En el contrato suscrito arriba referenciado se especifica que:
“Coste Instalación (visita técnico) 0,00€/mes
Por la instalación del Servicio Fijo con tecnología de Fibra, Vodafone incurre en un coste de 150 euros que será gratuito para el cliente siempre que pemanezca dado de alta en el Servicio de Fibra al menos 12 meses desde la instalación del mismo. Las condiciones de este compromiso de permanencia están recogidas en este mismo documento en el apartado "Compromisos". En caso de desistimiento en canales no presenciales y siempre que se haya producido a petición del cliente la instalación del Servicio de Fibra durante el periodo de desistimiento, el Cliente asume el coste de instalación.”
2. "A petición del cliente": La instalación no fue solicitada por mí, sino que fue impuesta por Vodafone desatendiendo mi solicitud de proceder con las portabilidades de móviles y fijo.
Como consecuencia, la instalación realizada no fue completa por cuanto el número de teléfono fijo no se portó, ni tan siquiera se había solicitado a Movistar, sino que se asignó un número provisional. En segundo lugar, las plataformas de streaming ofertadas tampoco se activaron porque quedaban supeditadas a las portabilidades móviles que tampoco estaban solicitadas a Movistar.
Es decir, Vodafone obliga a hacer una instalación de un servicio incompleto desatendiendo mi petición de proceder primero con las portabilidades de fijo y móvil para después, ante la disconformidad y desistimiento, emitir una factura de 150€ como penalización sin que yo haya solicitado esa instalación, sino que viene impuesta por Vodafone. Instalación como digo parcial o incompleta.
Cuentan con dos reclamaciones donde han desatendido mis palabras.
Cuando se desiste no se puede imponer penalización alguna al cliente pese a que así se refleje en un contrato, cláusula que debe ser considerada nula por cuanto además el cliente no tiene poder de decisión, el cliente NO SOLICITA NINGUNA INSTALACIÓN, (instalación parcial como digo) sino que las pautas y pasos las impone Vodafone pese a que se le reitere que se proceda con las portabilidades primero. Sin duda una práctica que se utiliza a modo de retención obligada para un cliente insatisfecho con la amenaza de la penalización y cobro de 150€.