Estimados/as señores/as:
Me pongo en contacto con ustedes porque estoy reclamando por el mal uso o desconocimiento respecto al uso visual del signo de discapacidad física o movilidad reducida en la fachada de vuestro centro académico madrileño de peluquería, indicando el Servicio gratis de Lavado y Corte para personas con Movilidad reducida o discapacidad física. Mal uso que trajo como consecuencia el que, en mi segunda visita, no me dieran mi correspondiente servicio gratuito como cliente con movilidad reducida. El caso es que inicialmente ya una vez yo había ido a esta peluquería (acompañado de mi esposo y cuidador no profesional que me auxilia en desplazarme por la ciudad) y el servicio era gratuito para mí, debido a mi condición de movilidad reducida de 83 por ciento o nivel de baremo 2. Por ello ustedes han colocado para uso visual, el signo con la silla de ruedas, que refiere a la discapacidad física y movilidad reducida, y el uso correspondiente que ustedes han decidido una vez colocado el logo con una pegatina de tamaño bastante observable. Ahora, la segunda vez que fui, tras haber tenido una buena experiencia ahí, resultó que vuestro propio director del centro, tras una sorpresiva negativa del personal en recepción, me negó el derecho al servicio gratuito argumentando que el signo de la discapacidad solo refiere a los que están en sillas de ruedas, y no a una persona como yo de 83 % de discapacidad, con secuelas severas en la motora fina y la locomoción. O sea, el director explica que para tener movilidad reducida hay que andar en silla de ruedas, y no con una capacidad de 83 % o nivel de dependencia II, como verificó y leyó él en mi tarjeta delante de varias personas preocupadas con lo que estaba pasando, entre ellas la misma trabajadora de atención al cliente en dicho centro, que inicialmente nos advirtió que era una orden del director y que ella no podía hacer nada. De nada sirvió que le explicáramos al director, yo y mi esposo, en lo que consisten los baremos de movilidad reducida y los grados de discapacidad. Incluso se negó a dejarme colocar una queja al establecimiento, diciendome palabras inadecuadas que no venían al caso. Y por supuesto, de nada sirvió que le enseñara mi correspondiente tarjeta de discapacidad.
Sin más, y esperando respuesta.
SOLICITO, por favor, revisar vuestros conceptos de Movilidad reducida y la atención correspondientes para personas con esta condición, como yo. Para ello recomiendo auxiliarse de la búsqueda en Google respecto al concepto de Movilidad reducida o discapacidad física, además de ser asesorados por las instituciones gubernamentales de dicha esfera, como pueden ser los Centros Bases, encargados de evaluar dichas discapacidades físicas y entregar las tarjetas y resoluciones oficiales al respecto. Así evitarán conductas equivocadas hacia el cliente con movilidad reducida.
Sin otro particular, atentamente, y esperando respuesta.