Modelo de carta para solicitar la exención de abonar un gasto de comunidad

Si tu comunidad quieren emprender la contratación de un servicio o la realización de una obra, instalación o mejora que no hacen falta, tú puedes oponerte y no participar económicamente. El ejemplo fácil es una piscina. Eso sí, no podrás utilizarla, aunque si cambias de opinión y pagas lo que te hubiera correspondido con intereses, se acabará el veto. De momento, aquí tienes un modelo de carta para solicitar la exención de abonar el gasto no necesario para la comunidad.
No quiero pagar un gasto de la comunidad de vecinos
En una comunidad hay distintos tipos de gastos y no siempre es obligatorio contribuir a ellos:
1. Hay gastos comunes ordinarios, a los que cada vecino contribuye según la cuota de participación que tenga asignada. Al pago de esos gastos no puedes negarte; lo que sí puedes hacer es proponer alternativas para que sean más bajos (por ejemplo, una tarifa más barata para la luz de la comunidad).
2. Por otro lado, hay gastos extraordinarios, que unas veces obligan a todos los vecinos y otras veces, no. Los disidentes, es decir, los vecinos que voten en contra, a veces no tienen que pagar.
- Todos los vecinos pagan los gastos que derivan de una obligación legal impuesta a la comunidad. Por ejemplo, los que ocasione la Inspección Técnica de Edificios decenal obligatoria, los de sustituir unos buzones en mal estado por otros nuevos por exigencia del servicio postal, etc.
- En los acuerdos que pueden avanzar con el respaldo de un tercio de los vecinos que sumen un tercio de las cuotas, como poner equipos de energía renovable o nuevos suministros de energía, los disidentes no pagan pero no se benefician de los equipos a menos que cambien de opinión y aporten la que hubiera sido su parte al decidirse el gasto, con intereses.
- En los acuerdos que pueden salir adelante con las tres quintas partes de los vecinos que sumen las tres quintas partes de las cuotas de participación:
- Los disidentes quedan exentos si se trata de realizar nuevas instalaciones, servicios o mejoras no requeridos para la conservación, habitabilidad, seguridad y accesibilidad del inmueble, y la derrama que les corresponde supera la suma de tres mensualidades ordinarias de gastos comunes. Se les podría privar del disfrute de las novedades, a menos que cambien de opinión y aporten la que hubiera sido su parte al decidirse el gasto, con intereses.
- Para otras actuaciones como poner servicios de interés general (portería, conserjería, vigilancia...) o realizar obras que beneficien a todos (como la mejora de la eficiencia energética de la envolvente del edificio), los vecinos a favor pueden decidir el reparto del gasto entre todos y el pago de una indemnización a los vecinos afectados, si es que los hay, y los disidentes tendrán que contribuir.
Así pues, si te quieren hacer pagar por una obra, una nueva instalación o un nuevo servicio que es prescindible y que no hace falta para conservar el inmueble, su habitabilidad, su seguridad o su accesibilidad (por ejemplo, una piscina), comprueba cuánto te costaría. Si supera lo que suman en tu caso tres meses de gastos comunes, estás en tu derecho de negarte (si no se aclara el coste de la derrama, niégate igualmente en espera de tener datos más claros).
Es muy importante que votes en contra en la junta de vecinos donde se decida (votando en persona o por delegación) y que te opongas al pago dentro de los 30 días siguientes a la junta o, si no fuiste en los 30 días siguientes a la recepción del acta que te deben enviar. Te será muy útil nuestro modelo.
DESCARGA EL ESCRITO PARA OPONERTE AL GASTO
La accesibilidad va por otro lado
La instalación de un ascensor u otras obras dirigidas a mejorar la accesibilidad (como rampas, pasarelas...) obliga a que todos paguen si pasa alguna de estas cosas:
- Aprueba la obra la mitad más uno de todos los propietarios, que sumen más de la mitad de todas las cuotas de participación.
- La obra ha sido solicitada por un propietario en cuya vivienda o local viven, trabajan o prestan servicios voluntarios personas con discapacidad o mayores de 70 años, y el importe que toca pagar a cada vecino no supera doce mensualidades ordinarias de gastos comunes (al calcular el coste por vecino, se descuentan las subvenciones y el importe que voluntariamente asuma quien las propone, si es que está dispuesto a asumir alguno).
No quiero pagar un gasto de la comunidad de vecinos
En una comunidad hay distintos tipos de gastos y no siempre es obligatorio contribuir a ellos:
1. Hay gastos comunes ordinarios, a los que cada vecino contribuye según la cuota de participación que tenga asignada. Al pago de esos gastos no puedes negarte; lo que sí puedes hacer es proponer alternativas para que sean más bajos (por ejemplo, una tarifa más barata para la luz de la comunidad).
2. Por otro lado, hay gastos extraordinarios, que unas veces obligan a todos los vecinos y otras veces, no. Los disidentes, es decir, los vecinos que voten en contra, a veces no tienen que pagar.
- Todos los vecinos pagan los gastos que derivan de una obligación legal impuesta a la comunidad. Por ejemplo, los que ocasione la Inspección Técnica de Edificios decenal obligatoria, los de sustituir unos buzones en mal estado por otros nuevos por exigencia del servicio postal, etc.
- En los acuerdos que pueden avanzar con el respaldo de un tercio de los vecinos que sumen un tercio de las cuotas, como poner equipos de energía renovable o nuevos suministros de energía, los disidentes no pagan pero no se benefician de los equipos a menos que cambien de opinión y aporten la que hubiera sido su parte al decidirse el gasto, con intereses.
- En los acuerdos que pueden salir adelante con las tres quintas partes de los vecinos que sumen las tres quintas partes de las cuotas de participación:
- Los disidentes quedan exentos si se trata de realizar nuevas instalaciones, servicios o mejoras no requeridos para la conservación, habitabilidad, seguridad y accesibilidad del inmueble, y la derrama que les corresponde supera la suma de tres mensualidades ordinarias de gastos comunes. Se les podría privar del disfrute de las novedades, a menos que cambien de opinión y aporten la que hubiera sido su parte al decidirse el gasto, con intereses.
- Para otras actuaciones como poner servicios de interés general (portería, conserjería, vigilancia...) o realizar obras que beneficien a todos (como la mejora de la eficiencia energética de la envolvente del edificio), los vecinos a favor pueden decidir el reparto del gasto entre todos y el pago de una indemnización a los vecinos afectados, si es que los hay, y los disidentes tendrán que contribuir.
Así pues, si te quieren hacer pagar por una obra, una nueva instalación o un nuevo servicio que es prescindible y que no hace falta para conservar el inmueble, su habitabilidad, su seguridad o su accesibilidad (por ejemplo, una piscina), comprueba cuánto te costaría. Si supera lo que suman en tu caso tres meses de gastos comunes, estás en tu derecho de negarte (si no se aclara el coste de la derrama, niégate igualmente en espera de tener datos más claros).
Es muy importante que votes en contra en la junta de vecinos donde se decida (votando en persona o por delegación) y que te opongas al pago dentro de los 30 días siguientes a la junta o, si no fuiste en los 30 días siguientes a la recepción del acta que te deben enviar. Te será muy útil nuestro modelo.
DESCARGA EL ESCRITO PARA OPONERTE AL GASTO
La accesibilidad va por otro lado
La instalación de un ascensor u otras obras dirigidas a mejorar la accesibilidad (como rampas, pasarelas...) obliga a que todos paguen si pasa alguna de estas cosas:
- Aprueba la obra la mitad más uno de todos los propietarios, que sumen más de la mitad de todas las cuotas de participación.
- La obra ha sido solicitada por un propietario en cuya vivienda o local viven, trabajan o prestan servicios voluntarios personas con discapacidad o mayores de 70 años, y el importe que toca pagar a cada vecino no supera doce mensualidades ordinarias de gastos comunes (al calcular el coste por vecino, se descuentan las subvenciones y el importe que voluntariamente asuma quien las propone, si es que está dispuesto a asumir alguno).