Recientemente, adquirí un curso gratuito con una prueba de 30 días a través de la plataforma Domestika. Sin previo aviso, al finalizar el periodo de prueba, se me realizó un cargo de 120 euros en mi cuenta bancaria por la renovación automática de una suscripción anual que en ningún momento autoricé. En ningún punto acepté dicha suscripción ni di mi consentimiento para que se efectuara este cobro, que además corresponde a la opción más costosa disponible en la plataforma.
Este tipo de prácticas, donde se activa una suscripción sin una notificación clara al consumidor, resultan engañosas y poco transparentes. La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, en su artículo 18, establece que los consumidores tienen derecho a recibir información veraz, eficaz y suficiente sobre los bienes y servicios que se les ofrecen. Sin embargo, la existencia de múltiples reclamaciones en plataformas de defensa del consumidor contra Domestika demuestra que esta condición no se está cumpliendo.
Dado que esta situación afecta a numerosas personas y la empresa sigue aplicando esta política de forma deliberada, solicito el reembolso íntegro del importe cobrado indebidamente.