Patatas fritas, chips y nachos: ¿cuáles son los mejores?

Sí, ya sabemos que un nutricionista nunca nos recomendará comer patatas fritas de bolsa. Pero, de vez en cuando, quién se resiste a un capricho… Para esas ocasiones, puedes elegir las más saludables. En OCU hemos revisado la lista de ingredientes y la composición nutricional de 331 nachos, chips y patatas fritas: no todos son malos, te decimos cuáles se salvan.
Patatas lisas, patatas onduladas, patatas paja, chips y nachos, con y sin sabores: tras estudiar el etiquetado de 331 productos de supermercado, damos las mejores elecciones de compra atendiendo a los resultados de la Escala Saludable OCU. Destacamos un producto por ser el mejor, con una nota muy alta (87 sobre 100): se trata de los nachos de trigo sarraceno de la marca Sol Natural.
Pero la tónica general es que estos productos son poco sanos por su alto contenido calórico (unas 520 kcal/100 g), por las grasas, por la sal y por el uso de aditivos y aromas de humo. Así, el 50% ha obtenido una puntuación inferior a 40 en la Escala Saludable, lo que se traduce en una mala o muy mala elección de compra.
¿Quieres ver los resultados de cada uno de ellos? Descúbrelos en nuestro comparador nutricional:
ENTRA EN EL COMPARADOR DE NACHOS, CHIPS Y PATATAS
Una bomba de calorías
¿Sabes cuántas calorías ingieres con un cuenco de patatas fritas de tamaño estándar, de los que se suelen servir para acompañar una cerveza o un refresco? Un cuenco son unos 40 g, lo que suponen 214 kcal… más del 10% de las calorías diarias recomendadas para un adulto.
Más de la mitad de las calorías (52%) vienen de las grasas. Los productos menos calóricos son dos chips vegetales elaborados con harina de garbanzo y fécula de patata, que aportan menos de 410 kcal/100 g (Spogliette di ceci de Sarchio y Chips de garbanzos de Ecocesta). Y el que más engorda, unas patatas paja con 597 kcal/100 g.
Grasas buenas, pero en cantidades elevadas
Las grasas empleadas en la elaboración de estos productos son aceites vegetales tipo oliva, girasol, nabina (colza) o maíz. Por lo tanto, se puede considerar que, de forma general, la calidad de las grasas empleadas es buena.
¿Y la cantidad? Son productos con un contenido graso nada desdeñable. De media, contienen un 30%, pero en algunos se eleva al 44%, es decir, más de 4 partes de su peso es grasa.
Con mucha sal
Consideramos aceptable hasta un 1 g de sal/100 g. Sin embargo, el contenido medio de sal es de 1,2%, y en algunas patatas lisas y onduladas llega al 4%.
La sal es, pues, uno de los puntos críticos de estos productos. Pero también es posible encontrar productos sin sal añadida, elaborados únicamente con la materia prima vegetal (patata u hortaliza) y el aceite.
¿Son mejores los que se anuncian con sal marina? No, por el hecho de que la sal proceda del mar no la hace más beneficiosa.
Azúcar y fibra, sobre todo en los chips vegetales
Curiosamente los chips vegetales son los que tienen mayor contenido de azúcar. Por ejemplo, los Sun Snacks de Aldi, Snack day gourmet de Lidl o Veggie experience de Marinas tienen un 22% de azúcar. Y no son los únicos.
El contenido en fibra es alto en muchos productos, sobre todo en los chips vegetales elaborados con legumbre, con más de un 6% en fibra. De todas formas, nada comparable a una fruta: una manzana con piel (150 g) aporta 3 g de fibra en 75 kcal, mientras que 100 g de estos productos aportan la misma cantidad de fibra, pero en 520 kcal.
No todos los aditivos son iguales…
En las patatas, nachos y chips, los aditivos se utilizan para dar sabor y color, y en algunos productos se emplean gomas para dar consistencia (en los chips elaborados a partir de una masa de fécula de patata o de otro almidón).
- En OCU siempre decimos que cuantos menos aditivos, mejor. Hay productos con 4, 7, 9 aditivos… y hasta 11 hemos encontrado en los chips de sabores. La buena noticia es que también hay muchos productos sin aditivos: se pueden consumir nachos, patatas o chips de sabores sin tener que ingerir aditivos.
- Aunque todos los aditivos que aparecen en la lista de ingredientes están autorizados, esto no quita que algunos de ellos no sean inocuos para personas más sensibles o en caso de una ingesta elevada. En nuestra calculadora de aditivos damos una valoración de estas sustancias y allí podemos ver que uno de los aditivos utilizados, el colorante E150d (caramelo de sulfito amónico), es de los que conviene evitar. Aparece en dos productos: Ruffles sabor jamón y Patatas fritas onduladas sabor jamón de la marca Consum.
… y los aromas tampoco
Casi la mitad de la muestra, 151 productos, utilizan aromas. Y es que las clásicas patatas fritas sabor jamón están dando paso a patatas fritas sabor foie gras, trufa negra, chorizo e incluso solomillo de ternera braseado con cebolla caramelizada. También observamos una tendencia hacia los sabores picantes (chilli), con diferentes niveles de picante.
Para dar sabor, los aromas desempeñan un papel muy importante. Pero no todas las sustancias son iguales: se ha producido una polémica relacionada con la no renovación de la autorización por parte de la Comisión Europea del uso de varios aromas de humo, que se asocian con problemas de genotoxicidad. Hemos encontrado aromas de humo en la lista de ingredientes de 16 patatas fritas lisas, onduladas y chips con sabores. Hasta que estos aromas sean retirados del mercado, nuestro consejo es evitar aquellos productos que los contengan. Recuerda que también hay productos con sabor jamón o barbacoa sin aromas de humo.
Además de los aromas, en la lista de ingredientes aparecen muchas sustancias que se utilizan en la industria alimentaria, de las que no suele haber en las cocinas domésticas: maltodextrinas, proteínas lácteas, extractos de levadura (que sustituyen al aditivo E621 o glutamato), jarabes, etc. Algunos productos contienen hasta 7 ingredientes ultraprocesados.
La recomendación de OCU de elegir siempre un producto con la lista de ingredientes corta es especialmente útil en este tipo de productos. Es evidente que las patatas fritas, chips y nachos no son alimentos frescos, pero se pueden escoger los menos industriales posibles, elaborados solo con la materia prima, aceite vegetal y sal.
¿Cuál es el mejor producto?
La Escala Saludable OCU tiene en cuenta todos estos parámetros y nos permite conocer cuál es la mejor elección. La mitad de los productos de nuestro estudio (116 de 331) son una mala o muy mala elección, pues obtienen valores inferiores a 40 sobre 100. La razón principal es el alto grado de transformación debido a la presencia de ingredientes relacionados con ultraprocesados, entre ellos aditivos y aromas. Tampoco su composición nutricional, sobre todo el alto contenido en grasas y sal, los hace aconsejables.
Pero por fortuna algunos productos se salvan. Los Nachos de trigo sarraceno de la marca Sol Natural ecológico de 80 g (2,82 euros/bolsa) destacan por tener la Mejor Composición: 8,1% de grasas, 0,4% de sal y Nutriscore A; sin aditivos ni ingredientes ultraprocesados. Obtienen una puntuación en la Escala Saludable OCU de 87 sobre 100, por lo que son una Muy buena elección de compra.
¿Quieres saber qué puntuación reciben tus patatas, nachos o chips preferidos?