Informe

Los españoles comemos peor que en 2014

Cocinamos menos, compramos más alimentos procesados y menos frutas y verduras… La alimentación de la población española se aleja más y más de la dieta saludable ideal. En paralelo, los datos de exceso de peso y enfermedades relacionadas con la mala alimentación han empeorado en la última década.

14 abril 2025
Quesos, verduras, embutidos... comida variada

Hoy en día, tenemos acceso a una amplia oferta gastronómica, pero no por ello nuestra dieta es más variada, nutritiva y saludable que en el pasado, sino todo lo contrario. Cada vez cocinamos menos en casa y compramos más alimentos procesados y platos preparados, que suelen llevar más azúcar, grasa, sal y aditivos y poca fibra. Consumimos más carne, pescado, productos lácteos y dulces, en detrimento de las muy sanas frutas y verduras frescas.

Un análisis minucioso del consumo de alimentos de los españoles en la última década corrobora que nos vamos alejando de la dieta mediterránea, de la que antaño presumíamos. En paralelo, observamos que en el mismo periodo se ha producido un aumento de los índices de exceso de peso y enfermedades estrechamente relacionadas con la alimentación.

Así es la dieta sana ideal

Los expertos en nutrición nos recomiendan seguir una alimentación que sea:

  • rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales, con unos 400 g diarios de frutas y verduras variadas;
  • pobre en azúcar, menos del 5 % de la ingesta calórica, unos 25 g al día;
  • pobre en sal, menos de 5 g al día (una cucharadita) y preferiblemente yodada;
  • con pocas grasas, mejor que sean insaturadas (presentes en pescados, aguacates, frutos secos, aceite de oliva y semillas) en lugar de saturadas (carne grasa, aceite de palma y coco) y evitando las grasas trans.

Además, una alimentación saludable ha de ser variada y equilibrada. Y cuidando que al menos tres cuartos de los alimentos sean de origen vegetal, es decir, verduras y hortalizas, cereales integrales y fruta.

Nuestra dieta actual está desequilibrada

Analizamos nuestros hábitos alimentarios en la última década utilizando los datos del Panel de consumo de alimentos en los hogares del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) entre enero de 2014 y diciembre de 2023. Mostramos los resultados en 3 apartados según las recomendaciones de frecuencia de consumo: alimentos que debemos comer todos los días, alimentos para tomar dos o tres veces a la semana, y alimentos prescindibles, de consumo ocasional.

En nuestra alimentación diaria no pueden faltar: verduras y hortalizas frescas, fruta fresca, frutos secos, pan integral, leche, yogur no azucarado u otras leches fermentadas, quesos no muy grasos y aceite de oliva.  

En 2014 el consumo de estos alimentos estaba ya por debajo de las cantidades recomendadas y la evolución ha ido a peor, ha seguido disminuyendo (con la única excepción de los frutos secos).

A lo largo de la semana no nos deben faltar: legumbres, patatas, arroz, harinas, pan no integral, pollo fresco, otras carnes frescas, pescado, marisco, conservas de pescado, huevos, aceites vegetales y grasas untables. Con los hábitos actuales no alcanzamos el consumo mínimo recomendado de legumbres, arroz, pasta, pescado y huevos.

Nos conviene comer menos carne. Nuestra dieta se caracteriza por la excesiva presencia de carne, que se traduce en una ingesta elevada de proteínas y grasas saturadas. Un dato favorable es que ha descendido el consumo de carne, tanto fresca como procesada (carne ahumada, curada, fiambres, etc.). Es posible reducirlo aún más recurriendo a las legumbres (combinadas con cereales) como fuente de proteínas. Sería una dieta más sana y, además, más barata y sostenible.

Recuperemos el aceite de oliva. El encarecimiento del aceite de oliva se ha traducido al final de la década en un aumento del consumo de mantequilla y margarina, que son grasas menos saludables.

Son de consumo ocasional, tanto en cantidad como en frecuencia: dulces, bebidas alcohólicas y no alcohólicas (que no sean agua), platos preparados y precocinados, carnes procesadas (salchichas, fiambre...). 

Menos sal es lo adecuado. En 2023 se observa la disminución del consumo de las bebidas no alcohólicas (refrescos, zumos, cerveza sin alcohol) y de la sal, lo cual es beneficioso. En contrapartida, ha aumentado el ya de por sí elevado consumo de platos preparados y el de bebidas alcohólicas.

Más y más ultraprocesados. La comodidad que ofrecen las pizzas, rebozados industriales y todos los platos precocinados la pagamos con una ingesta adicional de sal, grasas saturadas y azúcares, además de los aditivos e ingredientes ultraprocesados; no olvidemos que existen dudas sobre la inocuidad de algunos de ellos.

Comer bien para tener mejor salud

En los últimos 10 años, en la población española ha aumentado el número de personas con exceso de peso, enfermedades cardiovasculares y con diabetes tipo 2.

Esto pone de relieve la relación que existe entre la dieta y nuestra salud. Aunque la correspondencia no es directa (hay otros factores que influyen: actividad física, salud medioambiental, factores genéticos, etc.), no hay duda de que cuidando nuestra alimentación nuestra salud se verá beneficiada.

Y hay más motivos para apuntarnos a la alimentación saludable. ¿Sabías que una dieta saludable resulta más barata que una dieta con exceso de carne y platos preparados? A pesar de que al final de la década el gasto per cápita en alimentación ha aumentado, un mayor peso en frutas, verduras y productos vegetales en la cesta repercutiría menos en la cartera.

Toma más fruta y verdura. La de temporada está más apetecible, más rica y jugosa, y al mejor precio de todo el año. Para saber cuáles se están recolectando ahora y llevarlas a tu mesa, entra en el calendario de frutas y verduras.

CALENDARIO DE FRUTAS Y VERDURAS

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