El día 28 de junio, tras haber accedido a la estación de Oviedo y pasar los controles correspondientes con nuestros billetes validados, fuimos informados verbalmente y con un correo que se cancelaba el tráfico ferroviario en Oviedo hasta nuevo aviso. En la estación nos indicaron que, para poder llegar a tiempo a nuestro vuelo (conexión importante desde Madrid), debíamos buscar un plan alternativo de forma urgente. Por ello, decidimos coger un taxi a Madrid, con un coste total de 670 €. Durante el trayecto en carretera, recibimos aviso de que el tren finalmente saldría con una hora de retraso. En ese momento, realizamos hasta tres llamadas al servicio de atención de Renfe – Larga Distancia para solicitar que se nos permitiera reenganchar al tren en otra estación del recorrido (por ejemplo, León o Palencia), ya que habíamos pagado el billete, lo teníamos validado y el retraso era ya oficial. Sin embargo, no se nos permitió reanudar el viaje en ninguna estación intermedia, a pesar de nuestra insistencia y de no haber sido responsables del problema. Solicito formalmente que se revise este caso y que, si fuera necesario, se facilite el acceso a la grabación de nuestras llamadas al servicio de atención para emprender las acciones legales pertinentes. Consideramos que Renfe no ofreció una solución viable y que la negativa a permitirnos subir al tren que ya habíamos pagado y validado fue una actuación injustificada. Esperamos una respuesta lo antes posible y una solución adecuada, incluida la devolución de los costes extraordinarios derivados de esta situación.