Postres lácteos, ¿cuál elegir?
Mousse, copas, tarrinas variadas... son una dulce tentación a las que a menudo sucumbimos, muchas llevan el "lácteo" como apellido, pero son más una golosina, un dulce, que un derivado de la leche.
Postres dulces, una tentación
A nadie le amarga un dulce, y aún menos si lo escoges bien. Lo cierto es que hay mucho donde elegir: a las tartas o bollos se suman otros postres dulces, que a veces se catalogan como "postres lácteos", y son mousses, copas, arroz con leche, natillas... Aunque son diferentes entre sí, comparten varios aspectos: se elaboran con leche o derivados, se venden en el súper y se comen con cuchara. Revisamos qué hay detrás de un arroz con leche o una mousse industrial para ayudarte a elegir la opción más saludable, aunque sin perder de vista que los postres lácteos solo son para momentos especiales. Lo ideal es que elijamos como postre una fruta fresca o un lácteo sencillo, sin sabores y sin edulcorar, como un yogur natural.Arroz con leche, un clásico
El arroz con leche es un postre típico del norte de España. Hay muchas recetas: la base cuenta con arroz, leche y azúcar; se le puede añadir nata, una capa de azúcar caramelizado, canela e incluso un poco de licor de anís. En los supermercados la oferta de arroz con leche envasado es bastante amplia, y hay tanto arroz con leche clásico como el que está aromatizado con canela.
- Se trata de un postre bastante calórico. De media, aportan 128 kcal por 100 g de preparación, y el 44% de esas calorías proceden de los azúcares.
- Los envases unitarios de los arroces con leche pesan más de 100 g, 130 g de media, esto supone que el aporte en azúcares y, por ende, de calorías, se incrementa bastante.
- En cuanto a la lista de ingredientes, es posible encontrar recetas semejantes a la que podamos elaborar en casa, ya que no se emplean aditivos ni otros ingredientes de nombres “raros” que nos hagan sospechar de su alto grado de procesamiento.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la composición nutricional y los ingredientes con los que se elaboran, es fácil dar con un buen arroz con leche envasado. Entra en el comparador y verás las características particulares de cada producto:
Copas de chocolate y nata, y otros sabores
Para varias generaciones, la copa de crema de chocolate cubierta de una capa de nata era el postre por antonomasia. Algunos la atacaban por capas y otros, sin ningún tipo de escrúpulo, mezclaban las dos capas para crear una mezcla de color y sabor indefinidos. Pues esta obra gastronómica aún perdura y es fácil encontrarla en nuestros lineales.
- A pesar de las capas que componen este postre, su aporte en grasas saturadas y en azúcares no es especialmente alto.
- Su aporte calórico es algo superior al del arroz con leche (135 kcal/100 g).
- En este postre también juega el tamaño de la porción, que suele ser superior a los 100 g (127 g de media). Cada vez que te deleitas con una copa, ingieres unos 20 g en azúcares y unos 4,5 g de grasas saturadas, que son cifras altas.
- La sofisticación de la copa se debe al uso de aditivos que dan estabilidad, color y sabor al postre. De media, se añaden 4 aditivos y hay productos que llegan hasta los 8. Entre ellos, algunos que no son recomendables. Además, hay que sumar esos ingredientes ultraprocesados que no son propios de una cocina casera: aromas, jarabes, etc.
En definitiva, la copa es un postre muy tentador, pero con un grado de procesamiento muy alto en algunos casos, lo que hace que en su mayoría sean una elección aceptable, sin más, y que haya otras opciones mejores. Para ver las características de todas las copas, entra en el comparador:
Mousse, ¿ligeras?
La textura de una mousse es lo que hace que este postre sea tan especial. Se parte de una preparación (de chocolate, crema, yogur, etc.) y se bate para insuflarle aire: el resultado es un postre esponjoso que se funde en la boca liberando mucho sabor. Para alcanzar este efecto, los ingredientes tienen un papel muy importante:
- Aditivos como los emulsionantes y agentes de textura permiten dar estabilidad al producto y son imprescindibles. Entre ellos hay algunos aditivos con una valoración aceptable, pero otros tienen una valoración “no recomendable” en nuestra base de datos de aditivos. Estos últimos son los que predominan en las mousses de nuestro estudio.
- Los aromas y los jarabes junto a una larga lista de aditivos hacen que las mousses sean un postre con un alto grado de transformación.
- A pesar de la aparente ligereza, el contenido de azúcar y grasas es alto: encontramos valores medios de 19 g de azúcares y de 5 g en grasas saturadas por 100 g de mousse.
¿La buena noticia? Que los envases que nos venden los fabricantes no alcanzan los 100 g de peso. El tamaño medio de la porción es de 70 g, de esta forma los daños se minimizan. Esta es la explicación de que se puedan encontrar mousses que sean una elección aceptable. Puedes verlos entrando en el comparador:
Otros postres lácteos diversos
La industria alimentaria ha conseguido poner a nuestra disposición un sinfín de postres con nombres sugerentes o que evocan recetas famosas: panna cotta, tartufo, tocino de cielo, tiramisú... Son un grupo variado, que tienen en común que se venden en los lineales de lácteos, en envases unitarios y se comen con cucharita. Por lo demás, se trata de un grupo muy diverso.
- En general, estos dulces son los que mayor aporte calórico tienen, 259 kcal por 100 g de preparación.
- Las calorías proceden principalmente del azúcar, 26%, y de las grasas saturadas, 8% de media.
- Los envases son pequeños, de media de 92 gramos, pero con una unidad, consumimos casi el 12% de la ingesta energética diaria de referencia (2.000 kcal diarias).
- En cuanto a la lista de ingredientes, solo el tocino de cielo está elaborado sin aditivos y con ingredientes poco procesados. Pero, para el resto, los aditivos están muy presentes, es fácil encontrar listas de ingredientes con más de 10 aditivos y algunos de ellos con una valoración de “no recomendable” en nuestra base de datos de aditivos.
En resumen, son alimentos muy procesados y esto, junto a su composición nutricional poco equilibrada, hace difícil que lleguen a ser una elección aceptable. Aun así, entre ellos hay diferencias: compara y elige:
Preguntas frecuentes sobre postres lácteos
¿Qué otros postres se consideran postres lácteos?
Además de los que incluimos en este comparador, otros dulces, como los flanes, las natillas o los helados son también postres que pueden tener la consideración de postres lácteos.
¿Cuál es el mejor postre lácteo?
Siguiendo nuestros criterios, el que tenga los mejores valores nutricionales y el menor grado de transformación. Ahora bien, si ese postre te lo tomas todos los días … dejará de ser una buena elección.
¿Un postre lácteo es más sano que un trozo de tarta?
Desde el punto de vista nutricional es posible encontrar algún postre lácteo con una composición lo suficientemente saludable que se traduzca en un Nutriscore A. Pero esto no quita para que sigan siendo productos cuyo consumo debe realizarse de forma ocasional. El Nutriscore permite comparar productos de una misma categoría, pero sin perder de vista que, en el caso de los postres lácteos, son alimentos con un alto grado de transformación.
¿Cuál es la mejor alternativa al postre lácteo?
Sin lugar a duda, la fruta fresca o el yogur natural. Y si la comida no ha sido muy copiosa, una ensalada de fruta fresca con yogur natural.
¿Cuántas calorías tiene un postre lácteo?
Pues, depende. Nuestro estudio del etiquetado de 117 productos revela que 100 g de estos postres pueden rondar desde las 130 kcal (en el caso del arroz con leche o la copa de chocolate y nata) hasta unas 260 kcal (como en el tocino de cielo o la panna cotta).