El lavavajillas consume menos que fregar a mano
Gastarás unos 30 litros de agua menos cada día
¿Qué es mejor, fregar a mano o con el lavavajillas? Un estudio sobre el consumo de agua revela que al fregar a máquina se ahorran casi 31 litros de agua diarios, más la energía necesaria para calentar esa agua. Además, con el lavavajillas se invierte menos tiempo y trabajo en la limpieza del menaje, al tiempo que se consigue una mayor higiene.

¿Crees que utilizar el lavavajillas supone un despilfarro de agua? No es así, un estudio del Canal de Isabel II pone de manifiesto que el consumo de agua se reduce considerablemente si se lava a máquina en lugar de fregar a mano.
Un lavavajillas gasta solo 12 litros de agua
El consumo de agua en el fregadero es de 88,8 litros diarios de media, lo que supone el 26% del gasto total de agua en el hogar. Tras instalar un lavavajillas, el consumo al día resulta bastante inferior: 54,2 litros. Por lo tanto, se observa un ahorro de 30,6 litros de agua diarios frente al lavado a mano, de los cuales 27,4 litros por día serían de agua caliente.
En las viviendas con 5 personas, que friegan con más frecuencia, el ahorro puede ser de hasta 50 litros diarios. La verdadera magnitud de este dato se obtiene multiplicándolo por el número de días de uso del lavavajillas para calcular el ahorro de agua anual que es, sin duda, muy notable.Y es que un buen lavavajillas consume solo:
- Agua: unos 12 litros por cada lavado.
- Electricidad: alrededor de 1 kWh, lo que equivale a unos 0,17 euros, dependiendo de la tarifa.
Ahorro de energía, más de 40 euros anuales
El estudio verificó también un balance positivo en el consumo de energía, que se evaluó en un ahorro de 1,06 kWh diarios. El ahorro dependerá de cuántos días pongas el lavavajillas, pero los ahorros anuales en nuestra factura eléctrica pueden ser muy significativos.
Si usas el lavavajillas cinco días a la semana, en un año ahorrarás 42,6 euros. Por ello, en OCU creemos que, desde el punto de vista del consumo responsable, el lavavajillas es uno de los equipos que más nos ayuda a respetar el medioambiente y a mirar por nuestro bolsillo, aunque es cierto que la fabricación del lavavajillas y su deshecho también producen un impacto.
Lavavajillas: más higiene y menos trabajo
Sí, lavar en el lavavajillas es más higiénico que hacerlo a mano. Con la elevada temperatura que se alcanza en el interior del lavavajillas, se eliminan las bacterias que pueden generar los restos de comida. Además, la presión que alcanza un chorro impulsado a máquina es mayor que con el lavado a mano.
Esto no quiere decir que el lavado a mano no sea higiénico: la espuma del detergente es suficiente para arrastar la suciedad y los posibles microorganismos patógenos de la vajilla, pero no se alcanza la misma temperatura.
Ahorras tiempo, ganas comodidad
Si comparas el tiempo que te puedes pasar fregando y secando platos (unos 15 o 20 minutos tres veces al día) con los 5 minutos que se tarda en meter los platos en el lavavajillas te darás cuenta de que el lavavajillas ahorra tiempo y discusiones.
No es necesario que enjuagues los platos y cacharros antes de meterlos en el lavavajillas. Es suficiente con que retires bien los restos de comida con unos cubiertos o una servilleta de papel usada. Si están bien colocados, quedarán limpios y así no perderás el beneficio del ahorro de agua y tiempo. Para ello, debes utilizar un buen detergente para lavavajillas.
Solo si crees que vas a tardar mucho en ponerlo a lavar, conviene que uses el programa rápido de aclarado para que no se peguen los restos y evitar olores.
El lavavajillas también te ayuda a mantener la cocina en orden. Un fregadero lleno de platos sucios es una visión bastante desagradable, pero si están dentro del lavavajillas, los cacharros sin fregar no quedan visibles.
Cuidado de la vajilla
Existe el mito de que los lavavajillas estropean la vajilla, pero no es cierto. Al lavar a mano corremos más riesgo de que se rompa al resbalarse durante el lavado y de que se raye al usar un estropajo.
Los lavavajillas cuentan con funciones y programas especiales que evitan la rotura del cristal al evitar choques de temperaturas y que varían la presión del agua según el programa seleccionado con el objetivo de mimar nuestra vajilla.
No obstante, hay algunos tipos de objetos y menaje que es preferible no lavar en lavavajillas.
Las manos sufren menos
Fregando a mano, la piel sufre más por la exposición a grandes cantidades de agua y la agresividad de los detergentes, a pesar de lo que diga su publicidad. Para quitarnos este problema y evitar los incómodos guantes, puedes meter la mayoría de tus cacharros en el lavavajillas.
Si necesitas fregar a mano alguna cosa, usa siempre guantes y presta atención a las advertencias de riesgos, pues tienen obligación de indicar si la fórmula es irritante para la piel o puede generar una reacción alérgica. En ese caso, busca otro producto menos agresivo y con buena eficacia que, desde luego, existen.
Elige el mejor lavavajillas
Si ya estás convencido de que es buena idea tener un lavavajillas, puedes encontrar en el comparador el modelo que más te interese:
Los mejores lavavajillas
CALIDAD
DEL ANÁLISIS
MAESTRA

Cómo ahorrar agua fregando los platos a mano
Aún así, si no tienes espacio para instalar un lavavajillas, también puedes ahorrar fregando a mano. Un estudio de lavado de platos realizado en 2020 por la Universidad de Michigan calculó que la forma más eficiente de lavar los platos a mano es el método de los dos lavados:
- Quita los restos de comida de la vajilla.
- Llena el fregadero con agua caliente jabonosa. Por cada 5 litros de agua, añade 5 ml de detergente, el equivalente a una cucharilla de café.
- Si tienes un fregadero con doble seno, llena el otro con agua caliente o fría. Si no dispones de doble seno, utliza un barreño de plástico.
- Deja los platos sucios un rato en remojo en el agua caliente y después frótalos con un estropajo. Empieza por la vajilla menos sucia y limpia al final las ollas y sartenes. Para evitar que te cortes, friega los cuchillos de manera independiente sin sumergirlos en el agua jabonosa donde te será difícil verlos.
- Pasa la vajilla al otro seno y enjuágala en el agua limpia, cambiando el agua si es necesario.
- Coloca la vajilla enjuagada sobre una rejilla de secado.