El pasado día 15 de noviembre recibimos en nuestro domicilio de Badalona la visita del servicio técnico de la empresa Valida a causa de la avería sufrida por una de las sillas de acceso adaptado en la vivienda. El operario, Eduard, dijo que se trataba de un problema en las baterías y que era necesario su reemplazo informándonos de que el total de la reparación ascendía a 299 euros. De este importe total, 74 euros correspondían a las baterías. Le manifestamos nuestra disconformidad con ese pago por entender que este material debería estar en garantía ya que el pasado 23 de marzo la misma compañía realizó un servicio de técnico de reaparción en esta instalación, sustituyendo esas baterías. Entendemos que cualquier producto nuevo que se compre a una empresa, profesional o comerciante para su consumo privado debe estar garantizado durante dos años desde la entrega. Sin embargo, el técnico nos informó de que la garantía de estas baterías era de apenas tres meses.El pago finalmente no pudo realizarse con tarjeta ya que, además, el dispositivo de pago del técnico no funcionaba. Tras llamar a la oficina, desde allí se nos informó que el pago debería realizarse en ese momento, que estábamos obligados al pago del servicio en los términos fijados y que el técnico no podía abandonar nuestra casa sin cobrarlo. De lo contrario, tenía que proceder a la retirada de las baterías instaladas. Al final tuvimos que realizar el pago en metálico de los 299 euros tras acudir previamente a un cajero bancario para obtener el efectivo. Tras realizarlo manifestamos nuestra disconformidad con las condiciones que nos impusieron, de lo que quedó constancia en el recibo recibido.Por tanto, reclamamos que se respete la garantía legal de la batería repuesta y, por tanto, la devolución del importe pagado por ellas y por este servicio ya que habían transcurrido apenas ocho meses desde su instalación y entendemos que se encontraba dentro del plazo de garantía.