Al Servicio de Atención al cliente de Movistar
Estimados señores:
Somos una familia gallega formada por una pareja de jubilados. Tenemos dos viviendas, ambas en la provincia de Pontevedra.
La mayor parte del año la pasamos en la vivienda habitual (donde estamos empadronados). Se trata de una vivienda unifamiliar situada en la pequeña aldea de San Cibrán, perteneciente al municipio de Gondomar. Por otra parte, cuando llega el invierno, solemos pasar temporadas en la segunda vivienda: un piso situado en el municipio de Vigo.
Somos clientes desde hace bastantes años y estamos satisfechos con la calidad del servicio prestado por Movistar. Se trata de un paquete compuesto por: Internet + 2 móviles + TV + Fútbol total + Segunda vivienda. Sin embargo, esta satisfacción se quiebra cuando nos referimos al servicio de Internet en la vivienda principal donde, a pesar de que la red de fibra óptica pasa a 120 metros de casa, aún no se ha conectado por falta de algún poste intermedio. Por tanto, nos vemos obligados a servirnos de la Radio 5G, la cual que no satisface nuestras necesidades.
Para nosotros Internet es muy importante porque, a partir de este año, nuestras dos hijas, y sus respectivas familias, han decidido hacer el esfuerzo de venir desde Estados Unidos y Países Bajos a pasar con nosotros algunas temporadas más allá de sus vacaciones. Una decisión muy apreciada por nosotros dos, dado el estado de salud de mi esposa. Pero todo esto está supeditado a la posibilidad de teletrabajar desde España.
Y para poder teletrabajar, a veces dos personas, a veces cuatro, necesitamos la fibra óptica conectada en la casa de San Cibrán.
Con el propósito de cubrir esta necesidad, el pasado mes de junio solicitamos dicho servicio y, dado que la instalación de los postes requeridos para esta conexión exigía un cierto tiempo de espera, aceptamos temporalmente el servicio de radio. Eso sí, haciendo hincapié en la necesidad de disponer de la fibra óptica para el mes de agosto.
Hay que reconocer que percibimos una muy buena sensibilidad por parte del personal que nos atendió, que nosotros agradecimos mucho, y que nos hizo concebir esperanzas.
Sin embargo, a día de hoy, después de que el mes de agosto haya pasado y de que nuestras familias nos hayan visitado, los postes aún están sin colocar. Además, por si esto fuera poco, la calidad del servicio de internet de este año ha sido la peor hasta la fecha: el Wifi de radio se cae todos los días.
Hemos llamado al servicio técnico, nos han atendido on line, incluso han venido a casa, hemos puesto reclamaciones (Ver referencias: CP24062TUA6F8Q, CP24062SSEMEBF, CP2405V6RZ5XC1, CP2405ZGQJ3F6V) y no se ha resuelto el problema.
Nos hemos cansado de reiniciar el rúter radio, nos hemos cansado de llamar al 1002 y hemos tenido que acudir finalmente al wifi del móvil para acceder a la red, con las correspondientes carencias de cara al trabajo.
En resumen: la experiencia, que partía de la ilusión, ha sido francamente negativa.
Y ya no sabemos qué hacer. No sabemos cuál es la forma más conveniente de afrontar el problema, ni el modo de organizar la vida con teletrabajo en la vivienda de San Cibrán.
No saben ustedes el deseo tan enorme que tenemos de poder contar, por fin, con un servicio de internet fiable en nuestra casa a través de la fibra óptica.
Nos encantaría poder escribirles pronto y decirles, ilusionados, que ya está todo bien y que ya pueden venir nuestras hijas y sus familias a teletrabajar durante el tiempo que quieran.
Como ven, de momento, aún no hemos perdido la esperanza de seguir contando con su servicio y de poder agradecerles su gestión; tanto a ustedes como a las instituciones que tratan de hacer posible la llegada de Internet a las viviendas del medio rural. A ver si es verdad.
Atentamente,
JM