El 18 de junio de 2022, el cliente compra a través de la web una tarjeta regalo virtual (200 €) que se enviarían al correo deseado y con un código al número de tfno. indicado, de manera que el receptor podría acudir a cualquier centro del CI presentando el correo y el código secreto.El comprador compra bajo la advertencia del CI de que este tipo de productos (que son virtuales, que no existen) NO admiten ni cambios ni devoluciones.Esta tarjeta NO llega. Sí llega un correo (incompleto, engañoso e inservible) que no se puede utilizar. En el centro CI de Santa Cruz de Tenerife NO se ofrece ninguna solución al portador de este correo y código secreto, es decir, el comprador ha gastado 200 euros en humo del CI.Cuando el comprador se pone en contacto telefónico con la empresa, la persona de Desatención al cliente NO solo no soluciona ni ofrece alternativas al cliente comprador, sino que, además, le cuelga el teléfono previo insulto al cliente.El cliente decide devolver el primer recibo cobrado en su tarjeta financiara del CI.A partir de ese momento, el departamento financiero, de morosos, de prejusticia, justicia y demás llaman casi a diario al cliente para reclamar el importe de 45 € devuelto.El personal de estos departamentos sí ofrece calidad en su trato, pero NO soluciona nada.El segundo recibo ya ha sido cobrado (aún no lo he devuelto, pero me dan muchas ganas).CI ha intentado contactar por teléfono con la persona a la que iba dirigida la tarjeta regalo ¿? y le comunican que, efectivamente, hubo un ERROR puntual, por lo que asumen que hubo NO se ha ofrecido el producto convenido.A mí, cliente que compra y paga, solo me llaman para cobrar por un producto que no existe.Engaño, pérdida de tiempo y de energía por reclamar mi dinero por un producto que NO tengo, no he tenido y que YA NO quiero.