Crece el uso del transporte público un 16% en Barcelona y un 10% en Madrid
Barceloneses y madrileños usan ahora el transporte público más que hace dos años, un incremento que en el tiempo coincide con la reducción del precio del billete y de los abonos desde finales de 2022: un 60% en Madrid y un 50% en Barcelona. A pesar de ello, el coche sigue siendo el medio de transporte más usado. La mayoría de los encuestados cree que para acortar los tiempos de viaje en el transporte público las infraestructuras deben seguir mejorando, igual que la puntualidad.

Ir a trabajar, al colegio, a hacer la compra... Buena parte de nuestro tiempo lo invertimos en desplazamientos, sobre todo, si se reside en una ciudad grande o en su área metropolitana. Conseguir que esos viajes sean rápidos y cómodos mejora nuestra calidad de vida.
Hemos querido conocer la opinión y la experiencia con la movilidad de quienes viven en las dos mayores aglomeraciones urbanas de España: Barcelona y Madrid. Para ello, hemos consultado a una muestra representativa de residentes en ambas provincias con edades entre 20 y 74 años. Es una encuesta similar a la que hicimos hace dos años con la que podemos observar la evolución.
El transporte público se usa más
Los datos revelan un notable aumento en el uso del transporte público. En concreto, en la provincia de Barcelona, el porcentaje de personas que utilizan al menos una vez a la semana el transporte público ha pasado del 43% al 50%, mientras que el de los madrileños se ha incrementado del 54% al 59%. Estos últimos siguen liderando el uso de los distintos medios de transporte público: tanto el metro como el autobús urbano, el tren de cercanías y el autobús interurbano.
Aun así, en Madrid solo el 41 % declara que usa siempre el transporte público para sus desplazamientos por el área metropolitana y en Barcelona son todavía menos, solo el 34 %, quienes se desplazan siempre en medios públicos.
Los precios han bajado
El aumento del uso en el transporte público coincide en el tiempo con la reducción del precio del billete y de los abonos desde finales de 2022: un 60% en Madrid y un 50% en Barcelona. La subida de precios de la gasolina y la fuerte inflación impulsaron que el Gobierno estableciera ayudas para los transportes públicos tanto urbanos como interurbanos, que podían ser reforzadas por las comunidades autónomas. Estos son los precios de los abonos mensuales en 2025 para las ciudades del estudio:
BARCELONA | ||||
Zona 1 | Zona 2 | Zona 3 | Zona 4 | |
Abono transporte 30 días: descuento 50 % |
22 € | 29,65 € | 41,60 € | 50,90 € |
Abono transporte 30 días: precio anterior |
44 € | 59,30 € | 83,20 € | 101,80 € |
MADRID | ||||
Zona A | Zona B1 | Zona B2 | Zona B3 | |
Abono transporte 30 días: descuento 60 % |
21,80 € | 25,40 € | 28,80 € | 32,80 € |
Abono transporte 30 días: precio anterior |
54,60 € | 63,70 € | 72,00 € | 82,00 € |
Los usuarios reclaman mejoras
Los encuestados señalan las razones para no usar más el transporte público entre las que destacan los largos tiempos de viaje, la baja frecuencia de paso y las faltas de puntualidad, así como no tener paradas cerca del domicilio, un problema achacable a la extensión de la red. Pocos usuarios mencionan, en cambio, el precio como una razón para no usarlo.
En general, valoran mejor la cobertura de la red (70/100 en Madrid y 65/100 en Barcelona) que su estado de mantenimiento o la puntualidad, que apenas superan el aprobado. Lo mismo que la sensación de seguridad en el caso de Barcelona (y eso que los delitos en el metro de Barcelona se redujeron entre 2019 y 2024, según datos de los Mossos).

Caminamos más, pero no dejamos el coche
En Barcelona también crece mucho el número de personas que habitualmente se desplazan a pie, del 78% en 2022 al 89% en 2024, mientras que se reduce el porcentaje de residentes que viajan en coche, de un 69% a un 65%.
También hay más madrileños que se trasladan a pie de forma habitual: del 83% en 2022 al 87% en 2024. Sin embargo, el número de viajeros en coche en el área metropolitana de la capital de España no desciende, sino que aumenta ligeramente de un 72% a un 73%.
En lo que respecta al uso del coche, menos del 40% de los encuestados ven imprescindible usar su automóvil para sus actividades diarias, pero no ha subido el número de personas que declaran "me gustaría reducir el uso de mi coche"; al revés, el porcentaje ha descendido.
No se promueve el uso de la bicicleta
La encuesta también revela la percepción por parte de la ciudadanía de que las administraciones locales y regionales no apuestan decididamente por el uso de la bicicleta, disponiendo infraestructuras seguras para que sea fácil desplazarse por este medio.
Más del 40% de los vecinos consideran que se debe promover su uso como transporte prioritario, pero solo la usan de forma habitual el 10% de los barceloneses y el 9% de los madrileños. En buena parte por la falta de infraestructuras, afirman: apenas un 37% de los barceloneses y un 23% de los madrileños las consideran adecuadas.
Más tiempo invertido y más km en Madrid
En cuanto a las diferencias entre Madrid y Barcelona, queda claro que los desplazamientos habituales son más largos en la provincia de Madrid que en Barcelona. Para trasladarse a su trabajo los madrileños recorren 21 km de media. El trayecto es claramente más corto en la provincia de Barcelona: 15 km.
Como consecuencia, también hay diferencia en los tiempos que se invierten en ese viaje. En Madrid, hay una notable diferencia entre vivir dentro de la capital o en municipios de la provincia más alejados, cosa que no ocurre en Barcelona según nuestros datos:
¿Cuánto se tarda en ir al trabajo en la provincia de Madrid?
- Viven en el municipio de Madrid: 34 minutos
- Viven fuera de la capital, a menos de 25 km: 43 minutos
- Viven fuera de la capital, a más de 25 km: 52 minutos
¿Cuánto se tarda en ir al trabajo en la provincia de Barcelona?
- Viven en el municipio de Barcelona: 32 minutos
- Viven fuera de Barcelona, a menos de 25 km: 26 minutos
- Viven fuera de Barcelona, a más de 25 km: 31 minutos
Hay que seguir mejorando la red
Tres de cada cuatro residentes en estas dos grandes áreas metropolitanas coinciden en afirmar que el transporte público es la mejor forma de reducir el tráfico en sus ciudades, pero señalan las deficiencias que las autoridades deben corregir. En concreto, habría que agilizar los viajes:
- Extender la red para que cueste menos tiempo llegar a una parada
- Aumentar las frecuencias de paso
- Vigilar la puntualidad
La medida adoptada de la bajada del precio es un buen paso y parece que ha sido un incentivo para fomentar el uso, pero hay que seguir mejorando en calidad y extensión del servicio público para que se convierta en la opción preferente de los ciudadanos.