Hola,En agosto del año 2019 solicité la baja de los servicios de telefonía móvil, Internet y televisión de la compañía Vodafone por un cambio de domicilio a Lanzarote. La compañía no ofrecía servicio en la zona a la que me mudaba, motivo por el cual se solicitó la baja. El contrato con Vodafone requería permanencia sin embargo la compañía estuvo de acuerdo en rescindirlo sin penalización, dado que no ofrecían servicio en mi nuevo domicilio. A pesar de esto, tras la solicitud de la baja, la compañía siguió facturando servicios. En sucesivas llamadas se me aseguró reiteradamente que el problema estaba resuelto, sin embargo Vodafone ha seguido enviando facturas por estos servicios desde el año 2019. Los equipos fueron devueltos en octubre de ese mismo año, Dos SMS enviados por la compañía en el 25 de octubre de 2019 con números de referencia 1578174343 y 158174347 certificaron la devolución de los mismos. Sin embargo, el 26 de diciembre de 2019 Vodafone envió otro SMS informando de que la solicitude de baja no se había cerrado por la no devolución de los equipos.Hace unos cuatro meses, la compañía de cobros Konecta Legal comenzó una serie de llamadas reclamando el cobro de una deuda conVodafone por un importe inicial de unos 800 euros que en la actualidad ya es superior a 900 euros. El 21 de diciembre 2020 se envió un correo a serviciodetuatu@vodafone.es adjuntando una captura de pantalla de los SMS con los números de referencia de devolución de los equipos, así como un certificado de empadronamiento y un mensaje explicando que la baja se había solicitado en agosto de 2019. A día de hoy, esa comunicación sigue sin respuesta. El 25 de diciembre de 2020, en llamada a Vodafone se confirmó que efectivamente constaba que la baja se había solicitado en agosto de 2019, pero que luego se solicitó de nuevo el alta, lo que es falso. Entre otras razones, la compañía seguía sin ofrecer el servicio en mi actual domicilio. A fecha de hoy, Vodafone se ha desvinculado del caso, asegurando que la reclamación se tiene que hacer a Konecta Legal a la que se han cedido mis datos y ha vendido la deuda inexistente. Konecta Legal se niega a investigar las razones de mi reclamación y lleva incurriendo desde hace meses en un acoso constante con amenzas reiteradas de acciones legales.