Estimados/as señores/as:
Me pongo en contacto con ustedes porque el día 15 de septiembre de 2025, mi padre (83 años) llamó al servicio de atención al cliente de GLS para reclamar un pedido, con idea de que le comunicaran al repartidor que podía pasar a entregarlo, pues previamente había sido imposible, y le remitieron a un 807 cuando en vuestra web pone que no remitís a números 807 . Le tenían todo el rato retenido en la llamada con tiempos de esperas largos. El coste de la llamada fue de 58 €. Considero que es una práctica abusiva obligar a los clientes a pagar por un servicio de atención al cliente. Solicito formalmente la devolución del importe cobrado por esta llamada.
Sin otro particular, atentamente.