El 30 de julio de 2025 se me cobró un importe de 312,12 € por una suscripción anual a Domestika Plus, sin que yo hubiera dado mi consentimiento explícito e informado para ello. El problema surge de la compra de un curso individual por 0,99 €, que, sin aviso claro ni confirmación, activó una suscripción automática que finalizó en dicho cargo 30 días después.
En ningún momento recibí ningún aviso previo sobre la renovación automática ni el cargo inminente, incumpliendo así la legislación europea que exige informar con antelación al consumidor. Además, no he hecho uso ni accedido a los beneficios de dicha suscripción.
Esta práctica constituye un claro ejemplo de “dark pattern”, una técnica de diseño engañosa que oculta información relevante para inducir al usuario a realizar acciones no deseadas.
Estas actuaciones incumplen varias normativas vigentes, entre ellas:
Reglamento (UE) 2011/83, sobre los derechos de los consumidores:
Artículo 8.2: Obliga a informar al consumidor de manera clara, comprensible y sin ambigüedades.
Artículo 6.1.m: Exige información clara sobre obligaciones de pago posteriores.
Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007):
Artículo 62: Exige confirmación clara e inequívoca en la contratación de servicios con obligaciones económicas.
Artículo 96: Prohíbe prácticas que impliquen obligaciones sin consentimiento expreso.
Reglamento (UE) 2019/1150, artículo 13: Exige comunicación previa (mínimo 7 días) antes de renovaciones automáticas, comunicación que no recibí.
Por si fuera poco, Domestika promociona su plan anual en la web con un precio base de 299 €, pero aplica automáticamente un código de descuento del 50 %, dejando el precio real en 149,50 € si el usuario contrata voluntariamente.
Sin embargo, en mi caso, el cobro realizado fue de 312,12 €, un importe superior incluso al precio base, sin explicación alguna ni transparencia sobre esta diferencia.
Esto revela una clara estrategia diseñada para confundir y engañar al consumidor, aplicando un precio abusivo y distinto al que publicitan, lo que podría constituir una cláusula abusiva y una práctica comercial desleal y engañosa.
No he usado el servicio ni accedido a sus ventajas, y sin embargo, Domestika se niega a ofrecerme un reembolso, lo que contrasta con la práctica habitual en otras plataformas, como Amazon Prime, que devuelven el importe si el servicio no se ha usado.
Por último, numerosas reclamaciones recientes en Trustpilot y otras plataformas demuestran que este es un patrón repetido y sistemático.
Por todo ello, solicito:
La devolución íntegra del importe cobrado indebidamente.
Que se investigue esta práctica como posible infracción grave a la normativa de protección al consumidor.
Que se obligue a Domestika a modificar sus procedimientos para garantizar la transparencia, el consentimiento informado y el cumplimiento de la legislación vigente.