Buenos días,
El pasado domingo 28 de septiembre realicé un viaje con la compañía OUIGO desde Madrid-Atocha y con destino a Barcelona-Sants. El trayecto tenía como hora de llegada las 23.54 que terminó siendo a las 00.24, hora en la que el tren se paró por completo, y siendo el desembarque de pasajeros a las 00.25/00.26 horas.
Tras realizar la pertinente reclamación desde la compañía alegan que el retraso fue de 29 minutos lo cual no supera el límite mínimo recogido en sus políticas de venta, pero como esta es una práctica común y que ya me ha ocurrido en numerosas ocasiones porque soy viajera frecuente de la compañía en esta ocasión realicé una fotografía de la pantalla del propio vagón del tren que marcaba la hora en tiempo real: las 00.24 hora de parada del tren y las 00.25 hora de bajada.
Todo esto se lo traslado a la compañía y me responden lo que podrán ver en el mail que les adjunto: "la información sobre el retraso real que generó el tren fueron 29 minutos.
Este dato nos lo facilita directamente ADIF quien controla, mendiante un sistema de valizas situadas en las vías, el tiempo real de todos los trenes que circulan en España".
Respuesta con la cual no voy a conformarme, por varias razones. No se trata en este caso de la cantidad o no del reembolso correspondiente, que en su caso sería un vale de compra a consumir con la propia compañía, se trata de que tanto unos como otros, tanto Adif como Ouigo, salvaguarden sus propios intereses haciéndose valer de la posición superior que ostentan.
El retraso no fue de 29 minutos, yo no dudo que Adif tenga un sistema de balizas, pero si sé que no tiene el superpoder de ajustar el tiempo a su medida y borrar la realidad: el tren frenó por completo a las 00.24 y el desembarque se produjo a las 00.25.
Se trata de ir al fondo del asunto y profundizar en las políticas de venta de la compañía OUIGO ya que es total y absolutamente abusivo que constantemente se escaqueen rascando segundos cuando la realidad es totalmente opuesta. Y porque entonces, y en todo caso, la redacción de las políticas de la compañía tendrían que aclarar con precisión cuándo se entiende que se da el "retraso en la llegada a destino": ¿Cuándo el tren entra en la estación, cuando el tren se detiene, cuando los pasajeros hacen el desembarque efectivo? y no dejar al arbitro de su compañía/ADIF cual es la que ellos dicen hora de llegada.
Porque al final constantemente en retrasos de media hora rascan y rascan segundos para acabar diciendote que no, que fueron 29 minutos, pero el pasajero no llega a destino cuando ellos dicen, el pasajero tiene una llegada efectiva minutos más tarde, ocultando así que trayectos que tienen una hora estimada de llegada fija en realidad sea otra beneficiandose y haciendo los trayectos a su única y exclusiva medida.
Ruego por favor analicen el caso, considero que es un tema que no solo me afecta a mi y afecta a miles de personas que reciben una respuesta automática y se deben conformar con un servicio pésimo y negligente. Se deben aclarar las políticas de venta y se debe dar un servicio transparente y accesible para el consumidor.