El día 01 de agosto de 2017 a las 18.30 horas mi mujer embarazada y yo, recién llegados a Cagliari (Cerdeña, Italia) para empezar nuestras vacaciones, acudimos al bed and breakfast que habíamos reservado para hacer el check in e instalarnos.Al llegar a la dirección indicada, la persona responsable del establecimiento (Romina) no se encontraba allí para recibirnos, lo que se tradujo en una espera en el rellano superior a 30 minutos.Tras varios intentos fallidos de llamadas al timbre y de teléfono al contacto facilitado - en el primer intento cogió el teléfono pero decía no saber inglés y aseguraba que nos habíamos equivocado, optando en los demás intentos por no coger el teléfono – coincidió que salían del alojamiento dos jóvenes, ocasión que aprovechamos para entrar y esperar dentro, ya que mi mujer se encontraba cansada y necesitaba tomar asiento.Una vez dentro, nos quedamos esperando en la recepción del alojamiento. Al cabo de un tiempo, al fin, llegó la responsable del alojamiento que, al encontrarnos dentro esperando, se puso fuera de sí y comenzó a gritarnos e increparnos porque no concebía que estuviéramos esperándola dentro en la recepción, asegurando, además , que habíamos cancelado la reserva de esas dos noches, algo totalmente falso.No atendiendo a ningún tipo de razón, esta persona decidió que no iba a alojarnos en el establecimiento y llegó, incluso, a amenazarnos con demandarnos a la policía por haber entrado en una propiedad privada sin su consentimiento. Tras varios intentos de razonar con ella de forma lógica el malentendido que estaba magnificando, haciéndole saber, además, que mi mujer estaba embarazada y precisaba descansar, nos echó de mala manera del establecimiento asegurando que no era su problema y que nos buscásemos la vida. En ese sentido, cabe destacar que la reserva de las dos noches ya había sido pagada por anticipado y que, por tanto, su actitud no solo era una cuestión de descortesía, sino que ya estaba incurriendo en un absoluto incumplimiento contractual.Con las maletas en la calle, sin rumbo fijo ni saber qué hacer (agosto en Cerdeña es temporada alta lo que dificulta encontrar alojamiento sobre la marcha), contactamos con el servicio de atención al cliente de Booking, que se puso en contacto con el alojamiento. Al no recibir respuesta por parte del alojamiento, en Booking nos aseguraron:i. Que la reserva se cancelaría por falta del propio establecimiento y que, por lo tanto, nos reembolsarían el dinero pagado por dicha reserva a la mayor brevedad posible, para lo cual les remitimos justificante de pago de la reserva, así como los datos de nuestra cuenta bancaria.ii. Que no podían más que ofrecernos localizarnos varios establecimientos para que pasásemos las noches que habíamos perdido. Ahora bien, el pago de las referidas noches debíamos volver a hacerlo nosotros.A día de la fecha, no se ha producido el ingreso de la devolución del dinero, y el servicio de atención al cliente de booking es completamente frío e ineficaz. Por ello, planteamos la presente reclamación en orden a que se agilice este asunto a la mayor brevedad posible.Por último, esta parte considera que no sólo debería procederse a la devolución del dinero, sino que, además, debería procederse al resarcimiento de los daños y perjuicios económicos ocasionados, en tanto en cuanto esta parte tuvo que soportar el sobrecoste de la reserva de las nuevas habitaciones, además de sufrir la humillación de que nos hubieran puesto en la calle de mala manera, a mi mujer embarazada y a mí, como si fuéramos unos auténticos delincuentes.