Estimados/as señores/as:
Me dirijo a ustedes para expresar mi preocupación con respecto a un lavavajillas de su marca que adquirí hace dos años y medio. Lamentablemente, este electrodoméstico ha dejado de funcionar recientemente, y después de una revisión por parte del servicio técnico (gestionada a través del seguro del hogar), me han informado que no es posible repararlo.
Soy consciente de que el período de garantía ya ha expirado, pero considero que la vida útil de dos años y medio para un electrodoméstico de esta naturaleza es muy corta, especialmente de una marca tan reconocida como Teka. Además, si esta situación hubiera ocurrido a día de hoy, el lavavajillas aún estaría en garantía debido al cambio en la legislación que ha extendido la garantía de dos a tres años.
Pasan los días y su inacción es elocuente. No hacer nada también es una forma de decidir. Y parece que han decidido que les importa un bledo deshonrar el nombre de una marca centenaria. Su proceder le hace flaco favor a la reputación de Teka. No solo porque un electrodoméstico fabricado por ustedes se estropeé sin remedio en apenas dos años y medio —lo que hoy, con el cambio legislativo, constituiría una violación de su período de garantía mínimo— sino, sobre todo, porque desde que notificamos esta incidencia hace ahora un mes no han hecho absolutamente nada. Al menos no han tomado acción alguna dirigida a paliar las consecuencias derivadas de un error técnico del que, si supieran lo que les conviene como marca, deberían asumir la responsabilidad.
Entiendo perfectamente que ustedes valoren como pérdida menor que tanto mi pareja como yo no volvamos a comprar jamás producto alguno de su marca o que conminemos a nuestro entorno a hacer lo mismo, habida cuenta de su nefasto trabajo en estas semanas, experiencia muy distinta a las que hemos tenido con marcas de su competencia. Entiendo que puedan minusvalorar o asumir ese riesgo. Pero no les quepa duda de que si se mantienen en este silencio y esta inacción y no se dignan a ofrecer con celeridad una alternativa que en alguna medida repare la absoluta pérdida de confianza en Teka lo que nosotros sí haremos será dejar constancia de este suceso y de su actitud, desatendiendo a sus clientes, ante los organismos que hoy nos amparan y ante cuanta comunidad 'on line' y 'off line' preste oídos y sirva de referencia para otros futuros clientes potenciales. A la vista está: más vale prevenir que curar.
SOLICITO Vengan, por favor, con una solución justa; compensen el inconveniente de una avería de esta gravedad, asuman la anomalía de una tecnología claramente defectuosa o de calidad insuficiente para haber sido incapaz de perdurar más allá de dos años y medio; ofrezcan una comunicación fluida y propositiva como no han hecho hasta ahora, pues es lo mínimo que se espera de una marca como la suya.
Y no tarden, porque la percepción del tiempo es distinta desde la perspectiva del que padece los inconvenientes de la avería y de su lado, y también sus consecuencias.