Se hizo la compra de un sofá el 20 de septiembre en la tienda de Mimma Gallery Vitoria. Desde el 19 de diciembre que se hizo la entrega del sofá (sin embalar, con manchas en los cojines, asientos desnivelados con falta de relleno y faltando uno de los brazos laterales que impedía montar el sofá), hasta el 5 de marzo (casi 3 meses después) no hemos recibido el sofá en buenas condiciones. Nos dejaron un sofá maloliente y sucio, que ni siquiera tenía brazos (se adjuntan fotos). La atención post venta ha dejado mucho que desear, no haciéndose cargo del error cometido por parte de Mimma ni ofreciendo ningún tipo de compensación, no sólo por entregar un producto en mal estado desde el inicio sino por los retrasos e incomodidades ocasionados. Desde luego no se lo recomiendo a nadie, si no hemos devuelto el sofá es porque al ser hecho a medida no permiten la devolución, dato que en tienda omitieron cuando hicimos la compra. Comprar en Mimma es una pérdida de dinero y tiempo, no se hacen responsables de ningún error cometido por ellos lo que te lleva a dudar de si has hecho una buena compra. Empresa muy poco profesional.