El pasado 15 de octubre de 2024, un repartidor de Celeritas recogió en mi domicilio tres paquetes correspondientes a devoluciones de Amazon, incluido uno de gran valor: un monociclo eléctrico modelo Kingsong S22 Pro Eagle.
Desde entonces, dicho paquete no ha llegado a su destino, y Amazon se niega a realizar el reembolso de su importe, que asciende a 1.800 euros, alegando que no han recibido el paquete y que el problema debe resolverse con Celeritas.
A pesar de numerosas gestiones y comunicaciones:
• Celeritas me informó que las recogidas fueron asignadas a distintas agencias de transporte, lo que ha generado inconsistencias y la pérdida del paquete. Sin embargo, no me han dado una solución concreta ni pruebas del destino del paquete.
• Amazon, por su parte, se lava las manos y no me ofrece el reembolso, trasladando toda la responsabilidad al transportista.
Además, el día de la recogida, el repartidor no llevaba un albarán físico y me indicó que fotografiara la pantalla de su tablet como registro. Este sistema parece poco confiable y deja al consumidor en una posición de indefensión frente a problemas como el que estoy enfrentando.
Exigencias:
1. Una investigación rigurosa para localizar el paquete o una compensación por el importe de 1.800 euros.
2. Responsabilidad compartida entre Amazon y Celeritas, ya que ambas empresas participaron en la gestión de la devolución.
3. Mayor transparencia en el proceso de recogida y devoluciones para evitar estas situaciones.
Impacto:
Me encuentro sin producto ni reembolso, habiendo invertido una cantidad significativa de dinero que necesito urgentemente para otras necesidades. El trato recibido por ambas empresas ha sido decepcionante, y me siento completamente desamparado como consumidor.
Espero que esta reclamación pública sirva para evidenciar la falta de responsabilidad y la necesidad de medidas que protejan al cliente en casos de devoluciones y pérdidas de paquetes.