En mayo de 2024 recibimos una carta certificada de la DGT donde se nos indica que dejemos inmediatamente de conducir el vehículo Citroen C3 propiedad de mi mujer, el cual se encuentra equipado con infladores de airbags fabricados por la empresa Takata, los cuales, en caso de funcionamiento, podrían causar lesiones graves o la muerte. Siguiendo las instrucciones facilitadas me pongo en contacto con el servicio posventa de recuperación de Citroen, registrando el vehículo en su web, donde me indican que me mandarán un código con el cual podré ponerme en contacto con el concesionario oficial para la reparación.
Hoy, 04 de julio, sigo sin recibir el citado código, con el coche inmovilizado.
Han facilitado el número de teléfono 800000139, específico para la campaña Takata, al cual, habiéndolo intentado día tras día, nadie responde.