Complementos alimenticios: cuidado con los niños
Muchos padres dan a sus niños vitaminas, minerales, melatonina o preparados a base de plantas con la intención de reforzar las defensas, conseguir un sueño reparador o mejorar el rendimiento escolar. Pero ¿de verdad son necesarios estos suplementos?, ¿son seguros?, ¿qué dice la ciencia al respecto?

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Cada vez usamos más complementos
Cerca del 20% de los europeos consume algún complemento alimenticio y alrededor del 70% confía en su seguridad y calidad. En una encuesta realizada por OCU hace unos años, cuatro de cada diez encuestados nos dijeron que habían tomado algún complemento alimenticio en los últimos 12 meses. En el caso de los niños, el fenómeno ha crecido de forma notable, sobre todo tras la pandemia, ya que la preocupación por la inmunidad ha disparado las ventas; no hay más que ver la presencia cada vez mayor de estos productos en las farmacias, parafarmacias y supermercados, también por internet.
Para que nuestros hijos estén fuertes y no se acatarren los primeros días frescos del otoño, para que se concentren mejor y estudien más..., les damos vitaminas y minerales. Sin embargo, la evidencia científica no siempre respalda sus beneficios. En muchos casos, la toma de complementos no previene enfermedades, y en otros puede ser innecesario o incluso perjudicial, sobre todo cuando el niño tiene algún problema de salud o está tomando algún medicamento.
En este mes de septiembre, el compromiso de OCU con la ciencia e innovación nos impulsa a ir más allá y buscar la verdad, qué hay detrás de informaciones que a veces son interesadas.
Los medios de comunicación alientan el consumo
Los medios de comunicación son una de las principales fuentes de información en temas de salud. Y eso tiene un gran impacto: los mensajes repetidos en noticias, reportajes o portales web moldean nuestra percepción.
Un estudio reciente sobre cómo presentan los medios de comunicación en España los complementos alimenticios nos ayuda a entender por qué tenemos una imagen tan positiva de estos productos. El estudio que analizamos revisó 912 noticias publicadas en España entre 2015 y 2021 sobre complementos alimenticios infantiles. El hallazgo principal fue que la mayoría de los artículos tenían un tono positivo, destacando los beneficios y dejando en segundo plano la evidencia científica y los posibles riesgos. De las 912 noticias estudiadas:
- el 57% eran favorables al consumo de complementos alimenticios;
- solo un 17% eran críticas o escépticas;
- el 28% restante mantenía un tono neutral.
Estos datos se traducen en que lo más habitual para un padre o una madre es que en los medios se encuentre con titulares que animan al consumo: “Vitaminas que refuerzan la concentración”, “El complemento natural que ayuda al sistema inmune”…, de manera que confían mucho en estos productos y los administran sin ninguna supervisión médica. Por el contrario, el lado negativo apenas se menciona.
Natural no significa seguro
Una de las estrategias más repetidas es presentar los complementos como “naturales”. La idea de que algo proviene de plantas, frutas o ingredientes orgánicos transmite tranquilidad. Sin embargo, no todo lo natural es inocuo.
Muchas sustancias de origen natural pueden tener efectos secundarios, interactuar con medicamentos o simplemente no haber sido probadas en población infantil. El estudio encontró que las noticias que resaltaban que el producto era natural tenían más probabilidades de ser positivas y optimistas.
El riesgo aquí es claro: si asociamos natural con seguro, bajamos la guardia. Y eso puede llevarnos a tomar productos sin consultar antes con un médico o un farmacéutico.
Aunque esté publicado, puede no ser cierto
Aunque el 85% de las noticias analizadas citaban fuentes especializadas (como expertos o estudios científicos), en muchos casos, las noticias reproducían información genérica o de una agencia de noticias sin un respaldo sólido de datos o testimonios médicos concretos. Esto puede dar lugar a una falsa sensación de seguridad, ya que el lector confía en que “si está en un medio reconocido, será cierto”.
Por otro lado, menos de un tercio de las noticias recordaba lo más importante: consultar al pediatra antes de dar un complemento a un niño.
Lo que sí dice la ciencia sobre los complementos
Los especialistas coinciden en que los complementos alimenticios pueden ser útiles en situaciones muy concretas:
- Cuando existe una deficiencia nutricional diagnosticada.
- Cuando el pediatra considera que no es posible cubrir esa carencia con la dieta o con cambios de hábitos de vida (sueño, actividad física, etc.).
Fuera de esos casos, no se recomienda dar complementos a los niños. Una alimentación equilibrada suele cubrir todas las necesidades nutricionales, y el consumo indiscriminado de complementos alimenticios puede ser contraproducente.
Recomendaciones para las familias
- Consulta siempre al pediatra. No des un complemento a tu hijo sin la valoración de un profesional que determine si de verdad es necesario.
- No te fíes solo de la etiqueta “natural”. Que un producto se venda como natural no lo hace automáticamente seguro.
- Infórmate en fuentes fiables. Recurre a páginas oficiales de salud, sociedades pediátricas o tu centro médico antes que a blogs o testimonios en redes sociales.
- Recuerda que los complementos son eso: complementarios. Nunca deben sustituir una alimentación variada y hábitos de vida saludables.
- Sé crítico con la información mediática. Si un artículo presenta un complemento como milagroso y no menciona los riesgos, sospecha y contrasta la información.
En OCU te mostramos cómo ser un consumidor crítico en noticias de salud para no dar por buenos todos los titulares que se publican.