En la primera llamada, confirmaron que solo cobrarían 28 £ por el desplazamiento. Para que se entienda, nosotros ya estábamos en la zona, así que dijimos: “Sin problema, vengan a revisar nuestro extractor y el horno”.
El técnico llegó a las 14:30 y, a las 14:50, ya había “revisado” ambos—simplemente los abrió para confirmar lo que ya les habíamos dicho: que estaban averiados. Su conclusión fue que había que reemplazarlos y que no se podían arreglar.
Por esos 20 minutos de trabajo, me cobraron 120 €. El técnico no explicó el desglose de la factura, sino que se quedó ahí parado esperando que le pagara de inmediato. Al día siguiente, llamé a otro profesional que pasó más de una hora revisándolo todo y pudo reparar tanto el horno como el extractor. Me confirmó que me habían timado, ya que ambos aparatos tenían un simple problema de cableado y solo era necesario cambiar los botones del extractor y la toma del horno.
En resumen, pagué 120 € para nada y todavía no entiendo por qué. Definitivamente, no recomiendo esta empresa.