Firmé mi primer contrato de seguro HOGAR COMPROMISO con Seguros Pelayo (Nº de póliza 045720753291) el 27 de marzo de 2018 con los mediadores Alonso Mesa y María Isabel en su oficina de la Avenida del Llano 22, 33209, en Gijón - Asturias. A dicha póliza se le realizó una modificación el 10 de octubre de 2018, para ampliar el seguro.Durante el primer año de seguro del hogar -y antes de que este haya finalizado en la fecha en la que les hago llegar esta queja- sufrí un total de dos percances en casa. El primero, que ocurrió poco después de la modificación de la póliza, fue la rotura de un cristal de una puerta interna, que fue arreglado sin problemas y de cuyo trámite no recibí ningún certificado por parte de Seguros Pelayo. El segundo corresponde a una avería en la placa de inducción de mi cocina que ocurrió el 11 de octubre. Fue con ese segundo incidente (Nº de incidencia 010418251303), cuando empezó a complicarse mi relación con Seguros Pelayo.Anteriormente, para averías en electrodomésticos, los mediadores que contrataron conmigo el seguro me indicaron que había disponible un servicio de 24 horas al día durante los 365 días al año al que podía llamar a través del 902 31 12 31, que figura como contratado en las condiciones particulares de la póliza. A 11 de octubre, realicé una llamada al teléfono arriba indicado y me comunicaron que al ser al día siguiente 12 -fiesta nacional- y después fin de semana, lo más seguro era que hasta el lunes siguiente no me fueran a atender, a pesar de que ellos tomaban nota de la avería. Esperé paciente hasta el lunes y ahí empezó una lucha particular para conseguir que, en primer lugar, viniera un técnico a ver la placa a casa y calibrar qué tipo de avería sufría en segundo lugar, se tramitaran correctamente los pasos entre Seguros Pelayo y la empresa que mandó al técnico en cuanto a la aceptación de presupuesto y otra seria de tareas y, en tercer lugar, para que el técnico volviera a mi casa a arreglar la placa. En total, estuve aproximadamente un mes con la placa estropeada y le aseguro que hubiera sido mucho más, si al final yo no hubiera tomado las riendas del asunto y me hubiera puesto a mediar entre Seguros Pelayo y la tercera empresa, de cuyo nombre no me acuerdo, lamentablemente, porque nunca fue del todo legible cuando contestaban al teléfono. En resumidas cuentas, ambas partes (Seguros Pelayo y la otra empresa) me aseguraban por teléfono estar esperando a que la otra parte hiciera su trabajo, cosa que no ocurrió por ninguna de las partes hasta que yo no empecé a amenazar con reclamaciones formales. Así, casi un mes después de no poder cocinar en mi casa en invierno y con el gasto que eso conlleva para tener otras alternativas, la mediadora María Isabel me mencionó que existía la opción de reclamar este mal servicio a Seguros Pelayo y cuyo resultado sería la gratuidad del siguiente pago de mi póliza de seguro. El 4 de enero realicé una consulta a través del correo garantia@pelayo.com para preguntar cómo debía hacer esta reclamación. La respuesta (un acuse de recibo de mi reclamación), la recibí por carta aproximadamente dos semanas después, aunque la fecha de emisión según la carta es del 10 de enero. Poco después, cuál fue mi sorpresa, recibí otra carta -certificada en este caso- de Seguros Pelayo que data del 29 de diciembre, pero a mí me llegó después del acuse de recibo de mi reclamación, en la que me comunican que dado a mi nivel de siniestralidad no van a renovar mi póliza de seguro. Poco después recibí otra carta, fechada del 17 de enero, y la que recibí en último lugar, respondiendo a mi previa reclamación sobre el mal servicio dado como respuesta a la avería de mi placa de inducción. La resolución es una negativa a aceptar a trámite mi reclamación, puesto que según Seguros Pelayo, debí de haberla realizado en el plazo máximo de 30 días naturales desde el día siguiente a la fecha de incumplimiento del servicio. Es decir, debí de haber empezado a contar los días, casi en el puente del Día de la Hispanidad, cuando yo aún estaba confiando en que las cosas se solucionarían a la mayor brevedad. Lo cierto es que yo nunca supe que debía cumplir ese periodo de tiempo, puesto que mis mediadores nunca me lo comunicaron, ni tampoco estaba en la tarjeta de publicidad del servicio de 24h Asistencia hogar, ni tampoco figuraba en las condiciones particulares que se me entregaron el día que firmé la póliza de seguro. Cuando fui a reclamar esto a la oficina de mis mediadores, me dijeron que ese plazo figura en las condiciones generales. Unas condiciones, por cierto, a las que nunca pude acceder, porque se me entregaron en formato CD, a pesar de que yo insistí en la oficina a la firma de la póliza, que yo no disponía de un lector de CD desde hacía años, puesto que se trata ya de un formato bastante obsoleto y a lo que los mediadores solo supieron responder encogiéndose de hombros. En definitiva, Seguros Pelayo, no cumplió con su parte del contrato por el que yo pagué religiosamente, y dejándome por tanto muy mal parada en el uso de la cocina de mi hogar. Además, hizo referencia a unas condiciones a las que yo no podía ni acceder para evitar tener que cumplir con su garantía de compensarme por incumplir dicho contrato. Y, para colmo, y en medio de este trajín, decidió dejarme sin seguro al vencimiento del primer año de contrato, porque según la compañía, tengo un alto índice de siniestralidad con solo dos averías cuyo gasto no se acercó siquiera a la cantidad que yo pagué por mi póliza durante este año. Estoy indignada, porque Seguros Pelayo se salga con la suya, cobrando por un servicio que a todas luces no ha dado como estipula en su contrato. Y lo estoy también, porque se esfuercen más en encontrar los vericuetos para librarse de cumplir su palabra, en lugar de aplicar ese esfuerzo en actualizar los formatos en los que entrega a sus clientes las condiciones de los contratos que firman, por ejemplo, para asegurar que éstas puedan ser accesibles para todos los clientes o en su defecto, en lugar de aplicar esfuerzos en asegurar que sus mediadores informan de viva voz correctamente a los asegurados sobre esas mismas condiciones.