El día 18/09/2025 adquirí un teléfono móvil iPhone 17 Pro Max de color naranja cósmico. A las dos semanas de uso, el dispositivo comenzó a perder el color original, pasando de naranja a un tono rosado, sin que el teléfono haya sufrido golpes, caídas ni exposición a productos químicos o condiciones inadecuadas.
Considero que se trata de un defecto de fábrica o fallo de fabricación del acabado del dispositivo, ya que el color comenzó a deteriorarse de manera visible en un periodo muy corto de tiempo.
En ningún momento, ni en la web oficial de Apple ni en el punto de venta, se advierte al consumidor de que el color del dispositivo pueda alterarse en las primeras semanas de uso, por lo que entiendo que el producto no cumple con las condiciones de calidad y durabilidad esperadas, especialmente tratándose de un teléfono de alta gama.
He contactado con el servicio técnico y la atención al cliente de Apple, tanto telefónicamente como en tienda física, y me indican que la sustitución del dispositivo tiene un coste de 99 €, pese a que el daño no ha sido causado por un mal uso.
Por todo ello, solicito que se reconozca la existencia de un defecto de fabricación y se proceda a la reparación o sustitución del teléfono sin coste alguno, conforme a lo establecido en la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios.