Llevé mi coche al taller para reparar un golpe en el paragolpes trasero por un parte que abrí, pero además de la reparación solicitada, trabajaron en el motor sin explicación. Al recoger el coche, encontré el motor cubierto de polvo, probablemente de la masilla o lijado, sustrajeron la tapa del depósito del líquido de frenos y la calefacción dejó de funcionar.
He leído otras reseñas de clientes que mencionan problemas similares, como daños adicionales, robo de combustible y reparaciones mal hechas.
Linea Directa te envía a este taller que es de ellos y luego se lava las manos si ocurre algo. Lo peor es que no se hacen responsables de lo ocurrido y dejan tirado al cliente. Responsabilizan al cliente de cualquier daño sufrido una vez que lo tienen ellos dentro del taller. Es una broma lo de esta aseguradora.