por mucho descuento promocional que te hagan en el precio.
  • Si usas el transporte público, los ahorros vendrán de que cada miembro de la familia use el título de transporte más barato al que tenga acceso por su edad (por ejemplo, menor de 26 años) o su condición (por ejemplo, jubilado). Además, si eres empleado de una empresa, recuerda que recibir parte de tu salario en forma de cheque transporte libra esa cantidad de pagar IRPF, siempre que no supere ciertos límites (hasta 1.500 euros anuales).
  • Si tienes hijos, tampoco podrás bajar de unos mínimos para pagar las matrículas en el colegio, la universidad, las clases de idiomas  y actividades extraescolares que consideres imprescindibles... Eso sí, presta atención nuevamente a las posibilidades de conseguir becas y a los ahorros muy importantes que podrían derivarse de acreditar algunas situaciones (familia numerosa, discapacidad, baja renta...).
  • El dentista o los fármacos son un capítulo con poco margen de ahorro. Sin embargo, el vestido, el calzado o la peluquería sí admiten recortes. Comprar ropa es necesario, pero quizás no necesites tener tanta ropa como tienes o puedas dar cabida en tu armario a la economía circular y recurrir a tiendas o plataformas de compraventa de ropa usada, como Vinted o Wallapop.

Gastos necesarios elásticos. Aquí está el ahorro

Vamos ahora a los capítulos en los que puedes lograr ahorros muy sustanciales. Pero hay tantos, que solo te ponemos 5 ejemplos. Puedes ver muchos más y en detalle en nuestro informe de 50 consejos de ahorro.

1. El supermercado

En lo que todos llamamos "la compra", que incluye tanto alimentación como productos de droguería, hay muchas oportunidades de ahorro. De hecho, eligiendo bien el supermercado, una familia podía ahorrar 1.272 euros de media en 2024. Si quieres detectar los comercios más baratos de tu ciudad o las cadenas que en líneas generales más ahorros brindan, no dejees de consultar nuestro estudio de supermercados y nuestro buscador:

LOCALIZA EL SÚPER MÁS BARATO

2. La hipoteca

Salvo que estés muy cerca de acabar de pagarla, puedes ahorrar mucho dinero gracias a una novación (negociando con el banco una rebaja), o una subrogación (trasladando tu hipoteca actual a otro banco que te dé mejores condiciones); también puedes cancelar tu hipoteca contratando otra más barata que te permita pagar una cuota menor en lo sucesivo. Piensa que ahora mismo, los gastos de contratar nuevas hipotecas se han reducido mucho y al término del préstamo se habrán compensado con creces; el ahorro puede ser de miles de euros. OCU puede ayudarte de varias formas en este capítulo:

3. Los seguros

En el capítulo de los seguros hay muchísimo ahorro posible, hablamos de cientos de euros al año y sumando lo de unos y otros, quizás miles.

  • Por un lado, porque puedes eliminar aquellos que han dejado de tener sentido, si es que alguna vez lo tuvieron (como un seguro a todo riesgo para un coche decrépito o uno de decesos para un joven saludable).
  • Por otro lado, porque hay grandes diferencias en los precios de las primas para coberturas de alcance similar. Un buen ejemplo es el de los seguros de vida, que sí pueden ser muy necesarios según las circunstancias de cada uno, y los seguros del hogar, también muy necesarios y la forma más barata de cubrir, además, la responsabilidad civil.

4. La energía

Aquí hay mucho ahorro posible, empezando por adoptar unos hábitos de consumo más eficientes, que incluyan la reducción del consumo en stand by (¡viene a ser un 10 % del total!), el buen uso de los electrodomésticos (carga completa, programas eco...) o la climatización a temperaturas sensatas (en invierno, no más de 21 °C por el día y 17 por la noche).

Asegúrate de que la potencia contratada no es excesiva y de si te interesa o no reducirla en unos tramos horarios sí y en otros no (ahora se puede), consultando en tu factura los picos máximos que has tenido en los últimos 12 meses o acudiendo al detalle que te dará la web de tu compañía distribuidora. Cada kW supone 34 euros al año como poco y mucho más con las tarifas aparentemente baratas que penalizan la potencia.

Conocer tu tarifa es fundamental y no tendría nada de raro que descubrieras que estás pagando muchísimo. En nuestro comparador de tarifas verás cuál conviene más a tu perfil de consumo (por cierto, otra vez conviene investigar si puedes alegar alguna condición que te permita solicitar el bono social eléctrico y el bono térmico aparejado, lo que te dará energía a un precio imbatible).

Si tienes que comprar nuevos electrodomésticos, aprovecha para elegir unos de alta eficiencia energética y sírvete de nuestros comparadores para elegir los productos con la mejor relación calidad/precio y encontrar las tiendas más baratas.

5. La telefonía

Los ahorros posibles son pasmosos. Gastar 53 euros al mes por tener una combinación de productos de Movistar que incluya fibra doméstica de 600 Mb y dos líneas móviles con 35 Gb de datos puede parecer un gasto relativamente pequeño, pero al cabo del año son 636 euros y resulta que esa misma combinación, exacta o mejorada, puede conseguirse con varias compañías por la mitad de precio, con lo que ya se habrán ganado trescientos y pico euros para emplear en otra cosa, por ejemplo, una inversión para el futuro...

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