El día 5 de abril recogí en la tienda IKEA Goya un pedido online de una mesa de planchar. Recibí un producto totalmente diferente al comprado. Tras contactar telefónicamente, el 8 de abril enviaron a un repartidor para la recogida e intercambio, pero este se negó a entregarme el artículo correcto por un nuevo error interno. Se reprogramó la recogida para el 10 de abril y, una vez más, el repartidor no se presentó. Nuevamente para el 14 de Abril y el equipo de IKEA falló nuevamente. Para mi sorpresa, al reclamar por esas faltas tan repetitivas, me respondieron que esperarian que las autoridades de consumo correspondientes decidieran sobre el asunto antes de proceder a cumplir con el contrato y a devolverme mi dinero y recoger su articulo de mi domicilio.