Estimados señores:
Por medio de la presente presento una reclamación formal contra General Logistics Systems Spain, S.A. (” GLS Spain”) por el incorrecto manejo de mi envío y el incumplimiento de las instrucciones de entrega proporcionadas por mí.
En el día de hoy, [indicar fecha], recibí una llamada telefónica de un agente de GLS para consultar si podían entregar mi paquete en un ParcelShop. De manera clara y explícita respondí que no, ya que mis horarios laborales no me permiten desplazarme a dicho punto. Precisamente por esa razón indiqué como dirección de entrega mi lugar de trabajo.
Durante la llamada informé al agente del horario de mi oficina, y expliqué que coincide prácticamente con el horario del ParcelShop propuesto, por lo que no puedo recoger el paquete allí bajo ningún concepto. El agente quedó informado de que la entrega debía realizarse en mi centro de trabajo y dentro del horario indicado.
A pesar de esta comunicación, el seguimiento registra un supuesto “intento de entrega” a las 15:30, horario que no corresponde con el horario operativo de mi oficina ni con el del ParcelShop.
Posteriormente, a las 16:37, el paquete fue depositado en un ParcelShop pese a haber manifestado expresamente mi negativa. Quiero dejar constancia de que yo me encontraba en mi oficina desde las 16:00, por lo que, además de ignorar mis instrucciones, no se realizó ningún intento real de entrega en la dirección correcta.
Este proceder contradice lo acordado con el agente de GLS, supone un incumplimiento claro del servicio contratado y me obliga nuevamente a desplazarme a un lugar que ya indiqué que no podía utilizar.
Cabe señalar que esta situación no es aislada: en un envío anterior sufrí exactamente el mismo problema, dejándose el paquete en un ParcelShop no solicitado y sin previo aviso.
Por todo lo anterior:
Solicito formalmente:
Una revisión completa de la gestión realizada en el día de hoy.
Una explicación por escrito de por qué se ignoraron mis instrucciones y se registró un intento de entrega en un horario incompatible.
Las medidas correctoras necesarias para evitar que esta situación vuelva a repetirse.
Finalmente, deseo añadir que considero que la responsabilidad de lo sucedido no recae ni en el repartidor ni en el propio ParcelShop, sino en las directrices de la empresa GLS, que parece estar forzando este tipo de prácticas. Deben entender que no todas las personas tienen las mismas facilidades horarias, y que ignorar las instrucciones del destinatario genera perjuicios innecesarios y una grave falta de calidad en el servicio.