Decálogo para ahorrar de verdad al comprar un coche nuevo

El primer paso si vas a comprar un coche nuevo es hacerte con un presupuesto claro, con todas las características del vehículo y gastos derivados de la adquisición, que pueda servirte para lograr un mejor precio. Te damos 10 pistas para sacarle el máximo partido al presupuesto de un coche nuevo.
Si vas a comprar un coche nuevo lo primero que debes hacer es probarlo, posibilidad que ofrecen la mayoría de concesionarios. Además, es recomendable que visites varios concesionarios de la marca, puesto que hacerlo te permitirá comparar presupuestos y optar por el más ventajoso.
El presupuesto debe leerse con detenimiento, lo cual no suele resultar fácil. Algunos pueden ser poco claros e incluso caóticos. Por ello, se deben tener en cuenta una serie de aspectos que pueden facilitar notablemente la tarea y contribuir a obtener un precio mucho más atractivo.
- Pide siempre un presupuesto estándar impreso. Muchos concesionarios entregan el presupuesto escrito a mano o simplemente lo desarrollan verbalmente, no ofreciendo la seguridad que aportaría un presupuestos estándar, ya que pueden contener errores o incluir conceptos no solicitados. Por ello desde OCU recomendamos solicitar un presupuesto estándar, que nos proporcionará una garantía adicional en caso de compra. Si por cualquier motivo te dicen que no es posible imprimirlo, insiste en que te manden una copia en PDF a tu email. Un presupuesto en papel nos resultará además de gran ayuda al acudir a otros concesionarios en busca de un precio mejor.
- Identifica el concesionario. Es importante que el presupuesto indique en su cabecera el nombre y dirección del concesionario. Esta información resultará especialmente útil en el caso de visitar varios concesionarios, pues así tendrás claro a cuál pertenece cada oferta.
- Quédate con quién te ha hecho la oferta. Asegúrate de que el presupuesto especifica nombre y datos de contacto del comercial que te hace la oferta. Puedes necesitarlos para continuar la negociación o resolver dudas acerca del vehículo o del presupuesto.
- Solicita un presupuesto desglosado. Otro de los problemas del presupuesto verbal o en cualquier otro formato informal es que impide conocer el detalle lo que queremos comprar. Con un presupuesto desglosado nos aseguramos de que el modelo presupuestado se corresponde al detalle con el solicitado. Además, podemos comprobar el importe de cada uno de los conceptos que componen el precio y comparar con presupuestos de otros concesionarios.
- Comprueba que el vehículo presupuestado es el mismo que solicitaste. El comprador debe tener muy claro el modelo exacto que quiere comprar y sus características para comprobar que coincida con el presupuestado, revisa: modelo, versión, potencia, acabado, número de puertas, tipo de pintura, color, combustible… La variación en alguno de estos aspectos en el presupuesto puede conllevar desembolsos adicionales inesperados en el precio final.
- No olvides los posibles extras incluidos en el presupuesto. Es habitual que el comercial incluya por defecto algunos extras que no solicitaste y que son prescindibles para la mayoría de clientes. Compruébalo.
- Revisa los descuentos aplicados. Además del descuento comercial correspondiente a la campaña del mes en curso de la marca, es muy probable que el concesionario ofrezca un descuento propio que siempre admite un margen de negociación. No olvides que puedes obtener varios descuentos genéricos por formar parte de determinados colectivos, como por ejemplo los funcionarios; por trabajar en una empresa específica, que puedes consultar en el concesionario, o por contar con un vehículo de más de 10 años con la ITV en regla para desguazar (Plan PIVE). Además de revisar en el presupuesto se apliquen todos los descuentos correspondientes, asegúrate de que no te hayan aplicado ‘descuentos’ no deseados, como los correspondientes a una financiación, que los comerciales suelen incluir para hacer más atractiva la opción de financiar y que acabarás pagando en forma de intereses.
- Comprueba el importe final. El presupuesto debe ser completo e incluir el importe final a desembolsar. Debe recoger gastos como la matriculación, el transporte o las tasas. Pregunta al comercial si todos esos gastos están incluidos en el precio final.
- Fíjate en el plazo de validez del presupuesto. Este dato marcará el tiempo del que dispones para comparar y decidir manteniendo el precio presupuestado por el concesionario. Si en lugar de especificarse una fecha límite de validez se indican un número de días, será imprescindible que el presupuesto cuente con fecha de emisión. En caso de que no aparezca especificado en el documento escrito que se entrega al cliente, no dejes de preguntarlo.
- Pregunta el plazo de entrega del vehículo. El plazo de entrega para un coche nuevo suele ser de entre 1 y 2 meses, a no ser que el coche adquirido se encuentre ya en el concesionario. En ese caso, puede que te lo entreguen en sólo unos días. Si necesitas adquirir el vehículo a la mayor brevedad y este es un factor importante, es recomendable que preguntes en los concesionarios e incluso que te pueda resultar interesante adquirir un vehículo de stock o km 0, cuya entrega suele ser casi inmediata y su precio inferior que el de uno "hecho a medida".
Y si compraste un coche nuevo entre 2006 y 2013, puede que tu concesionario fuera uno de los que pactó los precios y ahora puedes reclamar el dinero que pagaste de más.
Si vas a comprar un coche nuevo lo primero que debes hacer es probarlo, posibilidad que ofrecen la mayoría de concesionarios. Además, es recomendable que visites varios concesionarios de la marca, puesto que hacerlo te permitirá comparar presupuestos y optar por el más ventajoso.
El presupuesto debe leerse con detenimiento, lo cual no suele resultar fácil. Algunos pueden ser poco claros e incluso caóticos. Por ello, se deben tener en cuenta una serie de aspectos que pueden facilitar notablemente la tarea y contribuir a obtener un precio mucho más atractivo.
- Pide siempre un presupuesto estándar impreso. Muchos concesionarios entregan el presupuesto escrito a mano o simplemente lo desarrollan verbalmente, no ofreciendo la seguridad que aportaría un presupuestos estándar, ya que pueden contener errores o incluir conceptos no solicitados. Por ello desde OCU recomendamos solicitar un presupuesto estándar, que nos proporcionará una garantía adicional en caso de compra. Si por cualquier motivo te dicen que no es posible imprimirlo, insiste en que te manden una copia en PDF a tu email. Un presupuesto en papel nos resultará además de gran ayuda al acudir a otros concesionarios en busca de un precio mejor.
- Identifica el concesionario. Es importante que el presupuesto indique en su cabecera el nombre y dirección del concesionario. Esta información resultará especialmente útil en el caso de visitar varios concesionarios, pues así tendrás claro a cuál pertenece cada oferta.
- Quédate con quién te ha hecho la oferta. Asegúrate de que el presupuesto especifica nombre y datos de contacto del comercial que te hace la oferta. Puedes necesitarlos para continuar la negociación o resolver dudas acerca del vehículo o del presupuesto.
- Solicita un presupuesto desglosado. Otro de los problemas del presupuesto verbal o en cualquier otro formato informal es que impide conocer el detalle lo que queremos comprar. Con un presupuesto desglosado nos aseguramos de que el modelo presupuestado se corresponde al detalle con el solicitado. Además, podemos comprobar el importe de cada uno de los conceptos que componen el precio y comparar con presupuestos de otros concesionarios.
- Comprueba que el vehículo presupuestado es el mismo que solicitaste. El comprador debe tener muy claro el modelo exacto que quiere comprar y sus características para comprobar que coincida con el presupuestado, revisa: modelo, versión, potencia, acabado, número de puertas, tipo de pintura, color, combustible… La variación en alguno de estos aspectos en el presupuesto puede conllevar desembolsos adicionales inesperados en el precio final.
- No olvides los posibles extras incluidos en el presupuesto. Es habitual que el comercial incluya por defecto algunos extras que no solicitaste y que son prescindibles para la mayoría de clientes. Compruébalo.
- Revisa los descuentos aplicados. Además del descuento comercial correspondiente a la campaña del mes en curso de la marca, es muy probable que el concesionario ofrezca un descuento propio que siempre admite un margen de negociación. No olvides que puedes obtener varios descuentos genéricos por formar parte de determinados colectivos, como por ejemplo los funcionarios; por trabajar en una empresa específica, que puedes consultar en el concesionario, o por contar con un vehículo de más de 10 años con la ITV en regla para desguazar (Plan PIVE). Además de revisar en el presupuesto se apliquen todos los descuentos correspondientes, asegúrate de que no te hayan aplicado ‘descuentos’ no deseados, como los correspondientes a una financiación, que los comerciales suelen incluir para hacer más atractiva la opción de financiar y que acabarás pagando en forma de intereses.
- Comprueba el importe final. El presupuesto debe ser completo e incluir el importe final a desembolsar. Debe recoger gastos como la matriculación, el transporte o las tasas. Pregunta al comercial si todos esos gastos están incluidos en el precio final.
- Fíjate en el plazo de validez del presupuesto. Este dato marcará el tiempo del que dispones para comparar y decidir manteniendo el precio presupuestado por el concesionario. Si en lugar de especificarse una fecha límite de validez se indican un número de días, será imprescindible que el presupuesto cuente con fecha de emisión. En caso de que no aparezca especificado en el documento escrito que se entrega al cliente, no dejes de preguntarlo.
- Pregunta el plazo de entrega del vehículo. El plazo de entrega para un coche nuevo suele ser de entre 1 y 2 meses, a no ser que el coche adquirido se encuentre ya en el concesionario. En ese caso, puede que te lo entreguen en sólo unos días. Si necesitas adquirir el vehículo a la mayor brevedad y este es un factor importante, es recomendable que preguntes en los concesionarios e incluso que te pueda resultar interesante adquirir un vehículo de stock o km 0, cuya entrega suele ser casi inmediata y su precio inferior que el de uno "hecho a medida".
Y si compraste un coche nuevo entre 2006 y 2013, puede que tu concesionario fuera uno de los que pactó los precios y ahora puedes reclamar el dinero que pagaste de más.