Buenas tardesEn Julio de 2020 adquirimos un sofá modelo Shambala en la tienda Banak de Gijón, a los pocos meses de uso, el sofá presentaba defectos en la espuma del relleno, así como en la estructura interna de los asientos y reposacabezas que al sentarse emiten un ruido metálico como si el sofá tuviera 20 años de uso. Tras múltiples reclamaciones en la tienda y una espera de más de un mes reconocen el defecto en la fabricación de una partida de sofás de ese modelo y nos ofrecen un cambio. Decidimos cambiarlo por un modelo superior abonando la diferencia de precio y cuando llega la reposición, el sofá presenta los mismos problemas que el primero pero incrementados. Hacemos una nueva reclamación adjuntando vídeos y fotos y reconocen, de nuevo, que el sofá no está bien. Nos vuelven a hacer una tercera reposición y el tercer sofá sigue exactamente igual: los asientos deslizantes emiten ruidos al sentarse y cuando se abren no quedan fijos, con lo cual deslizan hacia delante y detrás mientras se está sentado, los reposacabezas emiten ruido, la espuma del sofá no está bien y el tapizado hace peeling. Los mismos problemas que hemos encontrados anteriormente. Tras un cuarto cambio de sofá, realizado hace menos de dos meses, la estructura del del sofá comienza de nuevo a hacer ruido, la espuma se hunde y el tapizado de los asientos presenta peeling. Llegados a este punto y tras cuatro cambios de sofás defectuosos realizados solicitamos la devolución del importe del mismo.